Hay solución contra la persecución a Mourinho
La Liga ha perdido, para muchos, una parte de su interés. Es por saber que el nombre del campeón no será el del Real Madrid. El Barcelona fue capaz de golear al Levante (con una exhibición de sus chicos de Oro formados en la factoría azulgrana) y goza ya de 11 puntos de ventaja de los madridistas, distancia que nadie recortó en el pasado en la Liga. 11, el mismo número que jugadores que pasaron por la cantera azulgrana y ayer llegaron a coincidir a la vez en el césped luciendo el escudo del Barcelona.
La lógica futbolística, con este Barcelona que no para de sumar récords, hace creer que esa brecha será un reto imposible para este Real Madrid de José Mourinho. No así para el Atlético, que sigue a lo suyo de manera controlada. Cholo Simeone, que vivió en sus carnes la manía de la afición de intentar subir los escalones de tres en tres en carrera con la lógica caída de morros, solo mira al siguiente objetivo. Tras semanas de regates, el derbi capitalino está a un solo paso. Su afición está ansiosa. Normal, son 13 años de decepciones y mofas posteriores. Por contra, para Cholo ganar en el Bernabéu es un objetivo secundario, un paso más en el gran objetivo de estar cerca de ser campeón.Y a día de hoy los colchoneros están en esa posición por méritos reales. Levantar Copas y ser capaz de pelear cada partido para competir por la Liga tras 16 años es la batalla que le importa. El resto son guerras intrascendentes.
En esas suele estar metido José Mourinho. Tras caer, quizá sin merecerlo, en el Villamarin el portugués volvió a buscar un foco de distracción al mal juego de su plantilla, diseñada a su gusto tras vencer el pulso con Valdano. Su perfeccionados lamentos arbitrales (algo que hizo en situaciones adversas en su paso por Portugal, Inglaterra e Italia) acaban por llevar a un punto en el que se antoja necesaria una decisión. Si al Real Madrid le persiguen los colegiados por tener a Mourinho en Europa (en una trama en la que considera hay personas de todos los países) y ahora en la Liga hay dos caminos: asumir que no será posible conseguir títulos y penar por los torneos; o prescindir de los servicios de Mourinho para lograr los objetivos. Quizá no haya reparado el de Setúbal en que su empeño compulsivo en denunciar una trama contra su persona podría acabar siendo su propia condena: con otro entrenador el Madrid tendría más opciones ya que no estaría sometido a esa constante injusta persecución. Si, como muchos madridistas, Florentino considera que es algo real Florentino quizá debería meditar la opción de cambiar de técnico.
En cualquier caso, es de suponer, viendo el poder que tiene en el club actualmente, que el portugués no estará preocupado por su continuidad en el cargo pese a que supimos (por @2010misterchip) que ninguno de los entrenadores blancos que a estas alturas estaba tan lejos del liderato acabó la temporada. Muchos consideran que debería dedicar más tiempo a corregir los errores de los suyos que a pensar en tramas organizadas para provocar su desazón. Algo parecido le está pasando a Arbeloa, que ha cogido la costumbre de mirar en exceso el trabajo de la prensa y dedicarse a mandar mensajes a los periodistas a través de los propios medios o a las redes sociales.
Y es que aunque parezca lejano y a veces casi imposible de creer, el Real Madrid existía y ya era el club más laureado del planeta mucho antes de la llegada al mundo de José Mourinho o de cualquiera de los los actuales miembros de la plantilla madridista. Un club es grande por encima de las personas que pasan por él.