Los detectives y policías televisivos siempre se han caracterizado por tener algún pequeño rasgo característico en forma de tic o manía que permitía diferenciar algo a su personaje de todos los demás, que mas o menos se dedicaban a las mismas tareas, en multitud de series similares.
La aparición de un detective como Adrian Monk cambió las reglas del juego ya que su persona era todo un compendio de fobias, manías y obsesiones que a pesar de su gran sagacidad como detective, sacaban de quicio a todas las personas con las que se relacionaba, moviéndose hábilmente entre las fronteras de la comedia y el drama, aunque con el tono ligero predominando en todo momento.
A pesar de emitirse en una cadena de cable, sus audiencias eran impresionantes, ostentando su final de serie el récord de audiencia para una serie de cable, posición de honor que mantuvo hasta la llegada de los zombies de “The Walking Dead”, que destrozaron literalmente su récord.
Por estas razones, y cuando hace poco mas de un lustro que finalizó su ilustre carrera, nada mejor que proponerles antes del inicio de las vacaciones para muchos, una serie ideal para la canícula, entretenida y ligera a partes iguales.
Ficha: Monk 125 episodios. Jul 2002-Dic 2009 – Cadena : USA Network (USA) Calle 13. (E)
Sinopsis: Adrian Monk era un detective brillante del departamento de policía de San Francisco , hasta que su mujer Trudy murió a causa de un atentado que hizo volar su coche por los aires, y que Monk pensaba que iba dirigido hacia su persona.
El suceso le sumió en una profunda depresión que le hizo enclaustrarse en su casa, evolucionando su perfeccionismo como detective en un trastorno obsesivo-compulsivo que le impedía llevar una vida normal de ninguna de las maneras.
Ayudado por su enfermera Sharona , consigue dominar parcialmente alguno de sus miedos y fobias y empieza a colaborar con sus antiguos compañeros de la policía, en calidad de detective asesor, en aquellos casos en los que no conseguían esclarecer el delito que investigaban.
Con este punto de partida, las tramas desarrollan la evolución personal de Monk, mientras ayuda en sus investigaciones de los casos policiales, junto a su enfermera.
El inicio: David Hoberman era un productor cinematográfico en los estudios Disney, donde había producido muchas películas estilo “ Cariño, he encogido a los hijos” o la película de los Teleñecos, que a finales del siglo XX, desarrolló una serie basada en un detective estilo inspector Clouseau ,con la idea de que el gran patoso que es Michael Richards ( Seinfeld), le diera vida. Pero tras el rechazo de Richards, la cadena ABC desestimó el proyecto durante un tiempo.
Entonces Hoberman acudió a su amigo Andy Breckman, un guionista que empezó escribiendo sketches en el Saturday Night Live, y que se había convertido en uno de los mas cotizados “script doctors” de Hollywood, especializado en introducir elementos cómicos en los guiones de las películas para hacerlas mas asequibles al gran público.
Breckman cogió el concepto inicial, pero le añadió el toque del trastorno obsesivo-compulsivo, que en fase muy inicial sufría David Hoberman, y diseñó la serie centrándola en un detective con ese trastorno. La cadena ABC siguió pasando del tema, pero pasó el guión a la cadena de cable USA Network, por si les podía interesar, y estos la acogieron rápidamente en su seno.
La serie se estrenó en la temporada veraniega de 2002, como primera pieza de un intento de USA Network de redefinirse como cadena de cable, centrándose en procedimentales de calidad pero ligeros y agradables, y olvidándose de los bodrios pseudosexys de bajo presupuesto como “Silk Stalkings” o “Pacific Blue”, que era el estilo que predominaba hasta ese momento en esa cadena.
La apuesta dio resultado, y la serie fue recibida con magnificas críticas, y su estreno en pleno mes de Julio, tuvo una enorme audiencia, debido a que la mayoría de las cadenas solo ofrecían reposiciones o realities, y al ser la única novedad en esa época, atrajo a mucho mas público de lo esperado.
Su sintonía inicial, alegre y juguetona, ya nos predisponía hacia la ligereza del producto que íbamos a ver
La trama: Monk sentó las bases del nuevo estilo de la cadena USA Network, de series luminosas y “cielos azules” y sus tramas obedecían a un esquema sencillo y fácil de seguir por la mayoría del público.
El esquema de los capítulos no era fijo, pero en la mayoría de las ocasiones, predominaba el estilo Colombo, donde veíamos un crimen en la escena inicial y al asesino y seguiamos a Monk de la mano de las investigaciones, mientras intentaba descubrir al asesino.
En otras ocasiones, Monk sabe quien es el asesino desde el momento que lo ve, pero al tener una coartada a prueba de fuego, debe dedicarse a desmontarla y finalmente también había episodios en que desconocemos quien es el asesino hasta la escena final.
La única constante en todos los episodios, es la presencia constante de Monk en cada una de las escenas, donde vamos conociendo una por una, sus 312 fobias conocidas, que lógicamente son utilizadas para producir momentos hilarantes uno tras otro, y que tenían mas importancia en el desarrollo de la serie, que la propia investigación.
Su planteamiento de excluir a todo el mundo de su vida, choca frontalmente con los deseos de su enfermera, una mujer fuerte y algo deslenguada que consigue hacer que Monk se vaya abriendo al mundo. Un papel mas secundario lo tienen los dos policías que le pasan los casos, por un lado un estricto capitán de policía, Leland Stottlemeyer, que a partes iguales admira las capacidades deductivas de su ex-compañero, pero que no soporta sus tics ni manías, y el teniente Randy Disher, un espíritu libre y algo excéntrico que no es una lumbrera precisamente en su trabajo.
Un ejemplo de como Monk sacaba de sus casillas al capitán con su trastorno, lo tienen en el siguiente vídeo donde Monk ha realizado algunos cambios en el ordenador de su capitan siguiendo su lógica, ilógica para el resto.
Por ello, cada episodio ademas de tener un delito semanal, tenía su fobia semanal, que siempre implicaba ver a Monk en solitario, haciendo de la suyas, en cualquier entorno como en este caso el de un hospital
La serie se hizo rápidamente con una audiencia bastante numerosa y muy fiel, que no se cansaba de ver la formula magistral de la serie, y que reaccionaba de forma bastante virulenta ante cualquier cambio, como sucedió cuando los productores cambiaron la sintonía de la 1T, por una canción del famoso compositor Randy Newman, escrita ex-profeso para la serie “It’s a jungle out there”, que ganó el Emmy a la mejor canción ese año. En el vídeo pueden ver la nueva intro de la serie, donde ya pueden observar otro cambio del que les hablaré a continuación.
El principal cambio que tuvo la serie en sus ocho temporadas, fue la abrupta salida de Betty Schramm a mitad de la 3T, por una disputa salarial, ya que cobraba muchísimo menos que Tony Shalhoub, y exigió una mejora salarial que acabó en su salida de la serie, y su sustitución por Traylor Howard, como Natalie su nueva ayudante.
El mayor acierto que tuvieron los guionistas de la serie, fue evitar el error común de clonar el nuevo personaje y en este caso, el papel de la nueva ayudante era diametralmente opuesto al de la enfermera Sharona, ya que mientras la primera era muy dura y se enfrentaba continuamente a su jefe, Natalie era mas sibilina y evitaba la confrontación directa. En el terreno personal Natalie tenía mas obligaciones al estar viuda y con una hija adolescente y eso abría el campo a que Monk se relacionara con otras personas de otros rangos de edad.
Un ejemplo de la nueva relación lo tienen en este hipocondríaco viaje en moto de Monk, con su nueva ayudante. Tras el acople de Natalie en la engrasada maquinaria de la serie, ya no hubo mas sorpresas hasta el final de la serie, y en las últimas temporadas pudieron empezar a jugar con los elementos centrales de la serie, como el de la sintonía, como en este versión rapera de la misma, cantada por Snoop Dog, en un episodio en el que el rapero era el asesino de la semana.
Las tramas de continuidad eran escasas y solo se utilizaban de vez en cuando en conseguir pistas sobre la verdad del asesinato de su mujer, que era el único caso que no había podido resolver en su carrera y al que le dedicaban un capitulo por temporada.
Monk nunca pretendió ser una serie innovadora, mas allá de la excentricidad del protagonista y su facilidad por ponerse situaciones ridículas a causa de sus fobias, pero a cambio, era un entretenimiento notable, basado en la gran capacidad del actor principal Tony Shalhoub en crear un personaje por el que todos sentíamos empatía y hasta lastima en muchas ocasiones.
En mi caso, era uno de mis pasatiempos favoritos en plan vaciacocos o evasión, donde siempre conseguía arrancarme alguna sonrisa por los embolados en que se metía y donde por lo menos en mi caso la parte criminal era lo que menos me importaba.
Mis escenas favoritas en cuando Monk interaccionaba con algún desconocido, que no sabe de nada de sus problemas, y ese contraste entre las que cosas que le parecían “normales “ y ¨lógicas” a Monk y al resto del mundo, era lo mejor de la serie sin ninguna duda.
Los actores:
Tony Shaloub es un actor de origen libanés, que empezó a trabajar en Broadway, hasta que a principios consiguió su primer papel importante como un taxista italiano, durante siete años en una comedia injustamente olvidada por muchos “Wings”, sobre las historias de un pequeño aeropuerto. Este papel le abrió muchas puertas, como trabajar en el cine con los hermanos Cohen.
Tras un fracaso en una sitcom “Stark Raving Mad”, creada por Steven Levitan (Modern Family) y que coprotagonizaba con Neil Patrick Harris, que apenas duró una temporada, fue el elegido para interpretar a Adrian Monk.
Shaloub estaba impresionante como Monk, un personaje nada sencillo y con muchos matices, que te hacia reír continuamente con sus tics y manías , a pesar de que siempre estaba serio, lo que le valió arrasar en los Emmys, llevándose nada menos que tres al mejor actor principal en comedia, siendo el dominador en ese campo en la primera década de este siglo. Su carrera tras Monk, ha sido discretita, con una horrible comedia en su haber “We are Men”, que ha compensado con una gran presencia en la segunda parte de la última temporada de “Nurse Jackie”, donde ha sido lo que mas has destacado.
Su primera ayudante, Sharona, fue Bitty Schramm, a quien siempre la recordaré por su papel de debut, en la película “ Una mujer en la liga”, donde era la destinataria de una de las frases mas famosas de la historia del cine el “There’s no crying in baseball”, que le dirigía Tom Hanks, cuando ella empezaba a sollozar tras un fallo en un partido, en este vídeo clásico que pueden recordar aquí.
Tras su debut, no pasó de papeles secundarios en cine, hasta que le llegó el papel de su vida aguantando las manías de Monk, que lo hacia a las mil maravillas
Por desgracia sus peticiones de aumento salarial cayeron en saco roto y salió de la serie a mitad de la 3T, en un acto que la marcó de por vida, ya que se ganó fama de conflictiva y se tuvo que refugiar en el teatro, de donde apenas sale.
Su sustituta fue Traylor Howard, una actriz con esa pinta de vecinita de al lado, que hasta esta serie solo había trabajado como chica guapa en sitcoms como “Boston Common” o “ Two Guys, a Girl and a Pizza Place”, o de interés amoroso de Jim Carrey en alguna de sus películas menores como “Me, Myself and Irene”. A pesar de acoplarse bien al reparto, para mi siempre estuvo a un nivel inferior al resto de actores, al verle siempre un pelín estirada y demasiado pija para el trabajo que tenia que hacer.
Tras Monk, se ha retirado de la escena y no le hemos visto en nada mas, y yo por lo menos no la echo de menos.
Ted Levine ( derecha) saltó a la popularidad por su personaje antagonista de Hannibal Lecter en “El Silencio de los corderos”, lo que le llevó a empalmar villanos sanguinarios uno tras otro, durante casi una década, en la que no paró de trabajar en ese tipo de papeles. Mas adelante dejó los villanos pero para encasillarse en detectives y policías, por lo que a nadie le extrañó el verlo como el recto capitán Stottlemeyer. Levine es un actor muy bueno y el papel estaba muy por debajo de lo que podía hacer, pero lo hacia con gran profesionalidad. Tras Monk, lo hemos visto en el remake americano de “Bron”, “The Bridge”, donde era de lo mejor también.
Mucho mas discreta, ha sido la carrera del canadiense Jason Gray-Stratford, como el atropellado teniente Disher, bastante metepatas y el encargado de las partes mas cómicas de la serie, siendo un buen robaescenas en muchos casos. Antes de la serie, trabajaba de forma casi exclusiva, haciendo voces para dibujos animados y videojuegos y tras Monk, va haciendo papelitos pero nada relevante.
El final:
La cadena USA Network anunció al final de la séptima temporada que habían renovado la serie para una octava y última temporada de 16 capítulos, que cerraría la serie.
Curiosamente, a pesar de que la series de USA Network son denostadas por muchos seriéfilos, en comparación con otras mas arriesgadas como las de la cadena Showtime, sus finales son de los mejores en conjunto de todas las cadenas, en especial si los comparamos con el de la última cadena que les hemos nombrado.
Monk fue la primera en despedirse de todas sus series de éxito, creando un estilo de despedida, especialmente dedicado a los fans y seguidores de la serie, que han continuado sus sucesoras como “Psych”, “In Plain Sight” “White Collar” o “Burn Notice” y la propia cadena aprovechaba las sinergias entre sus series, para hacer promociones de despedida como esta, con todas las estrellas de sus series despidiendo a Monk.
En este caso, Monk dejó para el doble episodio final la resolución del caso del asesinato de su mujer, para cerrar el circulo sin resquicio alguno y especialmente dedicado a satisfacer a sus millones de seguidores, que en numero cercano a los 10 millones establecieron un nuevo récord de espectadores de un episodio de cable.
Tras la resolución del caso y como epílogo, tuvieron la gran idea de hacer un videoclip recopilatorio tanto del pasado como del futuro de los personajes, sin grandes sorpresas, pero con un gran respeto hacia los fans, con una canción de Randy Newman, “When I’m gone”, compuesta específicamente para ese momento.
Un gran final de una serie modesta, que debería servir de ejemplo para muchas otras sobre como pasar a la historia por la puerta grande, si lo desean aquí pueden ver ese epilogo, con la emotiva canción de despedida
Epilogo:
Sus productores hicieron un intento de prolongar la franquicia, con una precuela de diez episodios que estrenó USA Network, en su servicio on-line, llamada “Little Monk” , sobre un Monk en la escuela, pero que fue un fracaso absoluto, como pueden comprobar ustedes mismos en este vídeo
Monk fue una serie que nació sin muchas expectativas, y al final consiguió mas premios y mas audiencias que muchos productos de mayor copete, gracias al carisma de su actor protagonista, y a unas historias sencillas y distraídas que eran del agrado de mucha gente.
Para finalizar, nada mejor que un clip publicitario con el protagonista de su serie hermana Psych, que nació a su sombra y con la que compartió el mismo día de programación durante muchos años
Monk es una serie muy recomendable para aquellos de ustedes que disfrutan con una serie ligera y sin pretensiones, pero impecablemente realizada y con los suficientes alicientes, para que vuelvan a ese lugar feliz semana tras semana.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino