Esperaba al Madrid en la final y no sólo porque se pueda comprobar con los pronósticos que habíamos hecho los bloggers (no acertó nadie, pero tampoco ninguno de los 50 periodistas de los cinco continentes de la encuesta de @grada360). Eso confirma que este resultado fue una sorpresa… a medias, ya que el Barça no está ni en juego ni en disposición. Es normal, no tiene la referencia de su técnico. Sinceramente, veo futbolísticamente este equipo (sin Tito Vilanova se ha acrecentado) muy lejos del Barça de Pep Guardiola. Es evidente que el Barcelona no tiene entrenador, que no tiene plan B; que cuando reacciona lo hace tarde y mal. Igual de cierto es que sus estrellas han bajado y es para que se miren al espejo y hagan autocrítica.
Los culés perdieron la frescura hace unos partidos: Xavi no está, sus defensas tiemblan y sobre todo Messi (factor diferencial en estos encuentros) tampoco ofrece su mejor versión abusando de la conducción del balón. Todos los importantes muy por debajo de su nivel. Y poca reacción desde el banquillo. Quizá por eso con el equipazo que tiene el Barça se dedica ahora más a mirar al árbitro, Undiano estuvo demasiado vigilado, que al balón. A veces le sale ramalazo del viejo Barça, del acomplejado.
El penalti de Xabi Alonso a Pedro puede cambiar el partido pero no borra la superioridad del Madrid. No debería escudarse en el arbitraje y haga un poco de autocrítica. Y es que fue inferior todo un duelo cómodo para el conjunto merengue, que apostó por la contra convencido que el orden con la pareja Ramos-Varane y Cristiano Ronaldo, espectacular toda la ronda, eran el camino para incomodar a un rival, lento, espeso, impreciso y apurado. Previsible, nadie se mueve y la pide al espacio. Este bloque que dejó Pep ha llevado al extremo sus defectos. Y el Real Madrid, sus virtudes.
El ejercito blanco fue perfecto sobre todo pensando en lo que quiere Mourinho: concentrado, muy bien colocado y sin hacer muchas faltas para poder salir al contragolpe. Bordó su plan. Muchas veces a uno le asalta la sospecha de que este Madrid tiene dentro el mejor nivel pero remolonea. El gran partido a la hora de la verdad demuestra que su mala Liga es por falta de motivación. Este éxito arroja dudas sobre la profesionalidad de sus jugadores…
Los partidos de gran exigencia le están provocando un enorme sufrimiento a los azulgranas, sobre todo en defensa: 6 goles en tres partidos. El Barcelona sólo ha ganado uno de los últimos siete partidos contra el Real Madrid. Es evidente que algo pasa, que no es cosa de “ocasiones aisladas”, árbitros o suerte. Lo necesita. Jordi Roura dijo tras el partido: “Contra el Milan es probable que optemos por otro tipo de cosas”. Y bien que hará si quiere jugar los cuartos de final, aunque a día de hoy lo veo crudo…
PD: José Mourinho no puede reprimirse ni cuando gana con tanta autoridad: Iker ante los medios. La firma…