Qué respiro. Qué alivio. Qué peso nos hemos quitado de encima. Las caras en Illumbe al terminar el partido eran un poema, pero en este caso, ninguno triste. Sonrisas por doquier. Manos estrechadas por aquí, abrazos por allá y caras felices, muchas caras felices. Todas. La sensación de habernos despertado de una pesadilla, de hecho, […]