Esto va dirigido al club Bilbao basket, así como a su afición y también a la del GBC:

El enfrentamiento entre Gipuzkoa Basket y Bilbao Basket es siempre una cita señalada en calendario. No tanto para los jugadores, pero sí para el entorno del equipo y se tiende a magnificar todo. Con motivo de ese duelo, yo aproveché el humilde rincón que me brinda el DV con este blog para publicar un artículo algo más atrevido a mis acostumbrados análisis del rival de los viernes. Por lo visto, y ante mi sorpresa, hubo quien se sintió ofendido por su contenido.

Si es así, no me duelen prendas en disculparme. Nada más lejos de mi intención ofender a nadie y si así fue, realmente lo siento.

En ese artículo apelo a la rivalidad y recuerdo alguna derrota significativa como la de nuestro debut en la ACB o aquel triple que Javi Salgado metió desde casi medio campo. Hablo de cuentas pendientes, pero cuentas que saldar dentro de la pista.

Jamás apelo al odio o la violencia, nunca a un enfrentamiento más allá de lo deportivo. Sinceramente, el que vea en ese artículo una incitación a la violencia tiene un serio problema. Personalmente, cualquier tipo de violencia me repugna y me enerva cuando está asociada al baloncesto, porque mancha de la peor manera lo que para mí es el más precioso deporte que jamás haya existido. Por tanto, no voy a permitir que nadie sugiera siquiera que estoy fomentando algo que detesto, no lo voy a permitir porque es mentira.

Quiero ser meridiano este punto porque pretendo ser muy responsable con mi derecho a la libertad expresión. Ejerzo ese derecho y mis opiniones pueden gustar más o menos, pero no creo que haya ningún insulto ni falta de respeto en ese artículo ni en ninguno de los que escribo.

Ahora bien, pienso que si lo que publiqué el pasado viernes verdaderamente ha molestado a alguien, es mi deber presentar mis disculpas. Mis disculpas para los que se sitieran ofendidos y también para el club Bilbao Basket.

Creo que la rivalidad es una parte del deporte que lo enriquece, incluso las rivalidades encarnizadas, siempre que sean bien entendidas. Por ejemplo, pocas cosas hay más divertidas que ver un Estudiantes-Real Madrid al lado de la Demencia. Si la mejor afición de la ACB tiene que disculparse con todos los jugadores a los que regala lindezas, apaga y vámonos, porque entre Herreros, Felipe, la mamá de Ricky y todos los calvos que escuchan en los tiros libres que se les ve el cartón… En nuestro caso, si Illumbe se vuelca en animar al GBC contra el BBB, si hace de la plaza de toros un hervidero, el partido puede tomar un cariz mucho más divertido y bonito. Eso sí que prentedía fomentarlo.

Creo que no hay para tanto y que no hay que sacar las cosas de quicio, pero si alguien no lo tomó por ahí, pues lo siento mucho. Desde el viernes estuve dándole vueltas, porque a mi lo que me gusta es el  baloncesto y el motivo principal de este blog es divertirme y divertir hablando de baloncesto, ofrecer mi visión personal para el que quiera leerla. Nunca ofender ni hacer daño a nadie. De ahí el motivo de este post. De todas maneras, el destino me brinda una segunda oportunidad de escribir un artículo previo para ese mismo partido. A ver cómo sale…

Para el Bizkaia Bilbao Basket, para la afición vizcaína -que es más que bienvenida a Donostia- y para la afición guipuzcoana,

Iker Sagasti.