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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Breaking Bad: el principio de la incertidumbre de Heisenberg aplicado al espectador

Breaking Bad ha sido la serie que ha revolucionado las redes sociales y el universo televisivo en los últimos tres meses coincidiendo con la emisión de sus últimos ocho episodios, donde por fin conocimos el destino del profesor Walter White y su álter ego Heisenberg.

El principio de la incertidumbre de Heisenberg es un teorema fundamental de la física cuántica, que determina que la presencia y métodos del observador influyen en el objeto observado, por lo que es imposible determinar con exactitud dos parámetros al mismo tiempo.

Si aplicamos este principio a Breaking Bad, nos hemos encontrado que nuestra percepción de la serie ya no es individual como antes, sino que se ha visto afectada por multitud de opiniones y análisis que desmenuzaban cada episodio hasta límites insospechados, de los que era muy difícil abstraerse, hasta llegar a una especie de catarsis colectiva durante la emisión del último capítulo, que personalmente nunca había visto hasta el momento, influyendo de forma decisiva en nuestra observación de la serie.

Por ello, a poco menos de un mes de la finalización de la serie en los EUA y cuando ya ha empezado a emitirse por los canales de pago, la última tanda de episodios en nuestro país, vamos a analizar sin spoilers el desarrollo de una serie que ha cambiado nuestros hábitos de ver la televisión desde una perspectiva más sosegada y aséptica, que si lo hubieramos hecho en caliente al finalizar la serie.

Ficha: Breaking Bad, 62 episodios. Ene 2008- Sep 2013 AMC (USA)-Paramount (E).

Sinopsis: Walter White es un profesor de química en un instituto al que le es diagnosticado un cáncer de pulmón inoperable y le dan seis meses de vida. A partir de ese diagnóstico, decide empezar a producir metanfetamina de alta calidad aprovechando sus conocimientos de química para poder conseguir un sostén financiero para su familia después de su muerte, asociándose con un antiguo alumno que se encargará de la distribución del producto.

La introducción de la serie es sucinta con la música de Dave Porter, con claras reminiscencias de la música de la banda sonora de Paris Texas del gran Ry Cooder:

El inicio: Vince Gilligan, (izquierda foto) uno de los guionistas principales de ‘Expediente X’ en sus últimas temporadas, empezó a elucubrar con la idea de una serie basada en un laboratorio móvil de metanfetina y sus historias y a partir de esa premisa empezó a desarrollar una historia de base para la serie.

Para conseguir vender la historia se asoció con el productor de ‘Rain Man’, Mark Johnson (derecha foto), y su compañía Gran Vía Productions (el nombre es porque Johnson pasó diez años en España, trabajando con Borau entre otros).

Con Gilligan a cargo de la historia y Johnson moviendo sus hilos en la industria, consiguieron vender la serie a la cadena AMC, que quería un compañero de viaje para su serie estrella ‘Mad Men’. Recibió un primer encargo para una temporada corta de nueve episodios que se vio reducida a siete por la huelga de guionistas de 2009, siendo renovada al final de la misma para una segunda temporada de 13 episodios.

La acogida a la serie no fue multitudinaria ni mucho menos, atrayendo cierta atención positiva de la crítica, aunque sus audiencias fueron bastante bajas, pero como veremos más tarde la bola de nieve fue creciendo a cada temporada, hasta llegar a la avalancha final.

En el siguiente vídeo pueden ver el tráiler:

La trama: Walter White, un profesor apocado, casado y con un hijo que lleva una vida apacible y anodina, ve cómo el diagnostico de su muerte cercana le hace replantearse las cosas y le hace evolucionar hasta convertirse en un despiadado rey de la droga, con la excusa de querer asegurar la vida futura de su familia, siendo el motor fundamental que mueve la serie.

La serie empieza cuando Walter toma la decisión de pasarse a la producción de metanfetamina para ganar mucho dinero y en las dos primeras temporadas somos testigos de su entrada en el mercado de la producción y de la distribución, enfrentándose a los poderes establecidos que controlaban el trafico de estupefacientes de la zona de Alburquerque, en el estado de Nuevo México, donde se sitúa la acción.

Su entrada en el imperio del mal no es evidente ni sencilla, cometiendo diversos errores de principiante, pero su inteligencia le permite adaptarse de forma rápida al nuevo entorno delictivo y empezar a forrarse, aunque debe esconder el dinero al mantener toda su actividad delictiva alejada de su familia.

La relación con Jesse, su antiguo alumno, convertido en socio de fatigas, pasa por todos los estados inimaginables empezando por la desconfianza y desprecio inicial, pasando por una relación mentor-alumno, hasta llegar a considerarlo casi como un hijo para él. Un ejemplo lo tienen en este vídeo de los primeros capítulos, que describe bien los primeros estados de su relación:


Por otro lado, Walt debe seguir con la relación con su familia y con el tratamiento de su cáncer, haciendo verdaderos juegos malabares para conjugar los tres aspectos de su vida. La cosa empieza a complicarse cuando empiezan a surgir enemigos cada vez de más enjundia, preocupados por la competencia de un producto de calidad muy superior al del mercado que controlan, lo que les obliga a entrar en un juego de alianzas y traiciones, que es cuando la serie empieza a despegar definitivamente, coincidiendo con el inicio de la tercera temporada y la entrada de Walter en el lado oscuro sin posibilidad de retorno.

En este punto creo que es importante hacer hincapié en que Vince Gilligan no tenía ni idea de la visión global de la serie y, de hecho, su intención inicial era matar a Jesse, el alumno, al final de la primera temporada, de lo que se retractó al ver lo bien que lo hacía el actor Aaron Paul y decidió continuar con el personaje. Esto es importante para comprender la evolución positiva o negativa de muchas series que parten de una idea general y unas premisas básicas, pero que el tiempo va desarrollando y dando forma y en este caso estamos seguros de poder afirmar que el éxito sorprendió a la propia empresa.

Un detalle definitorio de la calidad de la serie eran los llamados ‘cold openings’ o introducciones de cada episodio que no tenían relación aparente con la trama, aunque siempre acaba teniendo alguna explicación. Uno de los mejores es esta entrada con el despiadado jefe del clan Salamanca Héctor, que no tiene desperdicio:


Estos ‘cold openings’ se convirtieron en una verdadera marca de la serie, hasta el punto de que cómicos tan famosos como Conan O’Brien hicieron una parodia de uno de ellos en su programa, antes de entrevistar a su creador y al elenco de la serie. Una parodia realmente interesante:


La subida de Walter por la pirámide del mal le hace adquirir una personalidad oscura por la que se hace llamar Heisenberg, en honor al físico que hemos mencionado antes, y le hace ser temido e idolatrado a partes iguales. Como muestra, el siguiente vídeo que nos muestra un narcocorrido dedicado a su figura, con una letra delirante e interpretado por los Cuates de Sinaloa:


Visualmente, la serie aprovechaba muy bien la ciudad de Alburquerque y sus desérticos alrededores como complemento ideal para las tramas, así como la relación con la población hispana, que es una gran mayoría en el estado de Nuevo México. Un ejemplo lo tienen en esta conversación de Walter White con unas limpiadoras hispanas, en su macarrónico español, muy divertida:


No les voy a desvelar muchos más detalles de la trama y de los derroteros de la serie, como la evolución de su relación familiar, para no estropear a aquellos de ustedes que lean este artículo dentro de cierto tiempo y quieran conocerla desde cero. Además, la red está llena de detalles de todo tipo sobre casi todos los capítulos, pero en cambio existen menos visiones globales de la misma, por lo que si quieren información más detallada y análisis más profundos, los pueden encontrar a borbotones.

Mi relación con Breaking Bad empezó de forma simultánea a su emisión y más o menos he ido siguiendo el ritmo de emisión original de sus capítulos. En este sentido, tengo que reconocer que en las dos primeras temporadas la serie me gustaba, pero ni me enganchaba ni me acababa de entusiasmar, porque no tenía nada claro el derrotero que iba a seguir, además de tener problemas para empatizar con alguno de los personajes, sobre todo con Jesse.

Por ello, con la entrada del villano Gus Fring y de su abogado Saúl, a finales de la 2T, la serie despegó creativamente y empezó a convertirse en una verdadera maravilla. Mucha gente no llegó a ese punto por la aridez creativa de los primeros episodios, que me consta que la hizo abandonar a bastantes personas. Incluso en estos tiempos, cuando han intentado subirse al vagón.

Los actores: Bryan Cranston ha hecho una interpretación magistral de Walter White, consiguiendo crear uno de los mejores personajes de la historia de la televisión. Cranston fue una elección directa de Vince Gilligan, con el que había trabajado en un episodio de ‘Expediente X’, y su elección fue a pesar de la propia cadena AMC, que prefería otro tipo de actor.

El problema era que Bryan Cranston había quedado encasillado como un actor de comedia al hacer durante ocho años el papel de padre de familia en el gran éxito ‘Malcolm in the Middle’, donde hacía gala de unas increíbles dotes cómicas.

La tozudez de Gilligan fue el mayor acierto de la serie, ya que Cranston demuestra que es una actorazo como la copa de un pino, transmitiéndonos todos los cambios y contradicciones de un personaje complejo que hace las cosas pensando en su familia. Por lo menos al principio.

La evolución de su personaje como actor es una verdadera muestra de su talento y va a ser difícil encontrar en los próximos años a alguien que se le pueda acercar a ese nivel, que le proporcionó tres estatuillas del Emmy al mejor actor durante tres años consecutivos, siendo el primero en conseguirlo en la categoría dramática desde Bill Cosby en los años sesenta. El futuro de Cranston suponemos que pasará por el cine, en papeles importantes y esperamos verle pronto en la gran pantalla.

El papel de su discípulo, Jesse Pinkman, fue para el poco conocido Aaron Paul, al que solo habíamos visto en un papel recurrente en ‘Big Love’. Paul hace una composición enorme de un personaje que tiene una evolución inversa al de su mentor, ya que mientras al principio era un chorizo de tres al cuarto, al que se solo le interesaba la vida fácil y meterse cualquier cosa en el cuerpo que le pudiera colocar, al final encuentra cosas que le importan, aunque el precio que paga por su evolución es mucho más alto del que se imagina.

Antes ya les he comentado que su personaje es el que mas me costaba en las dos primeras temporadas, ya que era una verdadera piltrafa, cayendo y recayendo una y otra vez en sus viejos hábitos y tengo que reconocer que no sentía ninguna simpatía por él. Con la evolución del personaje, empecé a encontrarle aspectos positivos a los que agarrarme y mi apreciación por él aumentó de forma exponencial, llegando a apreciarle en su justa medida.

La sufrida mujer de Walter, Skyler, fue para Anna Gunn, que había tenido un papel destacado en esa maravilla que era ‘Deadwood’, de la que les hablamos en el último artículo. Anna Gunn era la actriz más infravalorada de la serie hasta este año, que ha recibido un Emmy totalmente merecido.

Skyler empieza siendo la típica ama de casa, diligente y cuidadora de su familia, ajena a los trapicheos de su marido, y a la que la noticia del cáncer de su marido golpea de forma cruel, pero confía y quiere tanto a su marido que no se hace muchas preguntas cuando empieza a llegar el dinero de la droga, y las explicaciones de su marido se las traga como una chuche. Cuando la historia se complica, la defensa de sus hijos pasa a ser su motivo para todo. Y hasta aquí puedo leer… Personalmente, tengo curiosidad para ver por dónde va a ir su carrera después de un papel tan definitorio.

Una de mis debilidades televisivas son los buenos actores secundarios y Dean Norris es uno de mis preferidos desde hace décadas, por lo que cuando vi que iba a interpretar al cuñado de Walter, un agente de la DEA, la serie ya tenía un punto a su favor desde el principio.

Norris es un veterano curtido en mil batallas y me alegro sobremanera que el reconocimiento le haya llegado por este gran papel. En su línea, Norris ya ha encontrado trabajo en otro papel secundario en la serie ‘La cúpula’, de la que les hablaré dentro de poco.

La hermana de Skyler y esposa de Hank, Marie, era interpretada por Betsy Brandt, una oscura actriz hasta este papel, que cumplía de forma adecuada, aunque sin llegar al nivel de excelencia de sus compañeros de reparto. Su papel era un poco la conciencia familiar frente a su hermana y su cuñado, pero nunca jugó un papel muy importante en las tramas.

Brandt ha aprovechado su oportunidad y este otoño ha conseguido un papel estelar en la nueva comedia ‘The Michael J. Fox show’, que está teniendo una buena aceptación en su estreno.

RJ Mitte daba vida al hijo mayor de Walter, Walt Jr, que como el propio actor está aquejado de una ligera parálisis cerebral. El hecho de sufrir la misma enfermedad que su personaje permite que Mitte haga una actuación sobria y muy contenida de un personaje sensible, evitando las sobreactuaciones habituales en este tipo de casos.

A pesar de no salir mucho en pantalla era uno de mis favoritos por las razones mencionadas, por lo que me alegro que haya conseguido un papel para la tercera temporada de esa gran serie que es ‘Cambiadas al Nacer’, donde seguro que lo hará muy bien .

Una de las grandes virtudes de la serie era la calidad de los secundarios, entre los que debemos destacar al gran Jonathan Banks (izquierda foto) como el despiadado matón Mike Ehrmantraut y a su derecha, a Bob Odenkirk como el abogado corrupto Saul Goodman.

Banks está impresionante como un matón que empieza a tener remordimientos de conciencia y siempre lo recordaré por su increíble trabajo en la serie de culto ‘Wiseguy’, donde se comía a todo el reparto, incluyendo a un joven Kevin Spacey.

Odenkirk ha sido otra de las sorpresas de la serie, ya que siempre había trabajado en comedías y monólogos, sin apenas adentrarse en el terreno dramático. De todas maneras, su papel apareció a finales de la segunda temporada y tenía un lado cómico que servía para aligerar la tensión de las tramas y Odenkirk estaba muy bien. Tanto es así que va a protagonizar una precuela de la serie llamada ‘Better Call Saul’, en la que interpretará al abogado Saul en los inicios de su carrera. Veremos qué tal sale el invento.

Por último, una mención a dos de los mejores villanos de los ultimos años. En especial Giancarlo Esposito (sup, foto), que como el despiadado Gus Fring hace una interpretación inconmensurable, manteniendo siempre un semblante hierático e imperturbable, mientras hace todas las perrerías posibles. Esposito sigue prestando su solvencia en la serie ‘Revolution’, aunque con un producto claramente inferior.

En la parte inferior tenemos a Mark Margolis como el patriarca de la familia Salamanca, aquejado de una grave enfermedad que le mantiene postrado, pero que les puedo asegurar que no impide que sintamos pánico con la gestualidad de su cara. Margolis también ha interpretado a decenas de villanos y mafiosos en su carrera, y es otra apuesta segura para este tipo de papeles.

El final: A mediados de 2011 la cadena AMC anunció la renovación de la serie por una quinta y última temporada de 16 episodios, dividida en dos partes de ocho emitiendo la primera en 2012 y la segunda en 2013. Precisamente acaba de conseguir el Emmy este año a la mejor serie dramatica, pero por la primera parte, por lo que el año que viene tiene la oportunidad de repetir por su parte final.

Poco voy a hablar del final, excepto para comentarles que fue un gran colofón a la serie, sin defraudar las expectativas de sus millones de seguidores. No fue rompedor ni sorprendente pero tampoco hacia falta, ya que podemos considerar los últimos ocho capítulos como un todo, con el clímax en el antepenúltimo, quedando los dos últimos como un epílogo a la historia. El único ‘pero’ (menor) que le pongo al último capítulo es la banda sonora, con la introducción de una pésima canción del grupo de los 70 Badfinger, en razón de su letra, pero con una música completamente inapropiada para la tensión del episodio.

De todas maneras, fue un final realmente excelente sobre el que vamos a realizar varias consideraciones. La principal es que es la única serie de la historia que su audiencia final ha quintuplicado su episodio piloto, cuando la tendencia suele ser la contraria: audiencias potentes al principio y luego ir desangrándose poco a poco hasta su final.

La razón hay que buscarla en el cambio de hábitos televisivos, ya que la verdadera avalancha de seguidores de la serie se ha producido en los dos últimos años, cuando el boca a boca ha hecho su efecto, y ayudados por la facilidad de las descargas muchos conversos se han pegado auténticas maratones de la serie, para ponerse al día y ver los episodios finales al ritmo de todo el mundo y no quedarse atrás y descolgado.

En este caso, no es lo mismo visionar las dos primeras temporadas en dos semanas, cuando sabes que vas a llegar a la parte más interesante, que verlas sin tener ni idea de lo que viene luego, de aquí mi percepción menos entusiasta durante el inicio de la serie, que aquellos de ustedes que se la han zampado mucho más rápido.

La increíble calidad de las tres últimas temporadas ha llevado a la gente a una especie de paroxismo colectivo, amplificado por el poder que las redes sociales han tenido en estos últimos ocho episodios. Al día siguiente de la emisión en domingo en los EUA de cada episodio, teníamos un mínimo de 25 análisis concienzudos y personalizados de los 40 minutos del capítulo, algunos de ellos de altísima calidad, a partir de las múltiples posibilidades de ver la serie, antes de su emisión legal en nuestro país.

En mi caso, les puedo asegurar que tanta información me saturaba y me he abstraído lo máximo posible de la misma para intentar tener las mínimas influencias posibles al verla. Pero les puedo asegurar que no era fácil, dándose el caso de diarios de tirada nacional que condenan de forma explícita la piratería haciéndose eco y llenando artículos sobre una serie que sólo se podía ver en nuestro país por cauces ilegales, en una contradicción flagrante con su propia filosofía.

No voy a entrar en el debate de si es la mejor serie de la historia, como muchos se aventuraron a proclamar a los cuatro vientos a su finalización, ya que depende de los gustos personales de cada uno. En mi caso la considero una gran serie, con la que he disfrutado mucho sobre todo en las últimas temporadas, y que el tiempo se encargará de situar exactamente en su lugar, aunque en mi caso se quedará en un segundo escalón de excelencia por las razones mencionadas.

Epílogo: El éxito de la serie ha dado pie a todo tipo de iniciativas y vamos a finalizar el análisis con dos muestras. Una jocosa sobre cómo podría ser un Breaking Bad a la española, que pueden ver a continuación:

En un sentido más terrorífico del término en México están preparando un remake de la misma al que llaman ‘Metástasis’, que parece una mala copia traducida de la serie, con el agravante de que no tienen ni pajolera idea de química, plagiando el diseño de los elementos de la tabla periódica, que era la imagen del original, con la invención de elementos químicos con acento como Él. Realmente parece que los guionistas han probado el producto de Walter White antes de hacer la copia:

Como la mayoría de ustedes no creemos que haya visto la serie, aunque seguro que ha oído hablar de ella, hemos querido hacer este análisis global, debido a que la serie se ha emitido en nuestro país por un oscuro canal llamado Paramount, para más inri especializado en comedias, por lo que les recomiendo efusivamente el visionado de una serie que ha marcado una época televisiva y de visionado obligatorio para todo gourmet de series.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.

Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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