Porque yo sí. Sé bien que la lógica, las dinámicas de ambos equipos y prácticamente todo indica lo contrario, pero se empieza por creer. La bocanada de aire tomada ante Murcia ha recompensado al equipo con dos semanas de calma en las que poder trabajar duro preparando las importantes citas que se avecian de manera inminente y que arrancan con el derbi del BEC.
Dentro de que todo o, al menos, la mayoría de argumentos hablan en contra de la posibilidad de victoria, hay razones para pensar que se puede hacer saltar la banca. Precisamente el hecho de que nadie, salvo los impenitentes seguidores del GBC, da un duro por el equipo es, paradógicamente, una ventaja. Es decir, nadie espera que el Lagun Aro vaya a ganar en Barakaldo, por lo que la presión en ese sentido desaparece por completo. Son estos los partidos en los que mejor se desenvuelve el equipo de Laso, en los que se le plantea un reto y sufre en los que asume el peso del favoritismo.
En este caso, favoritismo, ninguno. A pesar de que la clasificación dice que estamos una victoria por encima de nuestro vecinos, la realidad del momento habla de un equipo claramente al alza, recuperado anímicamente y que por fin comienza a encontrar sensaciones y otro que ha frenado una caída libre ganando al colista, lo que le deja en un especie de limbo en el flota sin dedicir hacia dónde va.
Hay que ser realistas, el partido se presenta muy complicado. Este Bilbao Basket poco tiene que ver con el que ha naufragado en la ACB hasta hace bien poco; su reciente salida de los puestos de descenso coincidió con una victoria a domicilio frente al Real Madrid, lo que ha disparado su confianza. Pero además de esto, poco tiene que ver este equipo con el de Vidorreta, pues Katsikaris ha cambiado los sistemas de ataque, los automatismos defensivos, la rotación…
Algo que debemos tener en cuenta es que el influjo de Javi Salgado ha crecido últimamente, con lo que ello conlleva en el orden y control del tempo de juego. Banic está jugando mejor si cabe, está instalado en la élite del juego interior de la ACB y es un maestro del dos contra dos tras bloqueo directo. La vuelta de Moiso ha sido como un fichaje y la llegada de Hervelle ha sumado un elemento importante a la base de este equipo (al menos en lo que a minutos se refiere). El belga es uno de los puntos a tener muy en cuenta para este partido; asumiendo que Banic va a sumar mucho y que Mumbrú será una amenaza constante, Hervelle puede ejercer como una especie de termómetro, pues el ex del Madrid ha intercalado partidos mediocres con actuaciones completísimas. Su polivalencia y dureza serán una exigente prueba para Ignerski que el polaco debe superar si queremos ganar.
Pero para lograr la victoria será muy importante el inicio de partido. Un comienzo sólido que demuestre a los bilbaínos que van a tener que sufrir para sumar la victoria es vital; porque si nuestro rival comienza cómodo, suelto, controlando el partido desde el principio, su confianza se va a disparar y nos pueden dejar sin opciones. En cambio, si el partido discurre por los cauces que Laso y su cuerpo técnico hayan previsto y el equipo consigue jugar a lo que quiere -incluso mandar en el marcador o, en todo caso, mantenerse por detrás con rentas cortas- habrá muchas opciones de prosperar.
Si se consigue estar siempre en el partido es cuando el cansancio puede hacer mella en nuestro oponente, pero si se escapan pronto incluso las dos semanas sin competir de manera oficial nos pueden pesar a nosotros. Éste es un factor fluctuante y peligroso.
Por encima de lo que Bilbao pueda hacer, pues ya sabemos que nos vamos a encontrar un rival de entidad que poco tenga que ver con su actual clasificación, es la cara del GBC la que puede determinar por qué derroteros va a discurrir el derbi. No tengo dudas de que si aparece el equipo que nos acostumbramos a ver durante la primera vuelta, el que por ejemplo sometió a este mismo rival haciéndole jugar a lo que nos interesaba, podemos ganar; en cambio, si la cara es la que hemos visto últimamente, las posibilidades serán escasas, mínimas.
Si me preguntan si creo en la victoria, diré que sí. Evidentemente, no diré que sin lugar a dudas; pero sí, responderé de manera afirmativa y esperezando en ver, de una vez por todas, después de mucho tiempo, la mejor versión del GBC. Desde dentro no han hecho más que decirnos que el equipo es capaz de recuperar ese nivel de juego que llegó a ilusionarnos. Es el momento de demostrarlo. Si juega como mejor sabe puede ganar en el BEC. El proceso vírico de Lorbek es un contratiempo pero no es lo que más nos tiene que preocupar, pues su debut si acaso sería testimonial (ojalá me equivoque y se salga…), pero los que tienen que sacar este partido adelante serán de la partida. Frente a Murcia el GBC compró tranquilidad e invirtió en confianza, el momento de recoger los frutos de ello y del trabajo de estos días es ahora.
Llega un derbi que se presenta apasionante y en el que la diferencia entre ganar y perder es enorme para ambos equipos, además del average. De momento, buena parte del éxito pasa por creer que se puede; con lógicas reservas que espero que el equipo disipe contundentemente, yo creo que sí. Pero, ¿alguien cree en la victoria del GBC? ¿Y el propio equipo? Nos lo tendrá que demostrar el domingo. ¡Vamos GBC, vuelve a ilusionarnos!