Mad Men es una serie que refleja a la perfección los cambios importantes sucedidos en los EEUU a inicios de los años 60 bajo la presidencia de J.F.Kennedy. Su impecable factura le ha hecho merecedora de cuatro premios Emmys consecutivos (2008-11) a la mejor serie dramática, siendo la primera emitida por cable que consigue el galardón. Después de dedicar el anterior post a una gran serie de la década de los 60, ‘Misión Imposible’, hoy vamos a seguir en esta década pero desde una perspectiva actual analizando el éxito mundial de Mad Men, una autentica serie para gourmets.

Ficha: Mad Men, 65+ episodios. Jul 2007-. AMC (USA), Canal +.  (E).

Sinopsis: Una radiografía histórica de la primera mitad de los años 60, canalizada a través de la figura del director creativo de una agencia de publicidad de Nueva York, Don Draper, y sus relaciones con su entorno laboral y su familia, además de tener que enfrentarse  contra sus propios demonios del pasado.

El inicio: Matthew Weiner era un guionista de comedias de televisión como ‘Becker’, que en 1999 escribió el borrador de esa serie. Cuando se lo presentó a David Chase, éste le contrató como guionista y productor durante siete años de ‘Los Soprano’.

Al finalizar la saga mafiosa, Weiner intentó vender su idea a las grandes cadenas de cable como HBO o Showtime, pero éstas la rechazaron. En cambio, una oscura cadena de cable llamada AMC, especializada en programar películas clásicas de cine, decidió entrar en el campo de producir series originale, les encantó la propuesta de Weiner y le dieron luz verde para producir una primera temporada de 13 episodios para el verano de 2007.

La intención de AMC era posicionarse dentro de la jungla de las cadenas por cable con un producto original y distinto, por lo que Mad Men encajaba perfectamente en esta estrategia y fue su primera serie. La cadena acertó por completo, aunque hay que reconocer que AMC también mantuvo su excelente olfato posteriormente con ‘Breaking Bad’, ‘The Killing’ y ‘The Walking Dead’.

El nombre de Mad Men viene de un juego de palabras en ingles: Ad que significa anuncio en ingles y Mad que es la abreviatura coloquial de Madison Avenue, que era la calle de Nueva York donde estaban todas las agencias publicitarias, lo que en castellano vendría a ser los Hombres de Madison Avenue, aunque siempre con ese doble sentido.

Estrenada en julio de 2007, la serie empezó con unas audiencias minúsculas aunque las mayores de la historia de AMC (pasaba apenas de 900.000 personas). El apoyo enfervorizado y masivo de la crítica en general y de la propia industria de Hollywood le dio una gran fama y renombre desde el principio, aunque no la veía casi nadie (caso parecido a ‘The Wire’).

Su victoria en los Emmys en el primer año en 2008, le dio el espaldarazo definitivo y consiguió poner a su cadena AMC en el mapa y que la audiencia se interesará por la serie en números cada vez mayores.

En el vídeo pueden ver los famosos títulos de crédito de la serie, una de sus principales señas de identidad, en un claro homenaje al rey de los títulos de Hollywood: Saul Bass, y con la sintonía original del  grupo de música electrónica RJD2 y su canción ‘A Beautiful Mine’:

La trama: El personaje central de la serie es el creativo publicitario Don Draper, una persona hecha a sí misma con un oscuro pasado, que trabaja en una agencia mediana de publicidad (Sterling Cooper) y casado con una exmodelo y con dos hijos.

El lugar principal donde se desarrolla la serie es la oficina central de la agencia de publicidad, donde Draper por un lado interacciona con los dos socios principales de la agencia, mientras que por otro lado debe dirigir a su equipo de creativos y relacionarse con el resto de trabajadores de la agencia (secretarias, ejecutivos de cuentas, etc.).

Su trabajo como creativo es uno de los ejes de la serie, y vemos cómo intenta conseguir convencer a posibles nuevos clientes con sus propuestas e ideas creativas, así como el trabajo necesario para conservar a los ya existentes.  Un ejemplo lo tienen en el siguiente vídeo de una presentación de una idea para un carrusel de diapositivas de Kodak a los ejecutivos de la firma:

A través del trabajo publicitario podemos conocer la incipiente sociedad de consumo de  la época con los productos, algunos en fase de obsolescencia y otros novedosos que se utilizaban en aquellos tiempos, y sus esfuerzos publicitarios para posicionarse en el mercado. La aparición de nuevos soportes como el televisivo y el cambio que suponía para la publicidad, también se aborda en profundidad en la serie.

La agencia es un microcosmos, donde conviven los dos socios principales, uno el creativo brillante mentor de Draper, pero que ya está un poco de capa caída, y el otro un gestor excéntrico pero brillante que sigue controlando la oficina.

Del lado de los trabajadores tenemos a la secretaria que lucha contra el machismo y que con su esfuerzo, consigue ascender profesionalmente, rompiendo sucesivos techos de cristal de la oficina, así como al resto de ejecutivos intermedios ambiciosos, que pelean tanto con los clientes como entre ellos, para conseguir las mejores cuentas y progresar en la agencia. En el siguiente vídeo pueden ver una gran escena entre Don Draper y su creativa de confianza, la exsecretaria, para que puedan valorar el nivel dramático y de diálogos de la serie.

Una de las características más reseñables es la ambientación perfecta de la época, en especial con comportamientos y actitudes que cincuenta años más tarde están proscritos de nuestros entornos laborales.

La inmensa mayoría de  los protagonistas fuman como carreteros, beben como cosacos y hacen el amor como marineros de permiso, pero en el entorno en que se mueven, clase alta de Manhattan, parece que era el comportamiento standard de le época, y si además se hace con glamour, queda mucho mas elegante que expresado de forma tan cruda. Un primer plano de una escena de trabajo encendiendo un pitillo o poniéndose una copa es una seña de identidad de la época, perfectamente reflejada en la serie.

El tema de la infidelidad conyugal generalizada es un poco más sorprendente, pero es un hecho que en la serie la fidelidad no es una de las virtudes que destaca entre el personal de la agencia.

La segunda trama principal es la relación de Don Draper con su familia, que vive en una urbanización de los afueras. Draper se casó con una exmodelo, que se ha convertido en la perfecta ama de casa cuidando de sus hijos y de su marido, esperando la llegada de su marido con la cena preparada.

Draper, en cambio, es un mujeriego que mantiene continuas aventuras en Nueva York con clientes o amigas, retrasando muchas veces su llegada a casa por este tipo de reuniones, que siempre justificaba por temas laborales, a las que su mujer era ajena en principio. Draper quiere a sus hijos, pero no está mucho con ellos, lo que unido a sus demonios interiores del pasado acrecienta su desapego familiar, sin ofrecer nada a cambio, excepto el dinero que ganaba. A pesar de los esfuerzos de su mujer por agradarle, él solía despreciarla con asiduidad como pueden ver en este vídeo en versión original, para que disfruten de las voces de los actores:

La evolución de la trama sigue estos dos ejes principales, las sucesivas crisis matrimoniales de Don Draper y su mujer, y los cambios en la agencia, con sucesivos cambios de accionariado y propiedad en la agencia, que creaban un segundo foco de tensión en la vida del creativo.

Cada una de las cinco temporadas emitidas hasta la fecha ha tenido trece capítulos y a partir de una idea general para cada temporada que va avanzando en el tiempo, han  tenido un esquema de continuidad de trama en casi todos ellos, sin tener episodios autoconclusivos.

Como pueden haberse imaginado, no es una serie para amantes del genero de acción, puesto que la trama transcurre a un ritmo pausado, con mucho dialogo entre los personajes. Diálogos elaborados e interesantes, por lo que sus audiencias americanas nunca han sido altas, debido a que se dirigen a un tipo de público más bien ilustrado, blanco y de clase alta, poco habitual como consumidor general de televisión, ofreciéndole un producto diferente y creativamente muy interesante con una ambientación pluscuamperfecta.

En este punto debo decirles que la considero una serie de excelente factura e interesante, pero a la que siempre le he encontrado un pero personal, su frialdad, debido a que a menudo el continente y la ambientación me eclipsan el contenido.

He mirado todos los episodios de forma disciplinada, pero la serie nunca ha conseguido hacerme vibrar o entusiasmarme con  las andanzas de sus personajes, a diferencia de otras que sí que lo conseguían sin que tengan que ser necesariamente de acción, como por ejemplo era el caso de ‘Friday Night Lights’ o del ‘Doctor en Alaska’, por poner dos casos.

Con Mad Men, por ejemplo, nunca me he encontrado en la tesitura de tener que esperar ansiosamente el próximo episodio para conocer el desenlace de alguna trama. Es una sensación personal y que creo que  tiene que ver más con el producto global que con una razón concreta, por lo que  he creído oportuno dejar clara mi opinión sobre la serie, por si alguien de ustedes comparte la misma o comentarla en caso de desacuerdo.

Los actores: Jon Hamm es sin lugar a dudas la clave del éxito de Mad Men. Su caracterización de un personaje tan complejo y con tantos matices como Don Draper es magistral y consigue que gracias a su actuación cojamos cariño a una persona con un comportamiento familiar bastante deleznable, a pesar de su gran brillantez profesional.

Hamm no había tenido una carrera profesional brillante, trabajando de camarero y carpintero para pagar sus facturas durante ocho años, a la espera de conseguir algún papel. En el año 2000, con 29 años, le llegó su primera oportunidad en el papel recurrente de un bombero en la serie ‘Providence’, que le ayudó a salir del anonimato. Luego fue tirando con pequeños papeles en series y películas, hasta que en el año 2007, con 37 años, consiguió el papel de su vida, contra todo pronostico y hay que reconocer a su creador, Matthew Weiner, su vista de lince con este actor.

Hamm se encuentra en la cresta de la ola y  ha demostrado ser un gran actor de comedia con papeles en ‘Rockefeller Plaza’ y sobre todo como estrella invitada en ‘Saturday Night Live’, donde su vis cómica sorprendió a todos y estamos seguros de que le espera un futuro próspero como actor.

El papel de la mujer de Don Draper, Betty, recayó en January Jones, una exmodelo con limitada experiencia interpretativa hasta ese momento, a la que pueden ver en esta foto familiar.

Jones es una mujer de una belleza extraordinaria y con un aire a lo Grace Kelly que es perfecto para el papel, pero tiene un registro muy limitado como actriz, con  muy pocos matices. En las primeras temporadas era ideal para el mismo, pero cuando su papel gana en complejidad, Jones no está a la altura y no consigue evolucionar como su papel. En mi opinión, es el único punto débil del magnífico reparto.

Para reafirmar esta teoría, sus apariciones fuera del papel de Betty Draper han sido literalmente espantosas, en especial su actuación en el famoso programa en vivo de sketches ‘Saturday Night Live’, donde literalmente en medio de una escena preguntó cuál era su cámara, por estar completamente perdida…

En cambio su hija, a la que pueden ver en la foto superior a la izquierda, interpretada por Kiernan Shipka, lo hace de manera estupenda y literalmente se come a su madre en las escenas que comparten, en especial en las últimas temporadas.

Los papeles de los socios principales de la empresa, Roger Sterling y Bertram Cooper, los interpretan dos magníficos actores veteranos y con grandes recursos como son John Slattery (a la derecha) y Robert Morse respectivamente.

John Slattery lleva veinte años siendo uno de los secundarios más cotizados de Hollywood y en esta serie demuestra el porqué. Su interpretación como el creativo jefe de la agencia y mentor de Don Draper es deslumbrante, transmitiendo la clase que su personaje necesita en el trabajo y combinándolo con un cierto libertinaje en su vida privada, acechando a toda persona con faldas que se le acerca.

Robert Morse, veterano actor de 80 años, ha conseguido sus éxitos mas importantes en el teatro, pero en esta serie consigue una segunda juventud como el excéntrico director de la agencia, fascinado por todo lo japonés, además de ser al adecuado contrapunto a Slattery. Sus intervenciones breves tienen la virtud  de cambiar el ritmo de la serie a menudo con pinceladas humorísticas.

Los papeles femeninos más importantes  de la serie, además del de January Jones, son para la voluptuosa Christina Hendricks en el papel de Joan Holloway, el alma de la oficina, y Elisabeth Moss como Peggy Olson, la secretaria que va ascendiendo en el escalafón. En la foto inferior pueden ver de izquierda a derecha a Jones, Hendricks y Moss.

La pelirroja Chistina  Hendricks ha sido una de las revelaciones de la serie, su papel de jefa de secretarias de la agencia con sus evoluciones posteriores es el de los mejor perfilados de la serie. Hendricks, con un físico poco habitual en estos tiempos donde prima la delgadez, recuerda las ’maggioratas’ italianas de la época como Sofía Loren o Gina Lollobrigida, y representa a la perfección a una mujer ambiciosa, dispuesta dentro de sus limitaciones a prosperar en la vida utilizando todas las armas a su alcance, incluido su cuerpo, y es uno de los mejores aciertos de la serie.

Elisabeth Moss es el personaje que marca la evolución de la agencia, de entrar de secretaria de Don Draper a pasar al equipo creativo, aprovechando las pocas oportunidades laborales que tenían las mujeres de la época y seguir  prosperando dentro del equipo, pero luchando siempre contra el machismo de la época. Su vida privada es turbulenta y debe sacrificarla por el éxito laboral,  introduciéndose en ambientes más alternativos de Nueva York, abriendo el abanico de la visión de la época en el conjunto de la serie.

En la foto inferior pueden ver al resto de actores que interpretan a los ejecutivos masculinos de la agencia, de izquierda a derecha,  Rich Sommer, encargado del soporte de televisión; Michael Gladis, un ambicioso ejecutivo de cuentas; Vincent Kartheiser, la sabandija de la empresa, hijo de familia pudiente, capaz de todo por conseguir una cuenta; Aaron Staton, otro ejecutivo de cuentas, luchando siempre con sus compañeros para robarles la cartera si es necesario; y Bryan Batt, el diseñador gráfico con un secreto inconfesable para la época.

Los secundarios cumplen perfectamente con su papel dentro del ámbito laboral y tienen una cierta rotación para ir rejuveneciendo la oficina. Por ello, de esta foto en la tercera temporada desaparecieron Gladis y Batt, entrando nuevo personal para poder activar algunas tramas secundarias. En este sentido podríamos extendernos mucho mas, pero no queremos desvelar los secretos de la serie y muchos cambios de actores obedecen a giros argumentales.

Curiosidades: Mad Men nunca ha tenido una audiencia comparable a su fama. En EEUU ha ido creciendo en cada temporada por el aluvión de premios que ha tenido, pero en su última temporada no ha pasado de los 3,7 millones de espectadores, que es un número paupérrimo para una cadena generalista estadounidense.

En cambio, sus ventas mundiales se han disparado y podemos asegurar que la serie es más conocida y tiene más audiencia en Europa que en Estados Unidos. Un poco como le pasa a Woody Allen en el cine.

Su creador, Matthew Weiner, ha declarado su intención de realizar dos temporadas más, acabando la serie en la séptima, y aunque los contratos de los actores principales finalizan en la sexta, no creen que haya grandes problemas para renovarlos por una temporada más.

La incorporación de nuevos personajes en la quinta temporada ha renovado en parte a la serie. En especial la entrada de Jessica Paré, una actriz canadiense capaz de realizar una actuación tan sorprendente como la de este vídeo, realmente espectacular y sin duda de lo mejor de la última temporada:

Y para finalizar, y como suele ser mi norma, una rareza musical como es la versión en directo de la sintonía de la serie ‘A Beautiful Mine’ por su autor el DJ RJD2. Como pueden ver observar, el vídeo no tiene absolutamente nada que ver con el espíritu de la serie. Por ello, a pesar de la calidad deficiente de la imagen, creemos que tiene su interés para poder contrastar .

Mad Men, una serie idolatrada por muchas personas como paradigma de la excelencia televisiva. Representa una magnífica pero en mi opinión algo fría radiografía de una época idealizada en nuestro imaginario por los cambios mundiales y sociales que se iniciaron en ella y de la que es un fiel reflejo, con sus tramas y personajes perfectamente ambientados en la década de los 60.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.

Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino