Una de cada 122 personas es víctima de un desplazamiento forzoso en el mundo. Se calcula que el año pasado se llegó a la cifra récord de más de 60 millones de personas desplazadas y refugiados en el mundo. Todas ellas han tenido que huir de sus hogares a causa de la guerra, la persecución o las violaciones de derechos humanos
Recorren largas distancias hasta llegar a su destino. Hacen travesías a pie y se trasladan en medio de transporte peligrosos poniendo en peligro su salud. Por eso, la ayuda que reciben a su llegada al país de acogida es muy importante.
ACNUR lleva más de 60 años proporcionando protección a personas de todo el mundo, y para ello ha puesto en marcha un protocolo de actuación que ayude a dar una respuesta rápida a las necesidades de los desplazados. Sin embargo, el carácter de esta crisis humanitaria de los refugiados, la mayor de las últimas décadas, hace que sea todavía más importante adaptarse a esas demandas. Lo fundamental es reconocer una posible situación de emergencia antes de que se produzca; de esta forma, el personal de ACNUR puede coordinarse para responder de manera más efectiva.
ACNUR siempre se encuentra en un estado de alerta gestionado desde su sede central en Ginebra, vigilando la actualidad de diferentes países y trabajando con otras ONG. De hecho, se reúne con un grupo denominado “interagencias” tres veces al año para compartir información sobre posibles conflictos u otras causas de emergencia. Así puede preparar planes de contingencia y enviar más recursos al terreno.
Por eso, cuando estalla una emergencia puede reaccionar inmediatamente, movilizando un grupo de respuesta al país afectado, cuya misión es reunirse con las autoridades locales y otras ONG para captar información sobre la situación.
Si es necesario un sitio donde alojar a los refugiados, comienza un periodo de diálogo con el gobierno del país receptor para comenzar la construcción de un campo. En esta primera fase de emergencia, la mejor solución son las tiendas, que suelen enviar por avión en grandes cantidades, ya que se puede montar fácil y rápidamente. En las primeras 72 horas cruciales de actuación, se llegan a enviar hasta 600 especialistas y materiales y recursos de primera necesidad para 600.000 personas.
Cuando la situación se ha encauzado mínimamente, los refugiados pueden entrar en el campo. En primer lugar, se les lleva a un centro de recepción, donde se valora la situación de cada uno. Los heridos, mayores, discapacitados, niños o mujeres embarazadas son los primeros en ser alojados y atendidos. Atender a estos cientos de personas puede llevar días o incluso meses y se les ofrece refugio, recursos y protección para asegurar unas condiciones de vida dignas. Además, también se les brinda apoyo psicológico para intentar que olviden los horrores que han vivido.
Para saber más sobre la actuación en emergencias de ACNUR, puedes descargarte la guía Actuación en emergencias: 72 horas cruciales. Conocerás paso a paso cómo reacciona ACNUR antes de las emergencias y la ayuda que presta a estas personas que lo han perdido todo.