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Jon Reyes González

Rincones de Euskadi

Funicular de Igeldo, ascenso al balcón de Donostia.

Cruce de los vagones del funicular

Recientemente recibíamos la noticia de que tanto el funicular como el monte de Igeldo eran declarados “Bien de interés Cultural”, sin duda un título que reconoce el valor histórico y cultural del lugar. Antaño fue uno de los más concurridos rincones de ocio de Donostia; hoy en día algo olvidado por los donostiarras, Igeldo intenta recuperar la prosperidad de que tuvo años atrás.

Una cima con historia

Es a principios del siglo XX cuando un grupo de donostiarras se plantea crear una nueva zona de ocio en la ciudad. Ante la variedad de ideas se desarrolló la que en principio parecía más descabellada, edificar el complejo en la cima del olvidado monte Igeldo y crear el tercer funicular que se instalaba en el estado para acceder a él.

Vistas desde lo alto del Monte igeldo

Los planes iniciales de ocio incluían la construcción de un casino, una pista de patinaje y un cine. Los años pasaron y, aunque se mantiene la ideal área de recreación, las cosas han cambiado. El casino dio paso al hotel que en la actualidad se ubica en la al borde del acantilado. Hoy la pareja de tiovivos, una pequeña montaña rusa o la casa del terror, entre otros, dan la bienvenida a los visitantes. Con ello pudo ser creado lo que ha sido denominado como el balcón de Donostia, cosa que no ha cambiado en 100 años.

El funicular más antiguo de Euskadi

El Funicular de Igeldo tiene la suerte de estar entre ese selecto club de funiculares que mantienen su esencia intacta desde el día de su inauguración. Fue inaugurado el 25 de agosto de 1912, uniendo así la playa de Ondarreta y la cima del monte en apenas 3 minutos. Para ello sus dos vagones recorren un total de 312 metros, cruzándose a mitad de camino para luego volver a los raíles de subida y bajada.El rápido ascenso no slleva a lo que se ha denominado como el balcón de Donostia.

Aunque se han desarrollado varios planes para el cambio de máquinas, vías o estaciones, la historia y tradición han ganado la batalla, de momento. Y es que el funicular cuenta con ese encanto de toda la vida con sus asientos de madera, la cabina del piloto o las puertas con cierre manual.

 

Tiovivos del Parque de Atracciones

 

El faro más alto de Gipuzkoa.

Hay constancia que desde el siglo XVI una señal luminosa se ubicaba en la cima del monte que se mantenía encendida desde el 3 de Septiembre hasta el 3 de Mayo. Su objetivo era guiar a los barcos hasta la entrada del puerto y tenía un alcance de hasta 50 km. Tras diversos sucesos, incendios y abandonos, en 1855 el faro fue reconstruido, empleando brea para su funcionamiento. Hoy en día un moderno faro eléctrico ha sustituido al anterior.

Faro de Donostia en las laderas de Igeldo

Impresionante panorámica de Donostia y su bahía

Igeldo es un rincón algo olvidado por los donostiarras, dejando paso a los turistas que ascienden hasta el cielo de la capital para poder disfrutar del paisaje que se haya bajo ellos. Ver como la playa de intenta abrazar la isla de Santa Clara sin conseguirlo. Pero esperemos que este rincón de Donostia no caiga en el olvido y siga funcionando como lo ha hecho en el último siglo.

 

Panorámica desde la cima del monte Igeldo

Fotografías: Jon Reyes

Del azul de mar al verde de la montaña

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