El domingo toca Unicaja y si miramos la clasifiación, sus cero victorias invitan a pensar que les podemos pillar en un momento bajo de confianza… pero de eso nada. El domingo juega en Donosti uno de lo grandes de la ACB, un gigante que estaba dormido pero que ya ha despertado.
Cabe preguntarse, ¿es imposible ganar? No, en absoluto. Las estadísticas dicen que aunque hay un puñado de equipos de la ACB a los que el GBC nunca ha ganado, Unicaja no es uno de ellos; de hecho, en cada una de las dos temporadas que hemos jugado en la máxima categoría hemos ganado al menos un partido a los malagueños. Y sin fijarnos en los números, atendiéndo a las sensaciones, me viene a la cabeza que jugando como en Vistalegre y al recaudo de nuestra cancha el equipo tiene argumentos de sobra para plantar cara y ganar. Pero vayamos asumiendo que para ello necesitamos un partido casi perfecto, porque el Unicaja que llega al Donostia Arena asusta.
El partido que perdieron en la prórroga frente al Madrid ya obligaba al menos ha darse cuenta de lo bien que pueden jugar, pero es que este jueves los de Aíto ha ganado en una de las pistas más complicas de toda Europa: el infierno del Pionir en Belgrado (¿o es un paraíso baloncestístico?). Los malagueños tuvieron que sudar sangre para estar enganchados al Partizan y así poder rematar en un último cuarto simplemente perfecto. Si alcanzan ese nivel sólo el mejor GBC posible podría superarles.
Un dato que no podemos obviar es que si los de Laso llevan el partido a la prórroga tenemos mucho ganado. Desde que Aíto García Reneses entrena a los verdes, el equipo ha jugado ocho prórrogas y las ocho las ha perdido. Incluyendo la final de la pasada Copa del Rey el último partido de ACB que ha jugado ante el Real Madrid.
Más allá de eso, nos enfrentamos, sin exagerar un ápice, a uno de los equipos más completos de Europa:
Bases perfectamente complementarios
Vamos a empezar por la pareja de bases, una de las mejores de la ACB. Tras la salida de Carlos Cabezas por su eterno desencuentro con Aíto, Unicaja cuenta con Omar Cook y Pooh Jeter, dos jugadores totalmente distintos que se complementan a la perfección. Cook fue una de las noticias más positivas de Unicaja la pasada campaña, un base sobrio, poderoso físicamente, preocupado por dirigir y que el equipo funcione, un garantía. Nada espectacular pero muy efectivo. Un metrónomo.
Y si Cook pone la cabeza, Jeter aporta la chispa. Para referirse a lo rápido que es Pooh Jeter sólo hay que acudir al hecho de que su hermana mayor Carmelita Jeter firmó el pasado septiembre en Shangai la segunda mejor marca de la historia de los 100 metros lisos femeninos con 10.64, sólo superada por la mítica Florence Griffin. Por tanto, de casta le viene al galgo, estamos sin duda ante un base veloz. Jeter mira más a canasta que Cook y puede ponernos en muchos problemas si no se le defiende bien; sin duda pondrá a prueba la lateralidad de Sergio Sánchez si se emparejan.
Tengo ganas de ver a Rai López ante los bases que de momento le cierran la puerta del primer equipo de Unicaja. Seguro que está muy motivado.
Los aleros, un pléyade de estrellas
Da miedo mirar el puesto de alero en Unicaja. Carlos Jiménez, Giorgios Printezis, Jiri Welch, Saúl Blanco, Berni Rodríguez y, lesionado, Taquan Dean. Buscar un punto débil no va a ser sencillo.
De Carlos Jiménez no puedo decir una mala palabra, me lo prohibe mi religión. El cántico de la Demencia “Qué huevos tienes, Carlitos Jiménez” resume el sentimiento general de la afición española ante uno de los mejores aleros de la historia de nuestro baloncesto. No hará mucho ruido, pero nos hará daño. Es el jugador que todo el mundo querría tener en su equipo. Será un placer verle jugar.
Printezis es el caso contrario. Jiménez lo ha demostrado todo y el griego es uno de los aleros jóvenes con mayor potencial de Europa, uno de esos treses del futuro que marcan la diferencia en el perímetro y en la zona. El los pasados cuartos de final de la Euroliga destrozó al Madrid. Una estrella en ciernes. Un jugador cuyo detino está al otro lado del Atlántico. Tanto Jiménez como Printezis intercambiaran los puestos de tres y cuatro, con lo que no será fácil defenderlos.
Jiri Welch definitivamente no terminó del alcanzar el nivel que se esperaba de él. Ahora que ha bajado su caché a unas cifras algo más sensatas hay que reconocer que es un jugador muy útil. Irregular, pero útil. Si tiene el día bueno nos puede enseñar porqué fue titular en los Celtics y aunque no es una garantía si que es un peligro a tener en cuenta.
Son los escoltas los que menos están brillando en este inicio de temporada. Con Dean en el dique seco, a Saúl le está costando adaptarse a un grande y no ha dado de sí todo lo que es capaz. Porque no nos engañemos, Saúl Blanco es un jugador llamado a la selección española si no corta si progresión. Esperemos que esta pequeña pájara inicial por aterrizar en un grande le dure un partido más, pero que nos regale algún mate como los que le hacía en 1ª Nacional al Atlético San Sebastián-UPV de Lolo Encinas…
De Berni ya sabemos lo que podemos esperar: trabajo, defensa, tiro, penetraciones… La lesión que le dejó sin Eurobasket ha retrasado su preparación, asi que quizá tampoco esté en su mejor nivel este domingo.
Y por dentro… Freeland
Por si fuera poco todo el arsenal exterior de Unicaja, su mejor jugador hasta el momento juega por dentro, es británico y se llama Joel Freeland. Todo hace indicar que ésta es la temporada de la eclosión definitiva de Freeland antes de que se vaya a los Blazers. Duro en la pintura, rápido jugando de cara, buen tiro… una maravilla. No tendrá fácil hacer olvidar a un Haislip que lo hizo tan bien que los Spurs le han convertido en el recambio de Tim Duncan y un Ndong que se rifaba media Europa; pero de momento parece que el británico no les tiene nada que envidiar.
Al que se le está haciendo más complicada la adaptación es a Guillem Rubio. El mejor ala-pívot nacional de la pasada ACB (siempre que consideremos a Fran y Felipe cincos) está sufriendo el mismo proceso que Saúl: el vértigo de llegar a un equipo aspirante a todo de momento le tiene algo cohibido y no está alcanzando su mejor nivel.
Por último, Robert Archibald es una garantía de brega, un currante que cuenta con mucha calidad. Además, Aíto sabe sacar lo mejor del escocés y será un jugador muy incómodo en ambos lados de la pista para nuestros postes. Y un último apunte, ojo si el brasileño Lima tiene algunos minutos, una perlita de la cantera que nos puede dejar con la boca abierta.
Con todo esto, ya podemos ir preparados para ver a un equipazo frente al GBC y, seguramente, si el Lagun Aro sigue su progresión, un partido de baloncesto en mayúsculas en el Donostia Arena. Si todo los partidos tienen alicientes, a éste le sobran. Una de esas citas imprescindibles que nos enseñan lo agracedidos que debemos estar por tener ACB en Gipuzkoa. Espereremos que el partido esté a la altura y que el GBC nos haga sentir orgullosos; yo no me lo perdería…