Vamos a hablar claro. Esta temporada de momento va de ahogarse y de orillas, vivimos en el día de la marmota cada vez que vemos un partido del Lagun Aro GBC y pasamos de disfrutar con el juego a aguantar la respiración para marcharnos a casa con otra decepción en el zurrón. La situación es la que es, dos victorias y siete derrotas, no vamos a mirar hacia otro lado. Pero me parece de necios simplificarlo a eso y limitarnos a decir vamos penúltimos y esto es un desastre…

Si me pongo a pensar, lo que me sale es decir: somos casi competitivos. Vamos, que siempre damos la cara, siempre estamos ahí pero en la gran mayoría de las citas la moneda cae de cruz. Sentimos estar a un paso, a una brazada, a un esfuerzo de disfrutar del maná de la victoria en lugar de degustar los sinsabores de la derrota y lo peor es que nos estamos acostumbrando a ese sabor. Ese es precisamente el peligro, acostumbrarnos, habituarnos al fracaso y comenzar a conformarnos. Sabemos que las cosas van mal, se trata de hacer lo que haga falta para cambiar lo negativo por lo positivo. Ya he dicho muchas veces que me gusta el baloncesto que practica el Lagun Aro, me parece atractivo y que puede ser efectivo, aunque todavía no demuestra lo sengundo. Me niego a pensar que todo es fantasía y color al igual que niego a verlo todo negro. El equipo tiene problemas, es una obviedad; pero también tiene muchas virtudes que aún no ha acabado de explotar.

Me parece que es muy importante hacer un diagnóstico de la situación para no llevarnos a engaño y si hay problemas corregirlos. Este fin de semana afrontamos la décima jornada, lo que implica que ya tenemos una primera muestra de lo que somos y podemos esperar. Creo que ésta es una diferenciación clave, porque de lo que somos ahora mismo a lo que podemos esperar de este equipo va un mundo. El resultado es hoy en día mucho peor que las sensaciones que tenemos, el equipo nos transmite argumentos que nos hacen pensar que siete derrotas a estas alturas son un castigo excesivo para el trabajo realizado, ahora bien, si nos lamentamos de lo que tenemos en lugar de ir a buscar lo que merecemos, mal asunto. Lo hecho, hecho está. Ya nada lo va a cambiar ni a sumarnos victorias pasadas. Hay que ir a por las próximas, a por la próxima. ¿Y qué hacemos para lograrlo?

Lo primero superar de una vez por todas esa desazón terrible y pesada que lastra a nuestros jugadores. Esa sensación de frustración es una carga mucho peor que unas piernas cansadas porque te cohibe, te coarta, te hace dudar en lugar de acertar; cambia determinación por ansiedad. Por tanto, no es baladí, es algo grave y muy difícil de superar. En mi opinión, la prueba más dura a la que debe enfrentarse la plantilla; mirarse al espejo y decir de una vez por todas que pueden conseguirlo. Después de hablar con los jugadores y de escuchar a Sito en la previa del partido, creo que están en disposición de conseguirlo. La rueda de prensa que ha dado nuestro estrenador en la mañana del viernes me ha parecido toda una declaración de intenciones, una muestra de grandeza y de espíritu ganador: Cero excusas, reconocimiento de problemas y fuerza para superarlos. Autoestima, carácter y ambición. Creer que se puede es el primer paso para poder.

Ahora bien, hay algo en lo que discrepo con Sito Alonso, o al menos de lo que se desprende de sus declaraciones. Lo ha dejado claro, no se plantea fichar. Y a mí se me antoja fundamental en este momento. El equipo está falto de equilibrio, se me queda corto, se me antoja insuficiente. El argumento de Sito -y yo le creo- es que confía en lo que tiene y nos pide paciencia para desarrollar su idea y que los jugadores la interioricen y la desarrollen. Se han enumerado situaciones de jugadores que están lejos de lo que de ellos se espera: Papamakarios, Betts, Lorant, Julen… en algunos casos es una cuestión de rebeldía, en otros de asuntos referentes al físico, los nervios, etc. Creo que en general lo que le falta al equipo, además de creérselo como se lo cree Sito, es instinto asesino. Coger a la presa y acabar con ella, porque en la ACB está claro que matas o te matan. Y el ejemplo de lo que espera el domingo es perfecto. Bask0nia está herido, aturdido, confundido… es la ocasión de ganar en Vitoria de una vez. En las palabras de Sito encontramos ese instinto de ir a por la victoria. Ahora hay que demostrarlo en el campo. Insisto, depende de los jugadores, de que salgan y se lo crean, de que salgan y muerdan. De que se revelen de una vez por todas contra esta dichosa situación que les mantiene con dos victorias al fondo de la tabla cuando, al menos, deberían tesorar cuatro. Pero son ellos y lo que hagan con cada oportunidad que tienen lo que determinará nuestro destino. Hay que ir a por él sin complejos, perderle el respeto a Baskonia, a nuestro mal principio y a todo… como quien dice, ahora mismo nadie piensa que puedan ganar en Vitoria salvo ellos mismos. Es hora de dar un golpe sobre la mesa.

Pero no quiero zanjar todavía el asunto de la plantilla corta. Para empezar, si realmente no lo es, que lo demuestren los que la componen. Dicho esto, yo opino realmente que es corta y que insuflarle talento interior le daría la vida… Me acuerdo mucho de Albert Miralles y de lo bien que nos vendría. Pero no está y lo que hay, de momento, demuestra ser insuficiente. Sucede que podemos no tener dinero, entonces que los que están respondan a la confianza que Sito les muestra cada vez que les defiende a capa y espada. Pero miro la realidad y en los puestos interiores veo un Doblas en crecimiento que aspira a ir a más, un Adeleke cumplidor, y poco más. ¡Ah sí, Andy Panko! El jugador que más minutos disputa de la ACB, que se multiplica y nunca desfallece. Esta semana ha cumplido 34 años a pesar de ese físico de acero, ese comportamiento de ganador y esa profesionalidad que le hace cuidarse al extremo; una temporada completa a ese ritmo puede pasarle factura tarde o temprano. Lo cierto es que un refuerzo de calidad nos vendría de perlas y ayudaría a un equipo que lo que nos deja ver es que va justito. No tenemos grandes físicos para intimidar, no los tenemos para poder hacer despliegues defensivos que equilibren la balanza con la agresividad en el perímetro. En realidad son muchas las razones, pero tenemos necesidades, es algo claro.

No es cuestión de un partido o de dos que la plantilla termine de asumir el estilo que pretende implantar Sito Alonso, pero sí es necesario empezar a ganar desde ya. Quizá la sensación más clara que tengo es que el entrenador está sacando el máximo rendimiento a las armas que tiene y que éstas son insuficientes; espero de verdad equivocarme y no sea realmente el máximo, pero sí opino que Sito está sacando más rendimiento del esperable, que está exprimiendo todo el zumo pero que las naranjas son pocas… Yo creo necesario un refuerzo de entidad, no sé si podemos o no permitírnoslo, pero lo veo necesario.

Con todo, con los problemas, con las carencias, con el lastre de las derrotas; sigo mirando el futuro con optimismo. Por encima de todo, creo en el trabajo que se está haciendo y en que tarde o temprano va a dar buenos réditos (esperemos que sea lo más pronto posible). Detalles han determinado en muchas ocasiones la diferencia entre la victoria o la derrota, pero claro, en los detalles está precisamente el camino a la prosperidad. Detalles que conviertan el trabajo tan honesto que está haciendo nuestro equipo en efectivo, en productivo, en capaz de sumar victorias de manera regular. Es también en parte cuestión de actitud y carácter, y  en lo que a ellos respecta me parece que el equipo pretende, se busca pero no se remata.

Rematar. Es la palabra clave. Lo que le falta a este equipo es rematar, finalizar, convertir las oportunidades en victorias. Dejar de ser casi competitivos y serlo de una maldita vez. Ir a por ello con todo y de una vez por todas. Que es cierto, que hay críticas, que les estamos acusando de no ser suficiente, que necesitan ayuda por a ellos no les da, ¡pues que nos callen la boca, demonios, que nos den argumentos para saber que estamos equivocados! Y lo más importante, que tienen gente detrás que cree en ellos, que no les está dando la espalda. Venga ya. Poner excusas es muy fácil, lo díficil es encarar los problemas y superarlos. Y no es sólo una cuestión -y perdón por la expresión- de cojones. Que no, que no dudo de que los ponen; es una cuestión de ser capaces de dar todos un poco más, saberse grandes, saberse buenos, sentirse capaces. Si lo son y lo creen, que lo hagan.

Y hay que empezar por el domingo y por el Baskonia. Creo firmemente que se puede ganar el partido. Que por mucho Teletovic, mucho San Emeterio, Progioni, Oleson y compañía, el momento de dudas y bloqueo mental por el que pasan les convierte en asequibles. Por eso, si se ponen a tiro hay que abartirles, porque ellos no van a dudar en ganarnos de 30 si pueden. La clave la tienen los propios jugadores del Lagun Aro, pueden ser cazador o víctima, ellos deciden; de eso depende, de lo que ellos quieran. ¿Vamos a Vitoria a ganar? Pues si es así vamos olvidar lo que ya no podemos cambiar y estemos dispuestos a luchar lo que tenemos por delante. ¿Tenemos capacidad? Yo creo que sí. Pero ni yo ni ninguno de los miles de aficionados que estarán apoyando al equipo, sufriendo con él, pueden meter canastas o defender como es debido. Depende de Raul, Javi, Manos, Jimmy, Sergi, Andy, Lander, Mikel, Julen, David, Andrew, Kenny, Sito, Txakar, Lolo, Igor, Eugenio y Bully. Esos son nuestro equipo, los que estarán en la banda del Iradier Arena. Hacednos sentir orgullosos y ganad de una condenada vez, que es así como se sale de los malos momentos, dejándose de excusas y haciendo lo que hay que hacer; lo único que nos hace falta ahora mismo es una victoria que confirme lo que nos hacéis intuir. Ganad y dejádnoslo claro. No hay nada más. Creo que como todo aficinado del GBC quiero que mi equipo gane y juegue un baloncesto que me guste y me divierta. Tengo lo segundo, necesito lo primero.