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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Dempsey & Makepeace (Como el perro y el gato). Una pareja muy molona

Las series británicas de acción tuvieron su momento dorado en los años comprendidos entre 1965 y 1990, donde muchos títulos eran inmensamente populares en todo el mundo con series como “Los Vengadores”, “El Santo” o “Los Persuasores”, que son recordadas por muchos de los espectadores de cierta edad.

A mediados de los años ochenta la formula empezó a agotarse, pero todavía dio un último coletazo con la serie que les vamos a presentar en nuestro rincón del recuerdo del viernes, “Dempsey & Makepeace”, una pareja muy heterogénea de policías, que se convirtió en un éxito inesperado en todo el mundo, incluyendo nuestro país, como lo demuestra el hecho de que varios lectores,  habían pedido un análisis de la que fue su serie preferida de finales de los ochenta.

“Dempsey & Makepeace”, estrenada en nuestro país con el titulo de “Como el perro y el gato”, era una respuesta británica a las series de parejas de investigadores o policías, compuestas por un hombre y una mujer que se llevaban a la greña en medio de sus pesquisas, con ecos de “Luz de Luna” o “Remington Steele” ,sus dos referentes mas claros, como les vamos a mostrar en el articulo.

Ficha: Como el perro y el gato (Dempsey & Makepeace) 30 episodios.  Cadena: Ene 1985-Dic 1986 ITV (GB) La 1 (E)

Sinopsis: Jim Dempsey es un duro policía neoyorquino, que tras descubrir un caso de corrupción en el seno del cuerpo de policía, es enviado en comisión de servicios a Londres para su propia protección. En la capital británica es asignado a una unidad especial de Scotland Yard el SI-10, donde se le asigna como compañera a una refinada agente británica Harriet Makepeace, completamente opuesta en todo a su compañero. Ambos se ven obligados a colaborar en la resolución de peligrosos casos en Londres.

El inicio: El escoces Ranald Graham es uno de los guionistas británicos más importantes en el genero de series de acción tras trabajar en “The Sweeney” ( estrenada aquí como “24 horas al dia”) y posteriormente en “los Profesionales”, junto al gran maestro Brian Clemens.

Su prestigio consolidado fue la causa por la que en el año 1985, la cadena independiente ITV le encargará el diseño de una serie de una pareja de policías, pero con un look muy moderno y con abundantes escenas de acción, para atraer a un publico mas joven que el habitual de las series históricas británicas.

Graham tuvo muy claro desde el principio el planteamiento basado en que dos polos se atraen y para ello diseñó dos personajes que se encontraban en las antípodas uno del otro, para ir construyendo la trama poco a poco con el paulatino acercamiento entre ambos.

El estreno de la serie fulminó las audiencias y se convirtió en la favorita del público británico de manera casi inmediata, con mas de doce millones de espectadores por capitulo, alimentada ademas por el inicio de una relación personal fuera de los platos entre los dos protagonistas, que era carne de cañón para los insaciables tabloides ingleses, que los perseguían a todos los lados.

Nada mejor que empezar con la trepidante cabecera de la serie para ponernos en sintonía con lo que íbamos a ver en cada episodio

La trama: El episodio piloto desarrolla en su primera parte el caso neoyorquino de corrupción que va a obligar a exiliarse al teniente Jack Dempsey a tierras británicas, y que causó la vida a su compañero. Dempsey era un policía de clase trabajadora, de gatillo fácil, duro y poco dado a la diplomacia, y dispuesto a hacer lo que sea para conseguir atrapar al culpable y hacerlo confesar, como pueden ver en los primeros minutos del piloto de la serie.

Su llegada a Scotland Yard es como la de un elefante en un cacharrería, y mas cuando es emparejado con una atractiva policía que es hija de un lord ingles, culta, aristócrata y licenciada en Cambridge, emperrada en romper el techo de cristal de las mujeres en la policía británica.

El desdén mutuo es importante desde el momento que se conocen, pero con el tiempo y como es habitual en este tipo de series, va creciendo la tensión sexual entre ambos, llegando al nivel habitual de ¿Se lo montaran o no? , que es el principal motivo de continuidad entre los capítulos de la serie.

A pesar de este tenue hilo, los capítulos eran autoconclusivos, que empezaban con el descubrimiento del delito de la semana, y el encargo por parte de su jefe, un inspector veterano, resabiado y que no admite tonterías, para poner a la pareja a investigar.

Los dos se pelean tanto entre ellos por sus diferentes metodologías de trabajo como con los malhechores de turno, donde no pueden faltar varias escenas de pelea con ambos luchando codo con codo a pesar de sus diferencias, en unas coreografiás bastante resultonas

Cada capitulo contenía una formula mágica donde se mezclaban los piques personales y las pullas continuas que se lanzaban con momentos espectaculares, como la persecución de vehículos que pueden ver en el siguiente vídeo

A medida que iba avanzando la serie se hacia mas patente la atracción mutua entre ambos personajes, alimentada por la enorme química personal de los dos actores, debido a su relación personal, lo que derivaba en poner a uno de ellos en peligro y que el otro acudiera a salvarle , como en el siguiente video con un clásico como que la chica tenga que aterrizar un avión sin tener ni idea.

“Dempsey & Makepeace” era una serie muy entretenida que no aspiraba a nada mas que a hacer pasar un buen rato al personal con una pareja atractiva y unos casos espectaculares sin demasiadas complicaciones ni misterios, una especie de puesta al dia de “Los Vengadores”, pero con el añadido de la tensión sexual entre ambos componentes de la pareja, inexistente en el clásico de los sesenta.

Es una serie que recuerdo con gran cariño, porque tenia una ejecución muy cuidada, y el hecho de ver una mujer fuerte, guapa e inteligente en las pantallas televisivas, no era muy habitual por aquella época y la presencia de la sudafricana Glynis Barber era el principal aliciente para ver cada semana las aventuras de la pareja de detectives de Scotland Yard.

El tono simpático de las pullas entre ambos, prevalecía sobre el dramatismo de los delitos que investigaban y la verdad es que los episodios se pasaban volando con una sonrisa entre los labios, por lo que por mi parte no le pongo ninguna objeción, si se es consciente de sus limitaciones y falta de originalidad.

Como suele suceder con las series modernas ochenteras, el paso del tiempo le ha hecho mas mal que bien, en especial en cuanto a la estética, pero en cambio los diálogos y las tramas me han sorprendido mas que favorablemente por lo bien que se han conservado dentro de su modestia creativa y que si lo desean lo pueden comprobar en Youtube donde se encuentra la serie completa, o en las ediciones del DVD en castellano.

Los actores:
Glynis Barber era una actriz nacida y criada en Sudáfrica que se trasladó a Londres a finales de la década de los setenta y que poco podía imaginar que se iba a convertir en un auténtico sex-symbol mundial durante los ochenta, enlazando tres personajes como Soolin en la gran serie de ciencia-ficción “Blake´s 7”, la heroína sexy Jane en la versión televisiva de las tiras cómicas y sobre todo el de Harriet Makepeace que es la que la puso en todas las portadas.

Ver en esa década protagonizar una serie a una mujer que  investigaba y peleaba al mismo nivel que su compañero masculino, era una rara avis y el mérito de Barber fue conseguirlo sin apenas despeinarse en el proceso

Tras conocerse el inicio de su relación con Michael Brandon, su fama se disparó y era difícil saber donde empezaba la ficción y donde la realidad en la serie, con una conexión y una complicidad evidente entre ambos actores. Tras el final se casó con su partenaire en 1989 y ha aparecido en multitud de series y películas, hasta asentarse en los culebrones eternos británicos, tipo Emmerdale y EastEnders, pero manteniendo siempre su estatus de celebridad en el Reino Unido junto con su marido, con el que continua unida.

Michael Brandon era un mediocre actor neoyorquino, que iba tirando con todo de tipo de papeles en las series y películas que le querían contratar, pero sin despuntar en ningún momento, por eso cuando aceptó trasladarse al Reino Unido para encarnar al duro teniente James Dempsey en un entorno lejos del suyo habitual, le tocó literalmente la lotería en todos los sentidos, tanto personal como profesionalmente.

Su dureza y modales toscos le convirtieron en el contrapunto perfecto de su refinada y culta compañera y Brandon  lo clavaba a la perfección. La carrera tras su matrimonio ha ido alternando ambos lados del océano, aunque con preferencia por el Reino Unido, donde es bastante mas famoso que en su país natal, donde no pasa de hacer alguna estrella invitada en alguna serie, suponemos que para no perder su carnet del sindicato de actores USA.

El jefe malhumorado y cascarrabias que no puede faltar en ninguna serie de policías, era el superintendente Spikings , interpretado por un curtido secundario como Ray Smith, que cumplía mas que bien con el ingrato papel de poner en vereda a sus dos agentes mas díscolos, que le ponían en un brete con sus superiores en mas de una ocasión.

Galés de pura cepa, Ray Smith desarrolló casi toda su carrera en los escenarios de Cardiff , que alternaba con innumerables papeles minúsculos, hasta muerte en 1991 por un ataque al corazón.

Por último mencionar al típico actor irrelevante de toda serie, que nos suena cuando vemos la cara pero del que jamas nos acordamos al pensar en la misma. En este caso el dudoso honor recae en Tony Osoba, un escoces de padre africano, que se encarga de las tareas de apoyo de la pareja protagonista como el sargento Chas.

Osoba es mas conocido por ser el primer escoces “negro” en protagonizar una serie en el Reino Unido, que por sus logros artísticos

Consideraciones finales:
Las series británicas nunca se han caracterizado por durar demasiadas temporadas, y “Como el perro y el gato”, no fue ninguna excepción, ya que tras dos temporadas de gran éxito reforzadas por las actividades externas de los dos protagonistas, la tercera experimentó un cierto bajón de audiencias, al perder fuerza la novedad.

La 3T se caracterizó por una deriva hacia la comedia romántica de equívocos al crecer la atracción entre ambos, dejando de lado su parte mas interesante que era la contraposición de los dos personajes y sus amistosas peleas continuas. Ante la perdida de interés, la cadena ITV decidió cancelar la serie, tras avisar a los productores con tiempo, para preparar un final mas o menos digno, del que se encargó Ranald Graham, el creador de la serie.

El final fue el momento feliz que esperaban todos los fans de la serie, dejando los temas personales atados y bien atados, para regocijo de los apasionados fans de la serie, en uno de los precursores del fenómeno actual llamado “shippear”

Es curioso como una serie que es absolutamente desconocida para las nuevas generaciones, ha sido una de las que he acumulado mas peticiones para analizar en la larga vida del blog, prueba inequívoca del éxito que tuvo en nuestro país, en especial con el recuerdo de Glynis Barber, repartiendo mamporros, vestida siempre a la última moda.

Mi deseo es que estas lineas hayan hecho justicia al recuerdo que muchos de ustedes guardaban o han recuperado de una serie que fue muy popular en el momento de su emisión.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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