Jimmy, te estamos echando mucho de menos. Cuando menos, extrañamos al Jimmy al que nos tienes acostumbrados, el que nos dejaba con la boca abierta cada partido y nos asombraba no sólo a nosotros, los humildes aficionados del Lagun Aro, sino a la Liga Endesa en pleno. Siempre liderando las clasificaciones que tienen que ver con el tiro, siendo el que más triples mete y con grandes porcentajes además, liderando el porcentaje de tiros libres… Todavía sigues siendo el único jugador que en cada partido que ha jugado en la ACB ha metido al menos un triple, pero has dejado de ser ese tipo decisivo, que marca las diferencias, que como tenga medio segundo o medio centímetro, te mata. Te echamos de menos, ¿qué te pasa Jimmy?
Sé todo lo que has tenido que trabajar para llegar donde estás, que muchas veces has tenido que escuchar que no vales, que no tienes lo que hace falta, que no ibas a llegar. Lejos de rendirte siempre hiciste más que el resto, invertiste las horas que hicieran falta y si nadie pensaba que eras el mejor, tú te comportabas como si lo fueras. Por eso te admiro tanto, por eso has sido desde el día que llegaste a San Sebastián uno de mis jugadores favoritos, siempre me han emocionado tus triples, siempre me he girado hacia mis amigos en mi asiento, incrédulo, diciéndoles ¿has visto eso? Siempre me encantó tu actitud, tu descaro, tu comportamiento de ganador. Y no sé que te ha pasado o que te pasa, pero todo eso parace haberse perdido, o al menos diluido por el camino… Ya no veo esas ganas de fusilar al rival en cada jugada, esa pose de killer que jugada tras jugada demostrabas que era real. Las has cambiado por ansiedad y negatividad; esa mirada baja de asesino silencioso se ha esfumado, la has cambiado por una negación constante con la cabeza. ¿Dónde estás Jimmy?
No te veo cómodo Jimmy, no siento que te diviertas como antes. Es como si algo te pesara y no te dejara disfrutar de lo que más te gusta, de lo que mejor haces. Algo que provoca que cuando media hora antes del partido te pones a tirar desde el logo de la ACB -como a nueve metros del aro- seas capaz de meter catorce de los quince triples que tiras (yo soy el tonto que te los cuenta y cree que ese día te vas a salir), pero cuando empieza el partido recibas solo y no consigas acertar, se salga de dentro y ya no afrontes el partido igual. ¿Dónde se fue tu confianza de acero?
Siempre has sido una máquina Jimmy, contra viento y marea, llueva o truene, salga el sol o nieve… Tú has sido regular en cualquier circunstancia. Ante los mejores defensores, les has amargado, las has metido en su cara y desde muy lejos, desde muy, muy lejos. El año pasado fuiste el tercer mejor anotador de la ACB, el que más triples metió y el que mejor porcentaje de tiros libres firmó en la historia de la competición… Ahora eres uno más, una hoja de servicios mediocre y yo me resisto a creer que ese seas tú. El año pasado a estas alturas, con diez partidos disputados eras la sensación de la Liga, llevabas 31 triples, el que más de la ACB y lo hiciste con sólo 72 intentos, es decir con un 43% de acierto. De esos diez partidos, en siete metiste tres triples o más y en dos de ellos, cinco, tirando además por encima del cincuenta por ciento. Este año has tirado más o menos los mismos triples, 75 en lugar de 72, pero has metido 10 menos, lo que quiere decir que en vez de firmar ese magnífico 43% sólo llevas un 28%, el porcentaje de un cualquiera y tú no eres un cualquiera. Todos aquí sabemos que eres el mejor tirador de la Liga, empieza a creértelo tú. Porque este año sólo has pasado de tres triples en tres partidos y dos de ellos los hemos ganado. ¿Qué hace falta para que vuelvas a ser tú mismo?
Yo sé que las defensas están pendientes de ti, como para no estarlo… Pero es que tu carácter te ha empujado siempre ha crecerte ante las dificultades. En diez partidos, has jugado prácticamente lo mismo que el año pasado, 289 minutos con Laso y 285 con Sito. En ese tiempo, tu bajón en la anotación es sensible, pues has pasado de anotar 155 puntos a 119 esta temporada, es decir, de 15,5 a 11,9. Lo que significa pasar de la élite de los anotadores de la Liga Endesa a la zona media. ¿Es ése tu lugar?
Pero la diferencia más abismal se nota en la derrotas Jimmy. Hasta ahora la simplificación de ganamos cuando juegas bien no sé si será justa o injusta, pero es real. La diferencia entre tu aportación en las victorias y en las derrotas es abismal. Jimmy, has valorado más del doble en los dos partidos que se han ganado que en los ocho que se han perdido. Quiero decir que en dos partidos has valorado 41 y en los otros ocho, en total, 20. Que en las victorias has promediado 21,5 puntos y en las derrotas 8,1. Pero hay más, en las victorias tiras de tres por encima del 50% (7/12) y en las derrotas apenas superas el 20% (14/63). Eso no es normal en ti y donde más se refleja es en la valoración: tienes una media de 20,5 en las victorias y de 2,5 en las derrotas. Diez veces más. Diez. Los números hablan por sí solos. ¿Qué te pasa?
Y digo qué te pasa porque es aquí cuando me queda claro que tienes un problema, algo que no acabo de descifrar y que no te deja ser tú mismo, ese tipo que está ahí siempre que le necesitamos. Porque el año pasado en las victorias y en las derrotas tus números eran similares Jimmy, eras una máquina que siempre cumplía, con el que siempre se podía contar… como Panko. Dos bendiciones en forma de extracomunitarios. Pero este año no, este año de momento, contigo no. La realidad dice que tus números la pasada campaña en los primeros diez partidos eran de 15,8 puntos de media en las victorias y 15,2 en las derrotas -recuerda, ahora es 21,5 en las victorias 8,1 en las derrotas-; de 15/36 triples en las victorias (42%) y 16/36 en las derrotas (44%), preciso como un reloj -hoy en día, tiras por encima del 50% en las victorias y poco más del 20% en las derrotas-. Y por último, valorabas 11,4 en las victorias y 9,6 en las derrotas -por el 20,5 ganando y 2,5 perdiendo de ahora-. En lo único que has mejorado claramente es en la cantidad de veces que visitas la línea de tiros libres, pues a estas alturas has tirado casi el doble que el año pasado (de 11 a 20) pero en todo lo demás has pasado de ser la regularidad personificada (regularidad en tu brillantez) a una montaña rusa y un manojo de nervios y frustración.
Estamos notando y mucho esta diferencia Jimmy y nos haces falta. Es como si en verano hubiera vuelto otro jugador… Tienes que aplicarte más en defensa porque ahí es donde vas a dar el salto de calidad para ser una estrella y un jugador que marque definitivamente las diferencias. Tu mano volverá donde estuvo siempre, pero tienes que defender mucho más. Yo no sé qué es lo que te pasa y cuáles son las razones, no puedo saberlo, quizá sólo tú lo sepas; pero lo que sí tengo muy claro es que nos haces mucha más falta de la que pensamos. Antes metías tirando solo, defendido, saliendo de bloqueo, en carrera o con los pies en el suelo; ahora, fallas hasta los tiros librado… Y niegas con la cabeza, la bajas, resoplas… Quiero volver a verte sonreir, a ver esa mirada determinada a triunfar y a hacer triunfar al Lagun Aro. Recuerda quién eres, el mejor tirador de tres de esta competición, porque parece habérsete olvidado.
Y te confieso que se me hace muy duro decir todo esto porque como ya te he dicho eres un jugador que me encanta, que me inspira, que me hace disfrutar de este deporte. Lo cierto es que nos haces falta, te necesitamos, pero Jimmy, te necesitamos en tu modo killer, el que no perdona, el que te mata desde la distancia que sea. No sé que te pasa, pero que se te pase ya. Nosotros te vamos a seguir animando y creyendo en ti. Y, de verdad, ojalá me calles la boca desde este mismo domingo y comiences a ser el de siempre. Espero tener que retractarme partido tras partido… lo haré encantado, porque lo necesitamos más que nunca y disfruto mucho con tu juego. Vuelve Jimmy, es ahora cuando tienes que aparecer. Cuando tienes que buscar el balón y mandarlo dentro del aro. Eres el factor que puede darnos el salto de calidad que nos saque del fondo de tabla, porque de momento has aparecido con cuentagotas; cuando lo hagas regularmente ganaremos regularmente. Por supuesto que hay mil cosas más que mejorar, que tenemos que coger rebotes y defender y todo lo demás. Pero si tú vuelves a ser tú mismo será más fácil para todos. ¿Cuántas veces te han dicho que no valías, que no serías profesional? No lo sé, ni me importa; aquí no lo vas a escuchar porque te hemos visto en todo tu explendor. Es hora de volver a brillar.