Comienza la segunda vuelta y la primera cita para el Lagun Aro GBC le mide a un equipo en su misma situación, más o menos con los mismos pecados, aunque con virtudes distintas. Teniendo en cuenta lo complicado del calendario que se nos viene encima durante algo más de un mes, este partido puede marcar un punto de inflexión, ya sea en sentido positivo o negativo.
Tanto GBC como Manresa han dejado buen sabor de boca ante equipos en teoría potentes y han fallado cuando han tenido que soportar sobre sus hombros la presión de sentirse favoritos. Para este partido es difícil designar a cualquiera con esa vitola, pues los catalanes no han sido precisamente sólidos en casa y una de las mayores virtudes de los de Laso en la primera vuelta ha sido su buen rendimiento a domicilio.
Este partido se me antoja importantísimo, después de las tres derrotas seguidas, la reacción debe ser fulminante, evidente, convincente, vigorizante. Porque seguido viene el Real Madrid y de ninguna manera podemos acostumbrarnos a perder.
Hay que corregirse. El equipo debe hacerlo. En su dinámica, en su inercia de encajar puntos a lo loco. Una idea de juego que venía funcionando, incluso convenciendo por momentos, hace sus primeras aguas en forma de sangrías anotadoras en contra en los últimos tiempos.
Merece una reflexión la gestión del puesto de base, una reflexión más profunda, pero de momento, a botepronto, se me ocurre que nuestros tres bases están un poco mareados. Sergio, el teórico base titular vive una montaña rusa de confianza y minutos por parte de su entrenador, mientras que desde hace unas semanas vengo pensando que tenemos un base titular y dos terceros bases. Porque Uriz y Rai juegan cada uno lo que un tercer base, poco más de 10 minutillos y no gozan de ninguna continuidad. Así, Ricardo ya no aporta tanto como la temporada pasada y su progresión se ha visto frenada en seco esta temporada. Mientras, Rai me da la sensación de aparecer por flashazos, momentos deslumbrantes, breves, ilusonantes, pero escasos. Siempre coincidentes con remontadas. El cambiar el ritmo de los partidos seguro es una de sus tareas asignadas y cumple, pero tiene una asignatura pendiente con la dirección sobre todo en estático y en momentos de partidos alejados de la heróica.
Más allá de estas reflexiones, se avista en el horizonte un panorama exigente, en el que las victorias cada vez son más costosas de lograr, a la vez que más valiosas.
En Manresa, por supuesto, Cusworth será un dolor de cabeza, pero yo voy a citar tres nombres a tener muy en cuenta. Rodrigo San Miguel, Román Montáñez y Sergi Gladyr. San Miguel 0,0 es una de las revelaciones en el puesto de base; primera temporada con la responsabilidad de ejercer el peso de la titularidad y está dando la talla con creces. Algún que otro altibajo y algo atascado en los triples, pero llevando al equipo con personalidad, defendiendo, ofreciendo el empaque que de un base se demanda. De Montáñez y Gladyr se puede esperar lo mejor o lo peor, por eso son tan decisivos, porque cuando juegan bien suele ser sinónimo de victoria para los manresanos.
¿Las claves? Pasan porque no se nos vaya el partido de las manos como sucedió en el debut liguero, a partir de ahí, Panko e Ignerski deben imponer su ley; no lo tendrá sencillo el polaco ante un Ivanov en estado de gracia y convertido en una de las principales referencias del equipo. Detrick debe seguir aportando cosas buenas para que la rotación sea más profunda y así dominar junto a Barbour un incómodo duelo de escoltas ante Grimau y Montañez. Pero lo más importante, defender de una manera en la que no recibamos otro carro de puntos. Sin duda nos interesa un partido a muchos puntos en el que el Manresa no pueda controlar el ritmo, pero no a costa de recibir y recibir.
Primer partido de la segunda vuelta y primera prueba de fuego para sacar la cabeza. Lo dicho, no podemos acostumbrarnos a perder porque una vez que entras en ello la salida es complicada de ver.
El Lagun Aro GBC ha demostrado más de una vez carácter, otras no tanto; llega el momento de dar un golpe sobre la mesa y tras tres derrotas demostrar que seguimos siendo competitivos. GBC y Manresa, dos equipos en una situación similar, alguien reaccionará seguro. Tenemos que ser nosotros.