Antes de nada, antes de hablar de lo que sucedió sobre el parqué del Príncipe Felipe de Zaragoza, que por cierto fue una alegría de las grandes después de la penitencia que hemos sufrido durante las primeras jornadas; no quiero dejar de destacar el que es uno de los mayores tesoros que tiene el Lagun Aro: una afición de diez que no le deja solo ni en los peores momentos. Los aficionados del GBC, lejos de dar la espalda a su equipo, de abandonarles a su suerte; deciden presenciarse en Zaragoza y dar una lección de fidelidad para decir al Lagun Aro que van a estar ahí cuando más falta hace. Con sus camisetas, con su cascos, con sus gargantas e ilusión inquebrantables. Unos cientos frente a casi una decena de miles y se hicieron eschucar durante todo el partido… sobre todo cuando peor le iban las cosas al Gipuzkoa Basket. Su actuación y su voluntad es tan buena noticia como esta indispensable victoria… o más. El Lagun Aro debe saber que puede estar de cualquier manera, menos solo. Así que enhorabuena para todos los que quieren que el GBC triunfe, porque ayer, como siempre, fueron participes y protagonistas de la victoria. Me siento henchido de orgullo de nuestra afición y de formar parte de ella.
Pero la enhorabuena hoy debemos extenderla a los que sumaron la victoria sobre la pista. Había llegado ya el tiempo para los valientes. Con 0-4 y al fondo de tabla no hay sito para los timoratos y temerosos, solo nos valía un equipo determinado a dar la vuelta a la situación. Y lo consiguió. y no gracias a un jugador inspirado o a un par de ellos… fue el equipo el gran protagonista.
Lo cierto es que todo fueron buenas noticias. En varias ocasiones nos vimos muy lejos en el marcador, una circunstancia que me parece lógica jugando contra uno de los mejores equipos como local de la ACB y llegando con las dudas que provocan tantas derrotas consecutivas. Pero lo importante era superar todo eso, darle la vuelta y convertise en dueños de lo que sucede sobre el campo. Lo conseguimos y lo hicimos siendo fieles a nosotros mismos, lo que me resulta muy esperanzador. Hemos perdido cuatro partidos confiando en nuestro estilo, plateándolo desde el principio y desarrollándolo mejor o peor. Pero siempre yendo por el camino en el que creemos. Y finalmente prosperando en ello.
No se echó en falta nada en ninguna faceta. Si que se echaron en falta a ciertos jugadores, pero otros suplieron esas carencias para encontrar el equilibrio en el juego, que al fin y al cabo es de lo que se trata. A todos nos va a venir a la cabeza rápidamente que Salgado no estuvo bien, pero a cambio contamos con una imagen de Raúl Neto que es el primer aviso del base en el que se puede convertir si trabaja duro. Su actuación fue vital, para mí, el mejor del partido. Fue capaz de liderar varias remontadas, de cambiar el ritmo del partido, tanto desde la defensa (que no fue el único), lograr que el equipo jugara y anotara en transición y ser una fuente de puntos con sus penetraciones eléctricas. Evidentemente, tiene muchos aspectos que mejorar, sobre todo los que se refieren al juego sin balón y al tiro de larga distancia, carencias en las que tiene mucho recorrido por delante; pero por suerte está a las órdenes de un gran maestro. De momento, lo que hizo en Zaragoza nos deja claro que no nos hemos equivocado con él.
Muy pocas cosas extrañamos en lo que al perímetro se refiere, si acaso, un poco de ayuda para Baron y Vidal, que jugaron 33 minutos cada uno… Pero siendo ambos los que asumieron el peso en los puestos exteriores, su aportación y, sobre todo, lo bien que se complementaron, ofrece una razón de peso para pensar que este equipo va a funcionar esta temporada. Vidal predica con el ejemplo cada segundo que está en pista. Es pura intensidad, en línea de pase, sorteando bloqueos, cerrando las puertas defendiendo uno contra uno y cuando se hace con la pelota en campo propio, échale un galgo porque no le vas a parar… Vidal nos ofrece altertivas que no podemos encontrar en nadie más del equipo, lo que le convierte en un pieza vital en nuestro esquema. Penetrando en carrera es de lo mejorcito de toda la ACB…
Y sobre Baron podría resumirlo todo con una profunda respiración de alivio o con una exclamación de por fin. Jimmy no abuso de triple ni tuvo ansiedad por anotarlos, aun así la línea de tres fue su fuente principal de puntos y lo fue con un buen porcentaje; pero además fue capaz de sumar casi tanto de dos puntos y logró acudir a línea de tiros libres. Básicamente nos dió todo lo que de él demandamos, fue el jugador que necesitamos, logró 22 puntos y todo eso sin dar una sensación de haber hecho un partidazo. Gran noticia su partido, colaborando como debe al trabajo colectivo. Sigo creyendo que debe empeñarse mucho en mejorar su defensa; está claro que defender al lado de Vidal lo pone un poco más en evidencia, pero eso no es de todo justo porque Vidal es de los mejores defensores de perímetro de la liga y en el caso de Baron, su facilidad para anotar pone en evidencia a casi todos los jugadores exteriores de la ACB. Así que simplemente me alegro de tener una de las mejores parejas exteriores de la competición que por fin comienza a funcionar a pleno rendimiento.
Mi única pega fue Papamakarios. No tuvo su día y no pudo cumplir un papel que tiene más importancia de lo que parece. Si Manos está a su nivel, nuestros titulares podrán descansar más y en principio el griego será capaz de mantener un buen nivel y aportar en ambos lados de la cancha. Le eché mucho de menos, pero le espero para el próximo partido. Es un jugador, que aunque ante el CAI no estuvo, aporta en muchas cosas que no se ven a primera vista. Nos hace falta.
Y en la pintura, paso a paso, las cosas van funcionando. Panko sigue asumiendo muchos minutos y responsabilidad, éste no fue su mejor partido pero como hace siempre, su solidez le da muchísimo empaque y seguridad al equipo. Me llamó la antención especialmente lo bien que jugó entre postes, tanto con Betts como con Doblas y también cómo supo encontrar espacios en el poste bajo. A nadie se le escapa que es nuestro valor más seguro. Con 24 puntos, 8 rebotes y 7 faltas recibidas en un partido que ni de lejos fue de sus mejores… no hay mucho más que decir.
Luego está Andrew Betts que no hace más que dar pasos al frente. Cada día mejora respecto al anterior y comienza a ser una referencia en la pintura para nosotros. Ahora lo que le queda es seguir mejorando su forma física para poder hacerlo durante más minutos, pero va en el buen camino. Y David me convenció mucho. Colaboró con puntos y rebotes, estuvo muy serio durante todo el partido, no se cargó de faltas, defendió con acierto, pero por encima de todo estuvo ahí cuando más se le necesitaba en los últimos minutos. Sumó muchísimo para lo poco que estuvo en cancha. Muy centrado y sacrificado por el equipo, es decir, la versión de Doblas que más nos gusta y que de esta manera estará más presente cada vez.
No quiero dejar a Adeleke, que la semana pasada se llevó palos a discreción y desde todas partes. No es que pasara de cero a diez, pero sí es cierto que mejoró e hizo cosas bien. Tiene un gran camino por delante pero la sensación fue más positiva.
Pero lo que queda al fin y al cabo es la victoria y lo que ésta supone. Esta semana el equipo va a trabajar con su confianza reforzada, con una sonrisa en la cara y creyendo mucho más en lo que está haciendo. No quiero ni pensar en cómo irían a entrenar con otra derrota en el zurrón… no me refiero a la actitud, me refiero al lastre con el cargas y en este caso, por suerte, ese peso ya no está en las alforjas del Lagun Aro. Éste ha sido un paso importante, ahora se trata de dar el siguiente; si el GBC es capaz de ganar a un equipo tan potente como el Valencia, hacerlo delante del público al tanto le debe, regalarle una victoria jugando como lo viene haciendo últimamente; la dosis de ilusión y alegría que nos va a insuflar a todos va a ser enorme. Así que a por todas. Nos visita Valencia Basket, uno de los cocos de la liga, pero tengo la confianza absoluta de que podemos ganar este partido y, de verdad, si lo hacemos, las cosas van a comenzar a ir realmente bien. Vamos a por ello y vamos a divertinos el domingo en el Donostia Arena. Y aunque sea un minuto, vamos a degustar esta primera victoria que nos hacía mucha falta y ya nos merecíamos todos.