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Puerta atrás

La antigua fortaleza

Hubo un tiempo en el que Granada era una plaza casi inconquistable, una de esas canchas donde sólo los elegidos sacaban victorias -como sucede en Gran Canaria-. De hecho, la primera vuelta de la pasada campaña ganó sus siete primeros partidos como local de manera consecutiva. Esa fortaleza inexpugnable comienza a ser ya sólo un recuerdo… En las seis citas que se han disputado por el momento en el feudo nazarí, cuatro de los visitantes se han ido con un triunfo y solamente dos han sufrido la derrota.


Pero un dato sí es relavante; las dos victorias granadinas en casa han sido dos palizas: 103-71 al Alicante y 81-60 al Manresa.


La historia del GBC en lo que a visitas a Granada respecta refuerza esa idea de fortaleza inconquistable, pues el club guipuzcoano aún no sabe lo que es ganar allí. Esperemos que la tendencia a la baja como locales de los granadinos siga creciendo y que logremos una victoria que nos colocaría, una vez más, en una situación holgada, privilegiada respecto a la clase media de la Liga. Es una nueva oportunidad de conseguirlo, de distanciarse del vagón formado justo debajo nuestro en la tabla. Ya se ha desperdiciado alguna, pero la inmediata reacción que ha llegado siempre permite recibir más opciones. Opciones que de una vez por todas hay que aprovechar.


No tengo dudas que si el Lagun Aro vuelve a esgrimir su mejor juego ganará el partido. Con los dos equipos a su mejor nivel el GBC tiene las de ganar porque es mejor que el Granada. Pero como ya sucediera la pasada jornada, el partido esconde la trampa de pensar que como sobre el papel somos mejores esto ya está ganado. Nada de eso. Habrá que jugar un partido muy serio para prosperar en Granada. Los nazarís llevan tres derrotas seguidas, pero su último triunfo fue precisamente en casa y ante un rival más o menos de nuestra talla, el Suzuki Manresa, al que le metieron 21 de diferencia. Así que confianzas las justas.


El juego del equipo de Trifón Poch tiene dos puntales ofensivos, Jimmie Hunter y Pablo Aguilar y gira sobre dos ejes fundamentales, Richard Hendrix y el galgo Gianella. Aunque el joven pívot estadounidense es el maximo anotador, Hunter y Aguilar tiran más a canasta y el base argentino es el termómetro del equipo. Pero veámos la plantilla uno a uno:


Gianella está solo


Nicolás Gianella se ha convertido en todo un clásico de la ACB. Aporta vetaranía aunque a veces se aloca. Es un gran penetrador pero también es una amenaza desde fuera. Y su nivel suele marcar el del equipo, porque no tiene un recambio de garantías en el puesto de base. Hendrix hará sus números, de una manera o de otra, Hunter tirará y tirará hasta sumar, pero si ensombreces a Gianella acabas prácticamente con las ideas del equipo. Es importante no dejarle correr -lo de galgo es por algo-, porque si roba un par de balones que acaban en bandeja se viene arriba y el equipo con él; entonces se convierte en un jugador muy peligroso. En cambio, si no empieza bien, le suele costar mucho más meterse en el partido.


Temmu Rannikko, personalmente, me parece un fichaje desacertado; un error. No creo que tenga el nivel para jugar en la ACB y aunque ha jugado en equipos de Euroliga nunca ha conseguido una regularidad que invitara a pensar que tenía lo que hay que tener para venir a España -al menos a la ACB, en LEB quizá-. Sus actuaciones y sus números confirman esta idea, pues en casi 20 minutos de media no aporta nada de nada.


Hunter lleva el peso


Jimmie Hunter es la primera opción ofensiva de este equipo. Sus más de once tiros por partido (el único que pasa de diez del equipo) así lo confirman. Pero esta temporada no acaba de encontrar el acierto, sobre todo exterior. A pesar de ello, es un jugador con personalidad, muy peligroso en los minutos finales y también si coge la racha. Es capaz de meter 30 puntos sin apenas fallar o de tirar sin mesura aunque no le entren para llegar a sus números.


Hunter es un escolta muy atlético y cuando se lo propone defiende muy fuerte. Su duelo con Barbour será más que interesante pues tienen características similares.


Como Hunter es el que más juega, el puesto de escolta suele tenerle como protagonista; pero la recuperación de Stefansson da una alternativa a Poch en el puesto de dos. El islandés, en teoría, es un buen tirador y, en teoría, también un buen defensor. Pero su temporada en Pamesa hace dos años no fue precisamente buena; ahora tiene una nueva oportunidad que acaba casi de empezar tras recuperarse de una lesión. Está falto de ritmo, pero su debut no fue malo.


En el puesto de tres hay buenas noticias para los nazarís. La llegada de Joe Ingles les ha dado consistencia. El australiano es un jugador serio, que no destaca en nada en particular pero lo hace todo bien. Un jugador apañado que pone en problemas a sus pares. No será un día cómodo para Panko, que tiene una dura prueba frente a él.


Un dura prueba porque desde el banquillo Juani Jasen está firmando su mejor temporada en ACB. Panchito, como le llamaban en la cantera del Estu, ha encontrado la confianza y jugando diez minutos menos que Ingles aporta tanto como él. Cuidado con el argentino si tiene el día bueno.


Hendrix y Aguilar, dos revelaciones ACB


Los dos jugadores más importantes para el Granada son Richard Hendrix y Pablo Aguilar, dos jóvenes jugadores interiores, muy distintos pero que se complementan a la perfección.


Hendrix ha llenado rápidamente el hueco de Borchardt a base de acierto y brega. El pívot de Alabama es el segundo mejor en cuanto a porcentaje de tiro de dos (69%) justo detrás de Barac, pero habiendo lanzado el doble de veces que el croata. Lee muy bien los espacios en lado débil, va fuerte al rebote de ataque y también juega bien de espaldas. Tras Tiago Splittler, el cinco más destacado hasta el momento. Habrá que tenerlo muy en cuenta.


Pablo Aguilar es un cuatro que juega como un tres. Tira casi tanto de tres como de dos, con mejor porcentaje desde más allá del 6,25. Corre al contraataque, juega de cara, de espaldas, defiende, rebotea… Si sigue progresando llegará muy lejos porque sólo tiene 20 años y es de los mejores nacionales de la competición.


Los recambios, por su parte, están flojeando. Juampi Gutiérrez que acostumbraba a comenzar la Liga a tope y luego ir apagándose, este año ha empezado ya apagado y apenas aporta nada al equipo. Cuando salga se tirará algún triple, se peleará con Doblas o Miralles y poco más.


Lo mismo que Jesús Fernández, un clásico de este club que vuelve a casa tras su paso por Menorca. Se fue siendo capitán y un jugador importante y ahora es el que menos juega de la rotación principal del equipo. No estaca por su físico pero es un pívot muy listo.


Con todo esto, hay que decir que el Granada no acaba de encontrarse a sí mismo esta temporada. Tiene individualidades muy destacadas, jugadores realmente peligrosos; pero como equipo no ha funcinado por el momento más que a tirones. A pesar de ello, será un rival muy incómodo y ante el que no vale la relajación.


Si el GBC sale conectado y es capaz de jugar como ante Alicante o Bilbao la victoria será un hecho. Pero salir como ante Xacobeo seguro que nos cuesta la derrota. Los nazarís llevan tres derrotas seguidas con lo que ello supone para su confianza; no hay que dejarles creer en la victoria en ningún momento. Ahora sólo importa este partido, hay que ganarlo como sea porque encadenar dos resultados positivos seguidos fuera supone un salto de calidad que nos permitiría mirar el futuro con mucha tranquilidad y confianza. Granada siempre ha sido sinónimo de derrota para nuestro equipo, pero este Lagun Aro GBC puede tomar esta antigua fortaleza.

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