En el selecto grupo de series que suelen ser consideradas en los círculos mas especializados como las mejores de la historia y ocupando el lugar de privilegio para mucha gente tenemos sólidamente instalada a “Six Feet Under”, estrenada aquí con el nombre de “A dos metros bajo tierra”.
Las historias de los miembros de una familia propietaria de una funeraria y su relación diaria con la muerte, dan pie a una reflexión innovadora y profunda sobre como todos los aspectos de la muerte afectan a la vida presente, con los siete personajes centrales de la serie como piezas de un mecanismo que durante cinco años cautivó a muchos espectadores que la tuvieron como su serie de cabecera.
Por eso en nuestro repaso nostálgico de los viernes, no podía faltar una reseña dedicada a la serie que marcó el inicio de la obsesión por las series de calidad para muchas personas y que todavía hoy la recuerdan con especial enfasis en su emotivo final como vamos a intentar plasmar en nuestro articulo de hoy.
Ficha: A dos metros bajo tierra 63 episodios. Jun 2001-Ago 2005 . HBO (USA) La 2/ FOX (E)
Sinopsis: La familia Fisher compuesta por un matrimonio y sus tres hijos, ya mayores, son los propietarios y gestores de una pequeña funeraria en Los Ángeles. Su vida se altera para siempre, cuando el patriarca muere en un accidente de trafico, al ser arrollado el coche fúnebre que conducía por un autobús, lo que obliga a todos los miembros de la familia a adaptarse a su perdida tanto desde el punto de vista personal como profesional.
Aquí pueden ver los títulos de crédito de la serie , una verdadera belleza, con la preciosa música creada por Thomas Newman como el fondo sonoro perfecto para las evocadoras imágenes
El inicio: El sureño Alan Ball, empezó a trabajar como guionista a mediados de los noventa en comedias tradicionales como Cybill o Grace under Fire, lo que le llevó a un cierto estado de frustración creativa, por lo que decidió intentarlo en el campo cinematográfico y con su primer guión vendido, American Beauty, alcanzó la gloria absoluta al arrasar en los Oscars de 1999 con cinco estatuillas, entre ellas la de mejor guión original para Alan Ball.
Al convertirse de la noche a la mañana en el niño dorado de Hollywood, aprovechó su posición para intentar volver a lo grande al campo televisivo de la mano de la HBO. Aunque no está muy claro el origen exacto de la idea de la serie, el concepto final se desarrolló entre Ball y la presidenta de la HBO Carolyn Strauss, que visto el primer esbozo de la idea de la familia con la funeraria, la única condición que le pidió fue que la hiciera lo mas retorcida posible, a lo que Ball aceptó encantado.
El concepto inicial está muy influenciado por su propia vida personal que estuvo traumatizada por la perdida de su hermana con 22 años, en un accidente de coche en el que él iba de copiloto y por los problemas que tuvo en su juventud para reafirmar y ser aceptado por su condición homosexual, ambos temas muy presentes en la serie.
El piloto de la serie fue escrito y dirigido por el propio Alan Ball, y fue ascendido a los altares de la crítica desde ese mismo momento y se convirtió en uno de los pilares de la programación veraniega de HBO, reportándole un Emmy a la mejor dirección por el piloto, curiosamente la primera vez que se ponía detrás de una cámara.
Su carrera posterior ha seguido en la cresta de la ola, con la creación de “True Blood” y en la actualidad produciendo junto a su pareja desde hace veinte años Peter McDissi ( el artista Oliver Castro-Stahl en la serie), ese auténtico placer culpable que es Banshee.
La trama:
El punto de partida de la serie es la perdida repentina del padre y de las consecuencias sobre los supervivientes de la familia Fisher, su mujer, un ama de casa apocada y dominada por completo por su marido, el hijo mayor Nate, jr, un espíritu libre que jamas ha sentado raíces en ningún lugar, el hijo mediano David, un homosexual reprimido y encerrado en su armario particular que trabaja con su padre en la funeraria, y la hija menor Claire, una adolescente inteligente y con ambiciones artísticas.
El centro de la serie son las relaciones entre los cuatro miembros de la familia, primero sobrellevando el duelo para luego descubrir secretos del patriarca desaparecido mientras continúan con sus propias vidas.
En un segundo nivel tenemos a los amigos y amantes de los hijos que ayudan a completar el panorama, por un lado Keith, un oficial de policía negro, amante de David y con problemas de control de temperamento y sobre todo Brenda, la amante de Nate, una persona con un insaciable apetito sexual y amante de las emociones fuertes. Completando el elenco tenemos a Rico, un ambicioso latino que es el empleado de la funeraria que se ocupa de las embalsamaciones de los cadáveres.
La interacción de los siete personajes principales con la muerte en todas sus formas y aspectos ademas de su particular dinámica familiar son el eje central por el que discurre la serie desde el principio hasta el final.
Cada episodio se iniciaba con una escena sin relación con todo lo visto anteriormente, en la que se producía una defunción ( aunque en algún caso podían ser mas) , que podía ser de cualquier manera, violenta, causas naturales, enfermedad, etc, con el denominador común que el cadáver iba a parar a la funeraria. En el siguiente vídeo, pueden ver una selección de las diez mejores muertes de la serie, con el humor negro bastante presente en algunos casos.
El entierro y la interacción con la familia del finado, servía como punto de arranque para hacer avanzar la historia de los miembros de la familia , al ver como estas historias externas al núcleo familiar, acababan influenciándoles en su devenir particular, enseñándoles lecciones de la vida a partir de las experiencias de la gente que conocían por primera vez en su pabellón funerario.
Un aspecto interesante es la ausencia de pontificación sobre que es lo que hay mas allá de la vida, evitando posicionarse en temas religiosos o de creencias, siendo una constante los “parlamentos” que tienen con los cadáveres en la morgue, o las apariciones de seres desaparecidos en forma de visiones o sueños, pero con los que interactuan de forma directa, llevándose la palma en este sentido el padre desaparecido , como pueden ver en este corte del capitulo piloto, donde se despide de su hijo.
Los diálogos familiares eran sorprendentes por la profundidad de los mismos,con temas generalmente tabúes en muchas mesas, como pueden ver en el vídeo de una comida familiar, donde la madre inicia una conversación sexual de alto calado con sus tres hijos.
El humor negro y macabro estaba presente en muchos momentos de la serie, tanto en algunas situaciones surrealistas, en especial en las muertes del inicio de los capítulos, como al tratar la industria funeraria como un negocio como otro cualquiera, en el que por supuesto la publicidad juega una parte importante, como pueden ver en estos anuncios del sector que sirvieron para promocionar la serie.
Mi relación personal con la serie ha sido mas bien tumultuosa y digna de uno de los personajes de la misma, ya que empecé a verla en un periodo en que me encontraba viviendo en el extranjero, atraído por la fama de las críticas que leía en los EUA.
Alguna vez he comentado que las circunstancias personales en las que vemos una serie van a tener una gran influencia sobre nuestra percepción de la misma y esta serie es mi mejor ejemplo personal al respecto, ya que la veía tras largas jornadas laborales en un país lejano y jamas conseguí empatizar con los miembros de la familia y la sensación deprimente que me dejaba tras el visionado de cada episodio me hizo que me fuera alejando de la misma en favor de propuestas mas luminosas o distraídas que era lo que el cuerpo me pedía en esas circunstancias.
Aún así vi las dos primeras temporadas, pero al inicio de la tercera, decidí abandonarla porque el bajón de calidad que tuvo en mi opinión y que fue la gota que colmó mi vaso ya que la poca ilusión que tenía en verla, se desvaneció rápidamente al ver que en esa 3T ganaba en pretenciosidad por encima de mis limites permisivos y las tramas personales llegaban a la tercera o cuarta iteración en forma de peleas, reconciliaciones o relaciones.
Hice un nuevo intento al finalizar la serie en los EUA, y ver las enormes alabanzas sobre su final,ya de vuelta aquí y en otras circunstancias diferentes, pero apenas vi cuatro episodios de la tercera temporada y por las mismas lo volví a aparcar en un cajón, durante muchos años, por mi total indiferencia hacía las cosas que les pasaban a los personajes de la misma.
Al empezar el blog, ha sido la serie de la que he recibido mas peticiones para analizar, precisamente por esa admiración que mucha gente tiene hacia ella, por lo que recientemente decidí liarme la manta a la cabeza y acabarla de una vez por todas tras mas de diez años después de haberla empezado.
Vista en su totalidad, tengo bastante claro que las dos primeras temporadas tienen un gran nivel, pero si la 3T y la 4T hubieran transcurrido en la era de las redes sociales que todo lo escrutinizan hasta el mas mínimo detalle, me parece que habrían sido objeto de campañas de “haters” a gran escala, similares a las que sufren las series actuales, cuando en una alguna temporada rinden por debajo de lo esperado por los fans.
Otra sensación personal es que la serie no ha envejecido muy bien, en especial porque las tramas de familias disfuncionales que eran innovadoras en su momento, ahora ya las hemos visto en series mas recientes e incluso llevadas mas lejos. acrecentando mi creciente indiferencia hacia las tramas a medida que iba avanzando en la misma.
De todas formas e independientemente de mi opinión personal, es una serie de visionado imprescindible, porque si quedan atrapados en sus redes les va a encantar, y si por el contrario no les convence, la dejan y por lo menos tendrá argumentos para defenderse cuando hablen con sus acérrimos defensores.
Los actores:
Peter Krause fue una elección personal de Alan Ball, al que había conocido en sus inicios, cuando hacía un papel recurrente en Cybill, la comedia donde empezó Ball de guionista. De allí pasó a su primer papel de prestigio, el periodista deportivo protagonista de Sports Night la primera serie creada por Aaron Sorkin y que le dio cierta fama.
Cuando Ball le reclamó para su serie, Krause aceptó de inmediato y está realmente magnifico como Nate el primogénito que acaba echando raíces en el lugar que menos deseaba y con una vida personal de lo mas complicada con relaciones bastantes peculiares.
Su carrera posterior le ha llevado a trabajar con cierta continuidad en series como “Dirty Sexy Money”, y sobre todo “Parenthood” en la que lleva cinco años en un melodrama de armas tomar.
La llegada de Michael C. Hall para el papel de David, fue sugerida a Alan Ball por Sam Mendes, el director de American Beauty, con el que había trabajado en Broadway en una versión de Cabaret. Hall se destapó en un papel muy complicado de un homosexual que no sale a la luz temeroso de las reacciones y consecuencias de sus amigos y allegados y que vive atrapado en su propia mentira personal, en una actuación realmente excelente.
Su ductilidad quedó demostrada cuando al finalizar la serie se embarcó durante ocho años, en un papel completamente opuesto como Dexter, un asesino en serie, con su propio código personal. Ahora encumbrado por esos dos papeles, espera nuevos proyectos.
Hasta su aparición en “A Dos metros bajo tierra”, Frances Conroy, era una actriz básicamente dedicada al teatro durante toda su carrera, con apariciones esporádicas en papeles secundarios en cine y televisión, cuando sus compromisos teatrales se lo permitían. Su papel como la matriarca Ruth Fisher, un mujer atrapada en su matrimonio y la crianza de sus hijos, desde su mas tierna juventud, a la que la muerte de su marido, le permite explorar todo lo que se había autovetado desde siempre y se embarca en relaciones con diversos personajes en busca de su felicidad.
Conroy era la actriz con la que menos empatizaba del reparto desde el principio, y sus tramas siempre fueron las que mas pereza me daban de seguir, con una expresión continua de angustia contenida como marca de la casa, muy mantenida durante toda la serie.Posteriormente su carrera nunca me ha acabado de convencer, y siempre me ha dado la impresión de hacer el mismo papel, como ahora en American Horror Story, en diferentes papeles pero con la misma expresión de siempre.
La pelirroja Lauren Ambrose era otra desconocida actriz teatral cuando fue elegida para el papel de Claire, la adolescente rebelde, niña mimada de la familia, con aspiraciones artísticas, a la que vamos a seguir en su paso de la adolescencia a la madurez, con todos sus aciertos y errores que su buena interpretación hace completamente creíbles
Su carrera posterior no ha acabado de arrancar, marcado por un sonoro batacazo en la serie “The Return of Jezebel James”, la nueva serie de Amy Sherman-Palladino, la creadora de “Las Chicas Gilmore”, que llegó con grandes expectativas y fue despedazada por todo el mundo. Posteriormente salió en la 4T de Torchwood, y poca mas para lo que cabía esperar.
El avispado Freddy Rodríguez llegó a esta serie, también por su relación anterior con Alan Ball, con el que trabajo en “Oh Grow Up” una efímera sitcom que creó Ball, y que apenas duró trece episodios. Ball pensó en él para crear el papel de Rico, el maquillador de la funeraria, un latino amigo de la familia Fisher, que le ha criado como a un hijo y que cada vez adquiere un papel mas importante en la funeraria.
Su papel al principio estaba mas relacionado con las tramas del muerto semanal, quedando al margen de las historias personales de la familia, pero al ir perdiendo importancia esas historias, empezó a entrar en la espiral personal negativa de la familia en sus relaciones personales.
Rodríguez tampoco ha hecho nada muy reseñable posteriormente con papelillos en “Ugly Betty” o secundarios en bodrios como “Chaos” o “The Night Shift”.
Matthew St Patrick, venia del mundo de los culebrones matinales, cuando fue elegido para encarnar a Keith, un agente de policía negro, que es el amante a escondidas de David, con el que veremos que irá consolidando su relación con el paso de los años, en una historia de amor con sus altos y bajos, y donde St Patrick, apenas conseguía estar a la altura de Michael C. Hall, excepto en el tema de los músculos.
Tras la serie su carrera también se ha ido difuminando con el paso de los años, tras la cancelación de su primera serie, “Reunion” y este año le hemos visto en la temporada final de “Sons of Anarchy”, intentando digerir sin éxito, plomo en su organismo.
Por ultimo destacar la presencia de la gran actriz australiana Rachel Griffiths, que saltó a la fama el año 1998 cuando fue nominada para el Oscar por una fabulosa interpretación de una violoncelista en “Hillary and Jackie”, tras su irrupción en la escena cinematográfica con “La boda de Muriel”. El salto a los EUA, lo dio con el papel de Brenda, una masajista que se convierte en la amante de Nate, pero que empieza a desarrollar adicciones sexuales y a las drogas que la descontrolan por completo
Tras la serie enlazó con un papel importante en “Brothers and Sisters”, durante cinco años, para caer en un cierto declive con su última aparición en una serie como “Camp”, muy por debajo de sus grandes cualidades como actriz.
El final:
Alan Ball empezó a tener problemas para continuar con tramas frescas e innovadoras, cuando preparaba la 5T, ya que muchas de las propuestas de la sala de guionistas, eran variaciones de cosas que ya habían pasado con anterioridad, por lo que decidió de acuerdo con HBO, para no alargarla mas de lo necesario, cerrar la serie en esa quinta temporada con tiempo para prepararlo todo durante esos trece capítulos.
En el esquema general, la serie siguió mas o menos coherente con el transcurso de las últimas temporadas, durante la primera mitad de la misma, para empezar en los últimos cinco episodios, a preparar el camino para la escena final que Alan Ball tenía preparada.
Dicha escena de seis minutos y medio, es muy bonita y emotiva y es el mejor final que podía tener la serie. El hecho de considerarlo entre los mejores finales de la historia o incluso el mejor, está muy ligado de forma directamente proporcional al nivel de implicación personal de cada uno con la serie y sus personajes y anteriormente ya he dejado clara mi posición personal al respecto.
Por ello, en esta ocasión les he puesto el vídeo de la última escena, porque es de las que sus seguidores no se cansan de ver una y otra vez, derramando sus lagrimitas a cada pase. Si usted no ha visto o acabado la serie, puede saciar su curiosidad si lo desea, y por supuesto si desea mantener el misterio, pase de largo, y espere a verla en su visionado particular
Epilogo:
La serie se ha emitido en nuestro país, siempre con algo de retraso, pero completa, lo que es mas de lo que podemos decir de muchas series, por ello aunque la vi en el extranjero, recuerdo haberla visto en alguna visita por la 2 a horas intempestivas y en la FOX en las plataformas de pago. De todas maneras, de vez en cuando todavía se emite por alguna cadena del país, como es el caso de esta promoción que he encontrado sobre la serie en una cadena desconocida para mi V Televisión gallega.
“A dos metros bajo tierra”, es de las pocas series de la historia que a pesar de mis gustos personales, consideraría de visionado imprescindible, por su planteamiento innovador y diferente de una familia disfuncional que convive a todas horas con la muerte, y sobre todo para que saquen sus propias conclusiones al respecto, porque seguro que no les va a dejar indiferentes.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en mi cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino