Para una persona tan despistada como yo, un diario es la mejor idea que podía tener. Ni me olvido de las cosas importantes de ayer, ni de las que me toca hacer hoy. En una semana como ésta, con tantas cosas, es lo mejor que me podía pasar. Ayer lunes, la atención a la prensa por parte del equipo, justo antes del primer entrenamiento preparatorio de la Copa, fue sin duda el punto álgido de la jornada; un rato muy interesante y útil para observar estados de ánimo, ver caras, lenguajes corporales y mucho más. Y la mejor noticia que con la que me quedé fue la completa normalidad que reinó en el acto. Al final fueron tres cuartos de hora en lugar de los veinte minutos a los que nos tienen acostumbrados las normas de funcionamiento del club y, en vez de estar los cinco de siempre, había como cuatro o cinco veces más periodistas de los acostumbrados. Lógico. Pero ni un nervio, ni una mala cara, todo amabilidad y total predisposición por parte de jugadores y cuerpo técnico… y eso que les hemos requerido prácticamente a todos.

Me han llamado la atención varios detalles. Para empezar, el brillo en los ojos de Raúl Neto y Jimmy Baron. Son dos jugadores jóvenes y con mucha importancia dentro del equipo y afrontan una competición en la que saben que los ojos del mundo entero en lo que a baloncesto se refiere van a estar fijos en Barcelona. Ni ansiedad, ni nervios. Una sonrisa de oreja a oreja y un convencimiento absoluto en las posibilidades del equipo y en las suyas propias. Con el que más tiempo he pasado hablando ha sido precisamente con Jimmy Baron; para los que no hayáis tenido la oportunidad de hablar con el de Rhode Island, os diré que Jimmy es un tipo extremadamente educado y muy cercano, es un gusto poder intercambiar unas palabras con él, se nota que es sincero en lo que te dice y siempre te habla con una sonrisa en la cara. Incluso las semanas que le buscábamos porque no las metía…

Últimamente la sombra de la duda se ha vuelto a cernir sobre él, los dos últimos partidos fuera de casa no ha anotado fluidamente y eso preocupa al entorno. Él, en cambio, está muy tranquilo. Se sabe el mejor tirador de esta liga, pero no con arrogancia sino con una actitud como de ambición de serlo; Jimmy es un tío increíble y cuando su sonrisa preside la conversación y notas la seguridad en sus palabras, te invade una tranquilidad impresionante. En ningún momento me ha hablado de ganas de meter 30 puntos o meter 8 triples, todo el tiempo hacía mención a ayudar al equipo, de que si tiene balones claros no los va a desaprovechar sin dudar y si la defensa le presta mucha atención, fantástico, porque así sus compañeros tendrán muchos más espacios; a él le tiene que seguir muy lejos. Y no tiene prisa, piensa dejar que el partido le llegue y mientras, esforzarse en defensa. Yo no sé vosotros, pero tengo la sensación -ya la he tenido otras veces- de que Jimmy nos va a dar muchas cosas buenas el jueves.

Decía antes que he notado también un brillo especial en los ojos de Neto y algo parecido en el semblante de Papamakarios, uno de los jóvenes y uno de los veteranos y en ambos, una certeza, no de que vayamos a ganar, sino de que el Lagun Aro GBC está preparado de el reto que le toca afrontar. Y una última cosa me ha dejado ya totalmente satisfecho antes de marcharme de Illumbe: La tranquilidad y la seguridad que irradiaba David Doblas. Su actitud me ha recordado mucho más a la semana del 23 de mayo de 2006 en la que logramos el ascenso contra León, que, por ejemplo, a las semanas de la pasada temporada en las que estaba firmando los mejores números de su carrera. David es una pieza imprescindible en este engranaje, su aportación no se refleja regularmente en la estadística individual pero sí en el marcador final. David se sabe importante y le está sacando el jugo, está mejorando una barbaridad como jugador esta temporada, para mí, la mejor de su carrera en ACB.

Y una cosa más, una ausencia. Andy Panko, que se quedó en casa con fiebre. Pero creo que ninguno de nosotros tenemos duda alguna, no existe un virus lo suficientemente fuerte para dejar al de Harrisburg fuera de una cita como la que tenemos por delante. Él llevaba mucho tiempo detrás de un premio colectivo como éste, que no hace otra cosa más que refrendar su calidad y talento como líder, su deseo de victoria más allá de actuaciones individuales, su obsesión de que el colectivo está por delante del individuo. Que alguien avise a los virus que se trata de Andy Panko, al fin y al cabo, con eso está todo dicho.

Por lo tanto, ayer comencé la semana reforzando mi optimismo con este equipo. Yo creo en ellos y más allá de que ganen o pierdan contra Baskonia, acepto que están en disposición de sacar a relucir su mejor baloncesto y si eso sucede, no tengo dudas de que podemos seguir el sábado en Barcelona. Todos tenemos ese sueño, yo desde luego que sí, pero debemos aceptar que la realidad también nos da argumentos para pensar en la hazaña. Y es que no puedo evitarlo, estos días previos me retrotraen a la semana del ascenso ante León… Fuera de Gipuzkoa nadie daba un duro por nosotros, como ahora. Pero resulta que nosotros creemos en nuestro equipo. Y no hay una sola persona que me vaya a quitar la confianza que tengo en Sito y sus jugadores. No seremos los más habilidosos individualmente, pero como equipo no tenemos nada que envidiar a nadie.

No vamos a Barcelona de vacaciones, vamos a ganar.

Y si ayer fue un buen día; hoy, que promete ser uno de los de más trabajo del año para quien les escribe -bendito y maravilloso trabajo- mis ganas se redoblan y pienso disfrutar de cada segundo. Porque una semana así no se vive fácilmente, ésta es nuestra primera vez y hay que aprovecharla. Subrayado tengo las doce de la mañana, será la hora en la que Sito Alonso se siente ante nosotros para contestar nuestras preguntas. La triste realidad de las ruedas de prensa para un periodista deportivo son sucesiones de tópicos repetidos de carrerilla y sin ganas, por suerte, el baloncesto suele ser la excepción y dentro de eso, las intervenciones de Sito, de lo más interesantes. Y este mediodía, además, la comparecencia es más relevante si cabe, previa a la Copa y últimas palabras por parte del Lagun Aro ante de partir a Barna. Como para perdérsela… Mañana os cuento cómo ha ido y seguimos acercándonos al día. Un día de esos para los que yo me hice periodista; el jueves a las siete de la tarde voy a ser muy feliz, como los que forméis la marea azul en la grada del Sant Jordi, o en casa, o donde sea siguiendo el partido y soñando durante cuarenta minutos con la posibilidad de algo muy grande. Aunque el hecho de estar presentes en la Copa ya es un sueño cumplido. Pero ahora queremos más… vamos a ganar.