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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Cuatro estaciones en la Habana (Cuba) . Un “tropic noir” demasiado lánguido

La búsqueda para abrirse caminos en los mercados internacionales hace que se junten extraños compañeros de cama, pero hasta el momento nunca había visto una coproducción televisiva cubano-hispana-alemana que se distribuya mundialmente a través de Netflix excepto en nuestro país que llegara a final de este mes en la plataforma rival Movistar.

A pesar de tener tantos socios y estar dirigida por el navarro Felix Viscarret, la hemos considerado una serie principalmente cubana, por estar basada en las obras del escritor cubano Leonardo Padura que ha sido el guionista principal de la adaptación junto con su mujer Lucia Lopez Coll y haber sido rodada íntegramente en Cuba con los mejores actores cubanos en los papeles principales.

La serie es un esforzado intento de llevar el genero de misterio de las series nórdicas tan de moda estos últimos años a la preciosa isla caribeña, con el detective de policía Mario Conde (sic) al frente de las investigaciones, pero los resultados no están a la altura de las expectativas como les vamos a analizar a continuación.

Ficha: Cuatro estaciones en la Habana 4x90m ó (8x45m) .   Dic 2016 . Idioma: Castellano Cadena: Netflix- Movistar ( E)

La trama : Mario Conde ( un brillante Jorge Perugorria) es el detective mas brillante de la unidad de homicidios de la ciudad de La Habana, con una gran crisis personal al estar completamente desencantado del politiqueo y presiones de todo tipo a que se ve sometido en su trabajo de investigación en la comisaría, que le hace desear mas que nunca alcanzar su sueño en la vida que es convertirse en escritor, pasión que cultiva en su tiempo libre.

En su trabajo le toca investigar los asesinatos mas complicados, con muchas ramificaciones políticas y económicas que le hacen andar con pies de plomo, para resolver el crimen, sin meterse en demasiados líos

Basada en la tetralogía escrita por Leonardo Padura, la miniserie consta de cuatro capítulos independientes, pero con ciertos hilos de continuidad en referencia hacia la trayectoria personal de Mario Conde. El primer episodio se estrenó en las salas cinematográficas con el titulo de “Vientos de la Habana” y ha sido reciclado dentro de la miniserie, como se puede ver en el trailer de presentación.

La miniserie nos presenta una Habana decadente algo más moderna que en las novelas de Padura que estaban ambientadas en los años noventa, pero con el desencanto de casi todos sus protagonistas por la falta de esperanza y de futuro como eje principal de todos los comportamientos de las personas que no son afectas al régimen, sin ser disidentes tampoco.

La miniserie evita muy hábilmente hacer criticas al régimen castrista, esquivando los temas políticos en todo momento, excepto de forma colateral como fondo de las conversaciones entre amigos o en el marco de historias de corrupción o trafico de influencias, pero dentro de una gran ambigüedad estudiada, para centrarse en los temas policiales.

El nivel de producción es muy bueno, con un buen reparto de actores con lo mejor y mas granado de los actores y actrices cubanos con Jorge Perugorria, Vladimir Cruz y Manuel Almirante, con alguna adición exterior como es el caso de nuestra conocida colombiana Juana Acosta, que aparece en el primer episodio, en plan mujer fatal.

La serie está exquisitamente ambientada, mostrando no solo La Habana mas turística, sino también la real con sus coches desvencijados y sus casas mil veces restauradas, como intenta recoger la cuidada y artística cabecera de la serie

Desgraciadamente la serie tiene un problema muy grave de ritmo en el primer episodio ( la película) que se hace verdaderamente interminable, cuando tras una exposición interesante durante la primera media hora de presentación de los personajes, se estanca por completo, estirando hasta los noventa minutos una historia que se podía haber explicado perfectamente en apenas sesenta, con los desnudos y escenas sexuales gratuitas como cebo para mantener al publico despierto.

Tengo que reconocer que los otros tres episodios son algo mejores, aunque siguen adoleciendo de esa languidez y falta de ritmo que lastra mucho el resultado final, a pesar de ello, el tercer episodio en el que Mario Conde investiga el asesinato de un travestido es el mas interesante y de lejos, al introducirnos en el reprimido y castigado mundo gay de la Habana con una gran delicadeza, que me hubiera gustado ver en el resto de la miniserie.

“Cuatro estaciones en la Habana” es una miniserie que parte de un concepto interesante para abrir nuevos mercados y mostrarnos nuevas miradas en escenarios poco habituales, pero el resultado global final es algo fallido si lo comparamos con sus objetivos iniciales, sobre todo cuando en uno de sus episodios si que permite ver lo que podría haber conseguido con algo mas de traza en la ejecución.

En este caso les recomendaría que le echaran un vistazo en plan curiosidad malsana, aprovechando su inminente estreno en nuestro país, aunque con las prevenciones que les he mencionado en el artículo para su disfrute y solaz, en especial por el placer de escuchar el precioso acento cubano.

Les dejo con el segundo trailer de presentación de la serie.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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