¡Qué espectáculo! En partidos como este ante Uruguay el aficionado medio se puede sentir afortunado de ver y sentir esta Selección. La primorosa primera parte estuvo al nivel de la semifinal de la Eurocopa 2008 ante Rusia, cuando considero este grupo habia completado sus mejores minutos (por encima del repaso a Alemania en Sudáfrica y a Italia en la final de la Euro, que además incluyó un gran acierto goleador).
Por entonces, al igual que hoy el equipo sólo tuvo un mediocentro de corte defensivo y en Recife, debido a la lesión de Xabi Alonso, saltó Del Bosque solo con un pivote. Y completó su mejor día. Un delantero centro, un pivote y cuatro apoyos entre medias. Con Cesc en el sitio que más le gusta; creció el ritmo de circulación, de presión sin balón para la recuperación y movilidad. Una delicia ya que el equipo estuvo preciso en el pase y profundo. El jugador que más agradece el ritmo vertiginoso, Pedro, volvió a marcar con algo de fortuna. 11 goles ha marcado en sus últimos 9 partidos con España. Iniesta se gustó y con él los demás. Cesc se asoció de lujo con Soldado, que aprovechó su oportunidad porque también ayudó a defender… sujetando la pelota de espaldas.
Y es que España defiende con el balón, se siente segura teniéndolo pero teniendo esa velocidad ha creado peligro contragolpeando la única vez que se generaron espacios. A partir de ahí se construye todo. Es verdad que con el doble pivote Del Bosque ha ganado Mundial y Eurocopa, pero este ensayo contra Uruguay le muestra otra opción. Y eso que antes del partido hubo debate por las ausencias de Valdés, Azpilicueta, Javi Martínez, Mata o Torres. Y es que ni Arbeloa, ni Soldado, ni Cesc ni Casillas dejaron opción al debate. No hay por donde meterle mano a Del Bosque, que volvió a los dos mediocentros para el tramo final con Javi Martínez por Xavi.
Y aunque el torneo no es un Mundial o una Euro, el rival ha sido de los potentes. Uruguay es la Italia de América. Aunque estén siendo superados hasta el sonrojo, compiten de lujo optimizando todo lo que tienen. Y actualmente es mucho, especialmente arriba. Es verdad que aportaron al espectaculo más codazos que tiros al arco pero en el primer bien tirado recortaron el duelo. Luis Suárez (de golpe franco) lo mandó a la caja para dar emoción en la recta final del partido. Un empate celeste hubiese sido increíble. Y el triunfo es una gran manera de empezar, sobre todo si uno conoce que es el primer triunfo ante los charrúas en partido oficial.