Concretamente gris, gris marengo. El Lagun Aro GBC llegó a Sevilla con la posibilidad de ver su futuro muy negro, pero después de la victoria no es momento de volvernos locos y celebrar, porque sólo se ha ganado un partido y el futuro, por ahora, no es tan oscuro pero está gris marengo. Bueno, al menos no está negro… pero queda mucho trabajo por delante.

Lo del domingo en San Pablo fue una especie de día de la marmota. Como el año pasado, llegamos a Sevilla con GBC y Cajasol sumando cero victorias, después de haber perdido con el Real Madrid y como el año pasado, ganamos dejando a nuestro rival tocado y aspirando la primera bocanada de aire importante de la temporada.

La semana ha sido positiva para el equipo, que por encima de todo ha sumado muchos puntos de confianza. La defensa ha dado un paso adelante, por lo que debemos alegrarnos. Al Cajasol le limitamos a unos porcentajes bajísimos y aunque nos arrebataron más rebotes ofensivos de lo que es deseable, este es sin duda el camino.

En ataque la fluidez sigue siendo un problema en ocasiones, somos el equipo de la ACB que menos asistencias ha repartido y tenemos tres jugadores que pierden más de tres balones por partido (Sergio, Barbour y Doblas) y además, nos cuesta mantener un ritmo alto porque somos el equipo que más faltas hace por partido de toda la competición.

Se ha ganado y creo que no procede verlo todo de manera brillante, no hay que lanzar las campanas al vuelo; pero tampoco es cuestión de verlo todo negro. Una tonalidad de gris es lo adecuado. Aunque el que va de un extremo al otro el Michal Ignerski… En tres partidos ha sido capaz de enseñarnos su peor versión en el debut, la mejor en Sevilla y ambas en el partido frente al Real Madrid. Se lo llevo pidiendo desde antes de que comenzara la temporada, ¡constancia Michal! Necesitamos un Ignerski enchufado siempre. Frente su ex equipo ha marcado la diferencia y ha sido clave, pero lo voy a repetir hasta la saciedad, no me vale si ahora vienen tres partidos malos.

Habrá que incluir a Barbour en esto, porque empezó muy bien pero lleva dos partidos flojo de cara al aro. Su predisposición es buena, ayuda en el rebote, lo intenta, pero su labor por encima de todo es meter el balón por el aro.

Barbour ayuda en el rebote, en Sevilla capturó ocho, cuatro de ellos defensivos; otros ocho cogió Panko, siete en defensa… si nuestro aleros cogen los rebotes correr va a ser muy complicado.

Y ya que mencionamos a Panko, a este paso habrá que ponerle una estatua. No se si va a ser capaz de mantener este nivel durante la temporada, pero es un hecho que Andrew John Panko tercero es ahora mismo uno de los mejores jugadores de la ACB. Destaca en puntos, destaca en rebotes, destaca en actitud… destaca en todo. En las tres jornadas que llevamos disputadas los treses están siendo protagonistas, con Mumbrú y San Emeterio arrancando muy fuerte pero con Panko sin nada que envidiarles.

Otra buena noticia fue la irrupción de Miralles, además de que Rai sigue cumpliendo con su labor. Me preocupa la poca importancia de Detrick, pero supongo que es normal y hay que darle un margen (a Barbour sí que debemos exigirle siempre).

Con todo, no es que las cosas vayan fenomenal pero tenemos razones para el optismo, lo más importante es no dejar de crecer, no parar de progresar y aprovechar esta victoria para reforzarnos. El equipo va iluminando el camino y ahora hay que pensar que se nos presenta una oportunidad de sumar ante un Unicaja necesitado pero tambien lleno de dudas. Qué partido más interesante se avecina y trataremos de destripar sus claves a lo largo de la semana; pero de momento, podemos dejar de ver las cosas negras y pasar a otro color, al gris marengo. No está mal, si no, pensemos en cómo estaría el tema si llegamos a perder en Sevilla. Sin despistarnos, podemos disfrutar de esta victoria.