Qué palo. Primer partido de liga y para seguir la tradición, derrota. Tres años en ACB y tres derrotas en el debut. Pero más que la derrota, fue el despliegue del equipo lo que más fríos nos pudo dejar. El GBC parecía el Guadiana, aparecía y desaparecía durante el partido, incapaz de conseguir una constancia en su juego. Por supuesto, la victoria la entregamos en defensa.
Si en apenas siete minutos tu rival te mete 25 puntos es que algo falla y de poco sirve que en los siguientes tres, después del tiempo muerto, no te metan ni una canasta más; porque ya vas a remolque todo el partido.
La defensa fue uno de los asuntos más preocupantes, pero no el único. Sí llama la atención que Laso destacara este aspecto a menos de una semana del debut y luego te encuentras con que San Miguel rompe a Uriz y encuentra una autopista hacia la canasta porque… ¡Los otros cuatro jugadores del GBC están de espaldas en el lado débil! Esa jugada fue el ejemplo perfecto para retratar una defensa que hace aguas por todas partes.
Después está el incomprensible reparto de minutos en el puesto de base. Es imposible encontrar consistencia en un director si no recibe confianza por parte del entrenador. Vamos a partir de la base de que Sergio Sánchez es el titular; empezó el partido y jugó los minutos decisivos. Pero entretanto se quedó clavado en el banquillo durante mucho tiempo, frío y perdiendo el ritmo por completo. Uriz tuvo un paso fugaz y más bien intrascendente por el parqué y el que recibió una oportunidad de manera sostenida en el partido fue Rai López. Simplemente, no entiendo la gestión del puesto de base.
Rai sufría en todos y cada uno de los saques de fondo para recibir ante la presión de Dani López y después tenía que preocuparse más de defender su bote que de dirigir; por muy bien que hiciera lo demás (que hizo cosas buenas) el equipo no va a sentir confianza por parte de su director de esa manera. Sergio no tuvo el más mínimo problema para recibir o poder pensar en llevar al equipo; lo malo es que empezó a jugar a baloncesto en el último cuarto.
Después, me encantaría que alguien me comentara si Michal Ignerski acudió el domingo a Illumbe. Porque yo no le vi. Y creo que su defendido tampoco le debió de ver, porque estaba solo una y otra vez. ¡Ah, Espera! Era el tipo alto que no hacia más fallar y fallar triples sin ser capaz de hacer algo con criterio en ataque… En fin, otro día meterá 22 puntos, pero a mí no me vale si lugo tiene días como éste.
De verdad, hay asuntos difíciles de entender. Difícilmente vamos a jugar un peor cuarto en ataque que el tercero ante el Manresa. Hubo momentos del partido donde el descenso de calidad entre la primera y segunda unidad fue evidente, ahora mismo el equipo no está para repartir minutos de manera equitativa y si los cinco titulares coinciden mucho tiempo en el banco en Madrid y Sevilla nos van a infligir dos serios correctivos. Pero si los titulares defienden como en el primer cuarto será aún peor.
Hay tanto que mejorar… De lo poco que echarnos a la boca tenemos el muy buen partido de David Doblas y descubrir que de una vez por todas tenemos un jugador capaz de fabricar sus propias canastas y generar desequilibrio por si mismo. Antwain Barbour fue la mejor noticia del debut. Buenos porcentajes, anotación fluida… pero defensa inconstante.
No han empezado las cosas como nos gustaría y los tres puntos de diferencia con los que acabó el partido no reflejan la realidad que hubo sobre la pista; el Manresa fue mucho mejor. Rodrigo San Miguel ofreció una valiosa lección de cómo llevar a un equipo con serenidad, Grimau puso mucho oficio, Cusworth marcó la diferencia en la zona y Gladyr, como era de esperar, nos ametralló desde el perímetro y, con 20 años, demostró mucho carácter, como todo su equipo.
Ahora toca mejorar, pero no hay mucho tiempo para arreglar las vías de agua en los entrenamientos; el miércoles visitamos al flamante Real Madrid de Messina que se paseó en Sevilla. Si queremos tener alguna opción, todo parte por empezar a defender, a partir de ahí, quizá podamos jugar un rato de buen baloncesto. Pero esperemos que sea algo más constante, porque este GBC aparece y desaparece como el Guadiana.