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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Smash: Todo lo que siempre quiso saber sobre los musicales de Broadway

El proceso de la creación y de la producción de un lujoso musical de Broadway basado en la vida de Marilyn Monroe ha sido una de las series mas controvertidas de los últimos tiempos, debido a ser la primera en sufrir de forma virulenta y generalizada el fenómeno del hate-watching (verla para criticarla), desde casi su estreno.

Las altísimas expectativas que generó en su estreno y con su piloto, debido a los nombres que estaban delante y detrás de las cámaras se convirtieron en una verdadera arma arrojadiza, creando una masa de ‘seguidores’, que unicamente la veían para vilipendiarla y reírse de ella en un ejercicio de masoquismo televisivo que nunca he llegado a comprender.

La serie tenía sus defectos, pero aún así tenía los suficientes puntos de interés para atraer a un determinado tipo de espectador al que sin embargo nunca llegó a encontrar ni a consolidar y  si a eso le añadimos los problemas internos entre sus productores y creadores, tenemos el caldo de cultivo perfecto para convertirse en el saco de todos los golpes.

Por ello recién finalizada la emisión de su segunda temporada en nuestro país, casi un año después de su pase original, vamos a romper una lanza en favor de una serie, que está mucho mejor de lo que pueden haber leído o escuchado, analizando su evolución global en las dos temporadas en que se ha sido emitida. Subimos el telón y empezamos con su corta entrada.

Ficha: Smash 32 episodios.   Feb 2012- May 2013 NBC (USA) Axn White (E)


Sinopsis: Una famosa pareja de compositores de musicales de Broadway, consiguen que una conocida productora lleve al teatro su ultima creación, un musical basado en la vida de Marilyn Monroe. La serie sigue todos los pasos,  desde su nacimiento pasando por la elección de director y del reparto de la obra,continua con  los ensayos, preestrenos y finalmente su estreno en Broadway. Somos testigos de todos los problemas profesionales que ello conlleva y que influyen y marcan las vidas personales de todos los protagonistas de la obra.

El inicio: Steven Spielberg había estado desarrollando el concepto de una serie basada en un musical de Broadway desde los inicios del siglo XXI, pero ninguna cadena estaba interesada en semejante formato, hasta que en 2009 Robert Greenblatt, que por aquel entonces era el presidente de la cadena Showtime, quedó obsesionado por la idea al ser un fanático de los musicales de Broadway.

Cuando fue nombrado presidente de la NBC en 2011, se trajo esa idea bajo el brazo y con Steven Spielberg empezaron a desarrollar la idea y para ello contrataron como creadora de la serie a Theresa Rebeck, una de las pocas autoras con prestigio tanto en televisión ( Law and Order, Unidad de Victimas especiales, Turno de Guardia, Policias de Nueva York) como en teatro, con varias obras representadas en Broadway, llegando a ser finalista de los Pulitzer teatrales.

Rebeck se puso manos a la obra y escribió el piloto y empezó a reclutar gente de lo mas granado de Broadway, empezando por los multipremiados compositores Marc Shaiman y Scott Wittman, autores del musical Hairspray, llevado al cine. El piloto se filmó sin reparar en gastos y se ganó el encargo de una primera temporada completa de quince episodios, pero para ser estrenada a mitad de temporada, para poder aprovechar el enorme impacto mediático del programa ‘La Voz’ en su versión americana, y de una temática perfectamente compatible con este tipo de serie, por lo que fue programada a continuación.

El programa, estrechamente tutelado por el propio presidente Greenblatt, se estrenó con un enorme de éxito de crítica y de publico , pero a partir de ahí todo fue cuesta abajo, como les explicaremos mas adelante, por ello por ahora les dejamos con el trailer de presentación de la serie.

La trama: La creación desde cero de un musical de Broadway es una tarea ardua y que puede llevar años de preparación, la serie se inicia en el momento en que el libreto recibe la luz verde de una productora dispuesta a invertir en la obra y llevarla a los escenarios de Broadway.

El primer dilema al que se enfrenta la obra y que va a ser el eje central de la primera temporada, es la elección de la protagonista que va a encarnar a Marylin, disputándose el papel dos candidatas, Karen ( izquierda) una morena sin experiencia y apenas descendida del autobus que le ha traido a Nueva York, desde su pueblo natal y Ivy ( derecha) una rubia con muchos años picando piedra haciendo de corista en todo tipo de producciones musicales sin conseguir el mas minimo reconocimiento.

Ambas tienen sus defensores, en el caso de Karen es Derek, el déspota y mujeriego director de la obra, y en el caso de Ivy, Tom el compositor de las canciones de la obra. Toda la pugna queda establecida en el piloto de la serie, que finaliza con esta canción que es el compendio de las esperanzas de ambas aspirantes a actrices, en el que ha sido uno de los puntos algidos de la serie, el ‘Let me your star/ Dejame ser tu estrella’, cantado en paralelo por ambas actrices.

La serie transcurre en dos planos el profesional, donde seguimos paso a paso el proceso de gestación de la obra, pasando por la elección del nombre de la obra, ‘Bombshell’, con los ensayos y los montajes de las coreografias, siempre con las dos actrices intentando ganarse el puesto de protagonista, pudiendo decidirlo cualquier minimo detalle, en el siguiente video podemos disfrutar de uno de estos ensayos

El segundo plano era el personal de las personas implicadas, con una especial atención al matrimonio de la autora del libreto y de las letras de las canciones, Julia, así como las relaciones personales de las dos aspirantes  y la de la productora ejecutiva de la obra Eileen Rand.

Los problemas de la serie vinieron dados por la incapacidad de Rebeck de mantener ambos planos a un mismo nivel, mientras que la parte del musical funcionaba como un reloj, con unos números impactantes y unas coreografías del mejor nivel que se había visto en televisión, las tramas personales eran un lastre debido a su tendencia a ser un culebrón de tres al cuarto.

En especial el papel de la compositora, que venía a ser un alter ego de la creadora Theresa Rebeck, perdía toda credibilidad fuera del local de ensayos, con unas actitudes y decisiones personales impropias de una mujer de su nivel.

Si a eso le añadimos la presencia de algún elemento nefasto en el elenco como el secretario personal de la productora, una sanguijuela ridícula, que habría sido despedido a los cinco minutos en cualquier musical serio, tenemos la cuña por donde los detractores de la serie, entraron a saco.

En el proceso creativo de la serie, las cosas no iban mucho mejor, debido al conflicto cada vez mayor de Theresa Rebeck, con Spielberg y en especial con el presidente de la cadena Robert Greenblat, debido a que Rebeck no admitía ninguna intromisión en su trabajo y su forma de dirigir las cosas, muy personal y sin delegar apenas en su equipo, enrareció el ambiente de tal forma que abandonó la serie poco antes de acabar la primera temporada.

Estos conflictos de poder se vieron reflejados en la pantalla, en especial a mitad de temporada , cuando la propia Rebeck, se vió desbordada por todas las tareas que debía realizar y los guiones empezaron a resentirse, en especial en la parte de las tramas personales.

Musicalmente la serie seguía siendo muy interesante, ya que ademas de las propias canciones del musical , de vez en cuando se permitían licencias narrativas mediante sueños o bolos musicales, que permitían abrir el espectro musical de la serie como tienen en este ejemplo con un numero a lo Bollywood de Karen, con su novio de origen hindú

La primera temporada finalizó con la elección final de la actriz entre las dos candidatas, y los preestrenos de la obra en Boston, para pulir defectos y fallos con vistas a su estreno final en Nueva York.

La segunda temporada cambia la pugna entre las dos actrices y la deriva en una pugna entre ‘Bombshell’ y un musical de nueva creación llamado ‘Hitlist’,

Esta obra era de dos jóvenes y desconocidos compositores, descubiertos en esta escena con la preciosa canción ‘Broadway, here I come’, que fue el emblema de la segunda temporada.


Desplazar el centro de acción hacia la pugna entre  las dos obras, permitió de forma muy acertada aumentar los números musicales, que eran de largo lo mejor de la serie, y reducir en parte las andanzas sentimentales de los protagonistas, aunque las dos actrices todavía coincidían de vez en cuando en galas benéficas o especiales como en esta versión del ‘That’s life’ a dúo

Los musicales de Broadway son un genero muy circunscrito a la ciudad de Nueva York y que han ido sufriendo un lento pero inexorable declive desde mediados del siglo XX, cuando estuvieron en su máximo apogeo, cuando solo competían con las películas de Hollywood. La localización ha jugado en su contra, debido a la necesidad de verlos en vivo y en directo en un lugar determinado y que no esta al alcance de mucha gente ni en los propios EUA.

A pesar de ello tienen una reducida masa fiel y entusiasta de seguidores pero cada vez de edad mas avanzada, y sobre todo se han convertido en un gran reclamo turístico con las plateas llenas de visitantes deseosos de ver esos espectáculos, como he tenido la ocasión de comprobar en persona en varias ocasiones.

Estos factores jugaron en contra de la serie, ya que a pesar de intentar captar el publico juvenil fiel seguidor de series musicales como ‘Glee’, el propio concepto de musical suena a trasnochado para muchos de los jóvenes y no les interesaba en absoluto, en especial a los sectores mas hipsters, siempre en busca de la última tendencia, y la crearon pero en forma de critica feroz de la serie, llegando a montar reuniones para reirse de la misma y luego comentarlo en las redes.

Tengo que reconocer que los musicales, tampoco es un genero que sea de mis favoritos, pero en cambio me gusta apreciar un trabajo bien hecho aunque no sea de mis preferencias, como podría ser  tanto en este caso como en el de la opera.

Por ello al dejar los prejuicios iniciales a un lado, la serie logró interesarme mucho por la calidad de sus producciones musicales, fiel reflejo de lo que había podido ver en el teatro, y en especial el proceso de creación, lo encontré brillantemente explicado y captaba profundamente mi atención. Todo cambiaba al salir del teatro y la verdad es que esos tramos eran bastante anodinos, pero en cada capitulo había dos o tres números musicales que me levantaban el ánimo y que hacían que hubiera valido la pena ver el episodio.

No es una serie de recomendación evidente , a no ser que sean amantes de los musicales o por lo menos curiosos para conocer las bambalinas de ese mundillo, pero en mi opinión, presenta suficientes elementos de interés para estar por encima de la media, y tiene todos los números para convertirse en el futuro en una serie de culto por la calidad de sus números musicales, por lo que si quieren darle una oportunidad a lo mejor les pasa como a mí y les acaba gustando mas de lo que se esperaban.

Los actores:
Como en la obra teatral, las dos actrices elegidas para encarnar a las dos protagonistas, eran dos relativas desconocidas como  actrices, la mas conocida era Katherine McPhee (derecha), que había sido segunda en  una de las ediciones del concurso de talentos ‘American Idol’, para iniciar una carrera musical basada en su popularidad.

La verdad es que su música era tan predecible como un peaje de una autopista y si quieren comprobarlo les dejo este vídeo de su mayor éxito ‘Had it all’, con una imagen completamente diferente pero con una cancion muy anodina.

Su carrera va a seguir alternando la música y la actuación, con un nuevo disco este año y un papel en un piloto de la serie Scorpion de la CBS, aunque pensamos que es mejor actriz que cantante y aquí en Smash lo hace esplendidamente en especial en los números musicales.

Su antagonista Megan Hilty ( Ivy), es una veterana de muchas obras de Broadway y en su primer papel importante pensamos que está un peldaño por encima de la mas conocida McPhee, con mucho mas aplomo al cantar y al bailar. En cambio su carrera post Smash ha empezado con mal pie, a pesar de ser lo único salvable de la infumable comedia ‘Sean saves the world’, estrenada y cancelada esta temporada.

Los papeles de los dos compositores Julia ( letra) y Tom ( música) recayeron en dos actores solventes como Debra Messing y Christian Borlé. Messing es muy conocida por su papel de Grace, en el gran éxito que fue Will & Grace, pero aquí tiene que lidiar con un papel bastante mal definido y poco agraciado al que no puede salvar,  a pesar de sus infructuosos intentos y  su indudable carisma personal. Ahora va a protagonizar el piloto de la adaptación norteamericana de la serie española Los Misterios de Laura, veremos que tal le va.

Christian Borle, uno de los mas ilustres actores de Broadway, con un Tony en su poder, se la come en cada escena, demostrando gran versatilidad, tanto actuando como cantando y bailando, pero  al acabar Smash ha vuelto a su hábitat natural que es Broadway.

El actor que mas me ha gustado de toda la serie es el británico Jack Davenport, como el despótico director Derek Willis, el personaje que mas claro tiene como debe ser la obra y que tiraniza a todo el mundo desde los actores hasta los autores. Davenport está magnifico con un personaje complicado y que produce de largo las mejores escenas de toda la serie.

Davenport ha trabajado a ambos lados del océano, aunque en el Reino Unido es mas conocido por su papel en Coupling y en los EUA, por su papel en la saga de Piratas del Caribe y es de esos actores británicos que hace bien casi todo lo que le toca.

El nombre mas prestigioso del reparto era el de Anjelica Houston, con un Oscar en su poder por el ‘Honor de los Prizzi’, como la productora ejecutiva, en la serie no esta muy fina y su aire a lo Morticia Adams, recordando su papel en la película, no era el mas adecuado para este papel.


Me encanta Houston, pero aquí sencillamente no está inspirada en un papel bastante esquemático, en el que básicamente la recordaremos por tirar repetidas veces agua a la cara a su ex-marido, en un gag que parece extraido de Glee, cambiando granizados por el H2O.

Por último les menciono a los cuatro jinetes del apocalípsis de la serie, los cuatro elementos que pulularon por su primera temporada y que desaparecieron de la misma en la 2T, no les voy a dar el nombre de los actores ni de sus personajes, pero si ven esa cara en alguna serie, huyan despavoridos ya que son capaces de hundir hasta El Padrino.

 

El final:
Aunque a mi entender la serie mejoró bastante en su segunda temporada, las audiencias pensaban lo contrario y nunca consiguió ni aproximarse a los niveles de su primera temporada, por lo que primero fue enviada al sábado que es el cementerio de las series, donde languideció hasta el final de su emisión. Los productores oliéndose el percal, organizaron un final que pudiera servir como final de la serie, y la verdad es que tengo que decirles que estuvieron realmente brillantes al orquestar el gran final en la entrega de los premios teatrales  Tonys, con suspense hasta el último momento.

El último episodio estuvo lleno de múltiples referencias e incluye una versión del Under Pressure de Queen, cantado por todo el elenco de la 2T, a modo de despedida global.

El último numero de la serie fue convenientemente titulado ‘The big finish’ y en una brillante ocurrencia, venia a decir que si una obra tenía un buen final todo lo anterior se iba a olvidar, por desgracia muy poca gente llegamos a verlo, pero en mi caso y con este ejemplo les doy la razón por completo. Aquí tienen el numero que cerró la serie, con algunos spoilers, sobre el final de algunos personajes.

Smash fue una serie arriesgada que no colmó las expectativas que mucha gente puso en ella, pero de ahí a despreciarla completamente hay un largo trecho que nosotros no vamos a recorrer, si les gustan los musicales clásicos denle una oportunidad, aunque solo sea para ver unos números musicales que son  de lo mejorcito que se han visto en la historia de la televisión, y solo por eso ya tiene su merito.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima

Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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