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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Picket Fences: El reflejo surrealista de la sociedad americana

Picket Fences, fue una serie arriesgada y rompedora, que a mediados de la década de los 90, hizo un retrato muy acerado de los vicios y virtudes generales de la sociedad americana, en el marco de las historias que sucedían en la idílica ciudad ficticia de Roma en el estado de Wisconsin, en el corazón del país.
A pesar de ser una serie multipremiada (14 Emmys en sus cuatro años de emisión), nunca gozó de gran popularidad, en parte por emitirse los viernes y en parte por los temas incómodos que solía tratar, poniendo en solfa muchas de las ideas generalizadas del americano medio, por lo que se convirtió en una autentica serie de culto.
En este blog intentamos recordar joyas televisivas de las pasadas décadas que han caído injustamente en el olvido y Picket Fences es uno de los casos mas flagrantes, por eso vamos a recordársela a aquellos de ustedes (pocos) que la vieron en su momento y darla a conocer al resto.

Ficha: Picket Fences 88 episodios. Sep 1992- Jun 1996 . CBS (USA) Antena 3. (E)
Sinopsis: La ficticia ciudad de Roma en Wisconsin, es un microcosmos donde suceden muchas de las cosas que preocupan a la sociedad americana, las historias son canalizadas a través del sheriff de la ciudad Jimmy Brock, con su mujer y sus tres hijos y los dos ayudantes del sheriff.
El inicio: David E. Kelley, es un abogado que empezó su carrera como guionista en la fabulosa ‘La Ley de los Angeles’, bajo el paraguas de su mentor Steven Bochco, con el que se convirtió en su socio para crear ‘Un Medico Precoz’, de las que les hemos hablado en este blog. Con posterioridad ha creado series tan famosas como Chicago Hope, Ally McBeal, El Abogado y Boston Legal
En el año 1992, firmó un acuerdo con la cadena CBS, para crear tres series para ellos con absoluta libertad y su primera serie en solitario fue Picket Fences, en la foto inferior lo pueden con su mujer la increíble actriz Michelle Pfeiffer, con la que está casado desde el 1993

La cadena aprobó la serie en virtud del acuerdo que tenía con Kelley, y paso a programarla los viernes en la temporada 1992-1993, ganando el Emmy a la mejor serie dramática en sus dos primeros años de emisión, con un increíble éxito de critica, en cambio el publico no acababa de entender las sutilezas de Kelley, y la mayoría de la gente no quería entrar en su universo particular.

El titulo de la serie Picket Fences,  de imposible traducción, hace referencia a esas vallas de madera de piquetas verticales de color blanco que son uno de los simbolos de las urbanizaciones americanas

Kelley tenía un control total sobre la serie, escribiendo personalmente casi todos los guiones de las dos primeras temporadas y revisando con mano de hierro, todos los aspectos de la serie.

El primer video que les ofrecemos es la sintonía de la serie con los títulos de crédito, una preciosa composición de Stewart Levin, con un gran piano omnipresente durante toda la melodía.

La trama: El objetivo de David E.Kelley es diseccionar la sociedad americana a través de la observación de las conductas peculiares de los habitantes de una ciudad mediana cualquiera, con algunas connotaciones hacia Twin Peaks y Doctor en Alaska.
Pero mientras que en estas dos series mencionadas, las singularidades son puestas de manifiesto por un extraño que llega a la ciudad, en Picket Fences la ciudad es un universo cerrado y se nos van mostrando las cosas desde un punto de vista más coral con la ciudad y sus personajes como epicentro central de la trama.

El planteamiento de la serie suele tener dos niveles, por un lado tenemos el tema social que centraliza cada episodio, y que se entrelaza con algunas tramas que se arrastran durante varios episodios, relacionadas con algún personaje al que hacen referencia.

El punto central y referente de las tramas de la serie, es el sheriff Brock, que tanto en su plano personal con su familia como en el profesional con sus ayudantes, suele originar el hecho que va a dar al lugar al tema de controversia que va a centrar el episodio.

Una vez presentado el tema central del episodio, la trama suele derivar hacia un debate sobre las diferentes posturas del mismo, concluyendo en un juicio bastante surrealista, con abogados, fiscales y jueces debatiendo y resolviendo sobre el mismo.

Para aquellos de ustedes que hayan visto Ally McBeal, Boston Legal o el Abogado, verán que es un esquema parecido al tratar temas controvertidos e incluso delirantes en algún caso, pero fue en Picket Fences donde su creador David E. Kelley creó su marca y sello personal que posteriormente ha ido utilizando en el resto de sus series.

Como ejemplo pueden ver una promo de la segunda temporada en ingles

Picket Fences no es una serie nada convencional y en cada episodio la sorpresa puede saltar a la vuelta de la esquina, desde la aparición de un elefante en medio del pueblo, a descubrir secretos inconfesables de algunas de las fuerzas vivas del pueblo, pasando por la muerte de algún personaje principal por combustión espontánea. Todo tenía cabida en ese universo y bajo una apariencia de normalidad, los hechos surrealistas eran moneda corriente en Roma.

Uno de los temas mas recurrentes eran los conflictos entre religiones, con el rabino, el cura y el pastor del pueblo enzarzados en innumerables discusiones sobre todos los temas, pero dando a entender siempre la postura de su iglesia al respecto, a veces ridícula y anacrónica, pero necesaria para tener la visión global del caso.

En este sentido temas como el aborto, el creacionismo, la homosexualidad, las relaciones prematrimoniales, la eutanasia, el suicidio asistido, eran tratados de forma franca y abierta en la serie, a menudo finalizando en un juicio instigado por alguno de los representantes religiosos si algo iba en contra de sus creencias.

En este sentido el abogado judío Douglas Wambaugh, que empezó con un pequeño papel, se convirtió con el paso de las temporadas en la estrella de la serie, con sus intervenciones excéntricas y extravagantes de las que pueden ver un resumen en el siguiente video.


Los juicios eran marca Kelley en todos sus aspectos, con abogados pintorescos, jueces estoicos y fiscales desbordados, que proporcionaban algunos de los momentos más hilarantes de la serie.

Otro de los meritos de la serie, era presentar los hechos de una manera bastante objetiva, sin caer en la tentación del sermoneo o de la moralina, con una exposición amplia del problema.

El rasgo más distintivo de la serie son las historias de cada episodio que son tratadas de una forma bastante peculiar mezclando el humor negro con algunas dosis de suspense y  pasando de momentos dramáticos a momentos muy divertidos, rompiendo los esquemas de forma continua, los hijos del sheriff servían para dar paso a los problemas de la adolescencia, en el caso de la hija mayor con sus relaciones sexuales, como ven en este video

O el hijo pequeño que está teniendo un sueño húmedo con la ayudante del sheriff, en una escena realmente divertida, donde se mezcla la sexualidad con la que el niño la imagina, con sus deseos infantiles como es tener un pastel o un cromo de béisbol, en un magnifico cruce de ambas mentalidades, que es una de la mejores muestras del estilo iconoclasta de la serie.

Por si no lo he dejado claro hasta ahora, Picket Fences es una de mis series preferidas de siempre, con su mezcla de estilos arriesgada, pero a mi juicio muy conseguida, dándote que pensar en cada episodio, a la vez que te entretenía y te divertía.

Una de las cosas que mas valoro en una serie es la originalidad y la capacidad de romper esquemas narrativos habituales , y en esto Picket Fences es un verdadero ejemplo de cómo dar la vuelta a las situaciones mas normales y habituales, exagerándolas y deconstruyéndolas, para analizarlas con todo detalle.

Concretamente recuerdo un episodio el 1×17 Be My Valentine , en el que la resolución de un asesinato fue tan sorprendente, inesperada y brillante, que me quede como estupefacto delante de la pantalla, al ver un final que aún recuerdo como ese mismo día.

Cada episodio era una pequeña joya que degustaba y disfrutaba los sábados por la tarde, que era cuando la emitían en Antena 3, sorprendiéndome en cada episodio. En nuestro país la serie pasó muy desapercibida, pero curiosamente el que tuvo la oportunidad de verla, la guarda entre sus series preferidas, por ese tono innovador que luego se convirtió en la marca de la casa del genio que es David E.Kelley.

En su contra hay que decir que no era una serie para todos los públicos, en especial para los amantes de las series sencillas, lineales y sin complicaciones. Picket Fences exigía un esfuerzo para su seguimiento, lo que unido a la complejidad de sus tramas, y el tratamiento de temas espinosos y poco agradables, no la hizo santo de la devoción de las audiencias, donde permaneció durante sus cuatro años en el pozo de las mismas, flirteando con los últimos lugares a pesar de su innegable calidad reconocida por los premios que recibía.

Los actores:
El papel principal de la serie el sheriff Jim Brock, fue para el veterano y solvente Tom Skerritt, que ha participado en centenares de series y películas, como Alien por ejemplo.

Skerritt es un gran actor en este tipo de papeles humanos y con matices, tanto con su familia como en el trabajo con una postura seria e integra, intentando poner cordura ante los extraños sucesos que le pasaban en el pueblo día tras otro.

Su mujer la doctora Jill Brock, era la fascinante Kathy Baker, que ganó el Emmy a la mejor actriz dramática, tres de los cuatro años de la serie, lo que es una buena muestra de su indudable calidad. El mejor trabajo de Baker hasta ese momento, había sido Eduardo Manostijeras.

Baker era una mujer moderna, que compaginaba su trabajo de doctora en el hospital con el de madre de sus tres hijos y a la vez apoyando a su marido (casado en segundas nupcias con ella) en la investigación de los extraños sucesos en el pueblo, y Baker lo hacía de forma impecable, posteriormente ha trabajado mucho, pero sin llegar al nivel de excelencia de Picket Fences.

Los dos atribulados e inexpertos ayudantes del sheriff eran Kenny Lacos ( interpretado por Costas Mandylor) y Maxine Stewart (Lauren Holly). Ambos son jóvenes, atractivos pero bastante patosos y se ven sobrepasados muy a menudo por los acontecimientos, pero por lo menos son voluntariosos y fieles a su jefe

Mandylor, un australiano de origen griego, fue un destacado futbolista en su país, llegando a probar con el Panathinaikos, pero una lesión cortó su carrera y se pasó al cine, consiguiendo entrar en la rueda laboral gracias a esta serie, ha trabajado mucho, y ahora tiene una cierta fama como protagonista de las ultimas entregas de la saga de terror Saw, como actor es un poco armario, pero su atractivo daba el pego.

Lauren Holly saltó a la fama por esta serie y por casarse con el gañotas de Jim Carrey, es una actriz bastante competente como demostró en NCIS, pero sin lugar a dudas su mejor trabajo fue por esta serie, en la que estaba muy bien en todos los aspectos.

La hija mayor del sheriff, Kimberly, fue para la debutante Holly Marie Combs, que después de pequeños papeles en películas, consiguió este papel a los dieciocho años , de una adolescente, hija del primer matrimonio del sheriff, rebelde e inconformista, que permitía entrar a los temas de la juventud y la sexualidad en la serie, haciéndolo de una manera muy natural y realista

En su caso Combs consiguió su mayor notoriedad al ser una de las tres hermanas Halliwell, en la exitosa serie Embrujadas, su mayor éxito hasta la fecha, donde aun trabaja en la serie Pretty Little Liars que tampoco es que sea una maravilla.

Los dos hijos menores del sheriff eran sus hijos Matthew y Zack, interpretados por Justin Shenkarow ( derecha foto) y Adam Wylie ( izquierda).

Ambos cumplen adecuadamente con sus papeles, aunque como en la mayoría de niños actores, su carrera desapareció con su paso a la edad adulta, aunque en el caso de Wylie, posteriormente verán una sorpresa.

Por ultimo en el apartado judicial , tenemos a este trío de brillantes actores que proporcionaban los momentos mas logrados de la serie, en especial Fyvush Finkel, a la izquierda como el abogado Douglas Wambaugh, con su famosa frase ‘Douglas Wambaugh por la defensa’, que decía cuando irrumpía en el tribunal, para acusar o defender los casos mas extraños con su humor judío a flor de piel.
Finkel después de toda su vida trabajando en los teatros yiddish o judíos de Broadway, consiguió el papel del abogado Wambaugh a los 70 años y literalmente se apoderó de la serie. Al ganar el Emmy al mejor actor secundario en 1994, dijo en la entrega, que había estado esperando 51 años ese momento entre el regocijo del publico que reconocía en pie la creación de un gran personaje


Claro que para lucirse necesitaba oponentes a su altura que le dieran las replicas necesarias. Para ello estaban Ray Walston como un juez cascarrabias, y gran amigo-enemigo del abogado Wambaugh, en su mejor papel desde el recordado Mi Marciano Favorito, y el impresionante Don Cheadle que es sin lugar uno de los mejores actores de color de su generación como el fiscal Littleton, objeto de las bromas y el sarcasmo del abogado Wambaugh, en la acusación de casos de todo tipo
Final:
Ya hemos dicho que las audiencias siempre fueron muy bajas, pero el gran reconocimiento artístico y de prestigio que le daban las cataratas de Emmy recibidos, le valieron su renovación en las primeras temporadas, de forma casi inmediata por la CBS.
El problema fue cuando Kelley inició otras series para la cadena como Chicago Hope, tuvo que empezar a delegar en la cuarta temporada, y la calidad de la serie empezó a resentirse de forma importante, lo que les llevó a la conclusión de finalizar la serie en la cuarta temporada, para no dañar más su prestigio adquirido.
El episodio final no es de los más brillantes, ya que no fue ni escrito por el propio Kelley, pero dio un carpetazo más o menos aseado a las cuatro temporadas, con un cuádruple matrimonio, en una perfecta metáfora de las cosas raras que siempre sucedían en Roma

Curiosidades:
Como han podido ver, la mayoría de los actores han tenido una buena carrera profesional, lo que demuestra que la serie fue una buena plataforma de lanzamiento, en el caso de los niños, el tema es mas problemático y como ejemplo pueden ver al benjamín de la serie, ya mayor, que ha acabado haciendo anuncios de Mentos este mismo año

Picket Fences una serie absolutamente recomendable para descubrir y disfrutar en las tardes veraniegas y si tienen el tiempo y las ganas de encontrarla. Su calidad sigue estando muy por encima de la media, y la serie no ha perdido un ápice de su agudeza y originalidad, casi veinte años después de su estreno, consolidándose cada vez mas como una serie de culto que va siendo descubierta poco a poco por las jóvenes generaciones.

Es una de mis series de cabecera y he tenido el inmenso placer de poder compartirlo con ustedes, con la esperanza de que alguno de ustedes la recuerde y comparta la misma admiración hacia ella que yo le profeso desde el primer episodio que pude ver de ella.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima

Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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