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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Bones: Sólida, ligera y resistente como el calcio de los huesos

No es nada habitual que una serie modesta en sus inicios como “Bones” llegue hasta la duodécima temporada de emisión y lo que es más importante manteniendo un compromiso fiel y honrado con sus seguidores, sin traicionarles y manteniendo una continua evolución y ajuste de sus piezas para evitar la rutina y el desgaste habituales en la televisión que ha pasado factura a series mucho más famosas y conocidas en sus temporadas iniciales.

Por todas estas razones, cuando acaba de emitirse el episodio final en nuestro país consideramos que es el momento ideal  de dedicarle el articulo completo que se merece, como homenaje a las series sencillas pero bien realizadas que consiguen triunfar a pesar de ser utilizadas por su cadena como una especie de comodín para tapar los huecos de su programación, con la seguridad de que siempre iba a funcionar estuviera donde estuviera.

Ficha: Bones 246 ep .   Sep 2005-Mar 2017 . Cadena:  Fox (USA)- Fox/ La Sexta (E)

Sinopsis: La antropóloga forense Temperance Brennan ( conocida como Bones ( Huesos)) es una de las expertas mas reputadas en su complicado campo, siendo capaz de conseguir mucha información a partir de cualquier fragmento de hueso por pequeño que sea.

Esas cualidades la llevan a colaborar como experta en un caso del FBI, tras su vuelta de una larga estancia en Guatemala, dejando tan impresionado al agente al cargo de la investigación Shelley Booth que empiezan una colaboración de forma regular para resolver crímenes donde las únicas pistas suelen ser un amasijo de huesos encontrados en los lugares mas inverosímiles.

El inicio: Kathy Reichs es una de las antropólogas forenses mas conocidas de los EEUU,debido a las novelas que ha publicado protagonizadas por Temperance Brennan, su alter ego que se enfrenta a la resolución de crímenes complicados, utilizando sus conocimientos científicos sobre todo lo referente a los huesos.

La fiebre desatada por el fenómeno CSI, a principios del siglo XXI, hacia todo lo referente a las ciencias forenses hizo que casi todas las cadenas buscaran alguna serie de ese genero para intentar sacar rédito de la situación y las novelas de Kathy Reichs se convirtieron en un bocado muy apetecible para su adaptación televisiva, recibiendo multitud de ofertas para hacerse con los derechos.

De todas las ofertas que recibió, la que mas le gustó fue la que recibió del productor cinematográfico Barry Josephson, en nomina de la 20th Century Fox, que consiguió hacerse con los preciados derechos de sus libros.

En paralelo teníamos a Hart Hanson, un guionista canadiense con experiencia en series de clase media como “Judging Amy” o “Joan of Arcadia”, que estaba bajo nomina de la Fox, para desarrollar nuevas ideas y proyectos, al que un ejecutivo le pidió que enfocara sus esfuerzos hacía alguna serie del tipo forense, que era lo que estaba de moda.

Solo era cuestión de tiempo que dentro de la productora Fox, alguien pusiera en contacto a Barry Josephson y Hart Hanson, para que el segundo desarrollara la serie a partir de los derechos sobre los libros que tenía el primero, contando con el asesoramiento de la propia autora.

Con las relaciones cerradas entre el trío creador, Hanson escribió el piloto que fue aprobado para su rodaje y su posterior pase a serie para ser programada en la temporada otoñal de 2005, como compañera de viaje del mayor éxito de la cadena Fox , el gruñón House.

En el primer vídeo pueden ver las explicaciones de todos los implicados en la creación de “Bones” sobre el enfoque de la misma y su idea inicial para el desarrollo de los personajes.

La trama: “Bones” se puede definir como un procedimental ligero donde tienen el mismo peso tanto los casos semanales que deben resolver, como las relaciones entre los diferentes miembros del equipo de investigación, sean científicos o agentes federales, lo que les permite conjugar los aspectos dramáticos del delito que investigan, con tramas mas livianas de sus vidas personales.

El piloto establece la relación central de la serie entre la doctora Brennan y el agente Booth, aprovechando una primera investigación como excusa para establecer la premisa permanente de la serie, que ya dejaban entrever en los títulos de crédito iniciales de su 1T.

Un aspecto interesante era el intercambio de roles diferentes a los habituales, con la doctora Brennan presentada como una mujer arisca y muy poco empática con sus semejantes a los que menospreciaba continuamente, ademas de tener un nivel de exigencia altísimo en todos sus colaboradores y ver  todo como blanco o negro, sin saber matizar las cosas.

A su lado, el agente Booth, era una persona mucho mas amable y afable en sus relaciones con las personas, aunque su pasado militar le dejó ciertos traumas que fueron convenientemente explotados durante el recorrido de la serie, pero continuamente tenía que mediar entre las opiniones drásticas y tajantes de la doctora y las personas implicadas, porque el dicho de la verdad ofende alcanzaba nuevas alturas en este caso.

La pareja central era un excelente punto de anclaje de la serie, por el contraste entre dos personalidades tan diferenciadas que a pesar de todo se respetaban mutuamente y eran  capaces de dejar sus diferencias para resolver los casos.

En un segundo plano teníamos al resto del personal del laboratorio, todos ellos especializados en diferentes áreas de investigación, que iban desde Zack el joven y brillante ayudante forense de la doctora, hasta Hodgins el entomólogo residente, amante de las teorías conspiratorias, pasando por Ángela, la experta en reconstrucción facial forense para poder identificar a las victimas al inferir su aspecto a partir de su calavera.

Este último aspecto se convirtió en el truco preferido para conseguir la pista definitiva, con una maquina holográfica que recibía el nombre de Angelator, que acabó convirtiéndose en una de las señas de identidad de la serie, como explican sus responsables en el siguiente vídeo:

Todos los científicos estaban a las ordenes de un estirado funcionario el doctor Goodman, que desapareció al final de la 1T, para ser sustituido en uno de los cambios mas positivos de la historia televisiva, por la doctora Saroyan que era la pieza que faltaba en el reparto de secundarios, como una jefa comprometida y comprensiva con sus empleados.

Cada episodio solía iniciarse con una escena independiente, en la que un suceso aparentemente inofensivo y sin importancia acaba desembocando en el descubrimiento de forma fortuita de un cadáver en los lugares mas extraños que eran los que daban el título al episodio.

A partir de ahí se desplaza a la escena del descubrimiento nuestra pareja protagonista para recoger las pruebas forenses que luego iban a ser analizadas en el laboratorio de última generación del Instituto Smithsonian, centro de trabajo del grupo científico.

La primera tarea era identificar el cadáver, para seguir con la habitual rueda de interrogatorios a los sospechosos del entorno del cuerpo encontrado, todos ellos con sus motivos para haber sido el asesino y que las pruebas científicas irán descartando, hasta que la doctora Brennan y su equipo consiguen incriminar sin duda alguna al culpable, al final de cada capítulo.

Los cuerpos en diferentes grados de descomposición eran todo un clásico en la serie y en el siguiente vídeo pueden ver diferentes aspectos del trabajo del equipo de efectos especiales, para conseguir el realismo tan grande que daban por la pantalla.

El mayor acierto de la serie ha sido sin ninguna duda, hacer evolucionar a todos y cada uno de los personajes sin prisa pero sin pausa, decantando cada vez mas la balanza de la serie hacia ellos, en lugar de centrarse en el caso semanal que era utilizado principalmente como una excusa para desarrollar tramas personales.

En el centro de esta evolución estaba la relación central entre la doctora Brennan y el agente Booth, en la que con el roce continuo, se fue dulcificando en parte el carácter de ella, haciéndola mas abierta y empezando una cierta tensión sexual muy bien llevada y nada forzada, que llevaría donde tuviera que llevar pero sin quemar etapas, como muestra el primer beso entre ambos que fue bajo el típico muérdago navideño.

La evolución de la serie les llevó a sacrificar algún peón secundario del instituto al final de la temporada tercera, para sacarse de la manga una de las mejores ideas que he visto en una serie, una rotación fija de becarios que se iban alternando entre ellos y aparecían solo cada cinco o seis episodios, que daban siempre su toque diferencial al episodio en que salían, sacudiendo las rutinas habituales.

El concepto funcionó tan bien desde su introducción en la 4T que duró hasta el final de la serie, con rotaciones importantes también entre los becarios, por lo que el concepto “squintern” quedó anclado como otro personaje mas de la serie, como explican los propios actores en el siguiente vídeo:

La serie no dudaba en introducir elementos cómicos, casi siempre en contraposición a la seriedad adusta de la doctora Brennan, que incluso eran llevadas a las propias promociones de la serie, como en la divertida promo que pueden ver seguidamente:

A diferencia de muchos compañeros de la crítica, en mi caso siempre me han gustado mucho los procedimentales y nunca me han parecido un genero menor, siempre y cuando tengan un mínimo de calidad. En este sentido y en mi opinión, “Bones” siempre ha sobresalido sobre el resto, por aunar perfectamente las dos vertientes científica y personal, para hacer una serie entretenida y distraída, con mucha mas dignidad que muchas series mas “prestigiosas” que finalmente no llegaban ni a su primer cumpleaños.

Su honradez y compromiso a carta cabal con sus fieles seguidores es otro aspecto muy importante, con los guionistas y actores cuidando mucho a sus fans ( los “boneheads”) tanto en la serie como a nivel de interacción en eventos o redes sociales. Eso se hacía muy patente con el respeto  de los fans a traspasar las lineas de su territorio, cuando las decisiones creativas cambiaban algún elemento o personaje importante, porque en el fondo confiaban en que todo fuera por el bien de la serie, como así acababa siendo, evitando campañas orquestadas porque no se hacia lo que algunos fans querían.

Personalmente la he seguido bastante fielmente durante muchos años, ya que era una perfecta válvula de escape y muy entretenida entre otras series mucho mas intensas de la programación, encantado de ver de como evolucionaban la serie sin descanso.

En mi caso la dejé de ver en la 10T mas por falta de tiempo y la necesidad de ver otras novedades, por lo que aproveché la entrada de un nuevo personaje secundario que me caía bastante mal, que me dio la excusa que necesitaba para desengancharme, aunque he visto completa la última temporada reducida, para hacerle la despedida que se merecía con este articulo.

Los actores: El centro de la serie es la magnifica pareja que forman Emily Deschanel como la doctora Temperance Brennan y David Boreanaz como el agente Booth, con una enorme química desde el primer episodio, que fue evolucionando y mucho con el paso de los años, tanto a nivel personal como de pareja, pero sin traicionar sus esencias iniciales.

Emily Deschanel no era una elección muy evidente para el papel protagonista, ya que había realizado casi toda su carrera en el cine y aunque aparecía en películas como “El Alamo”, “Cold Mountain” o “Spiderman” era en personajes muy pequeños, gracias a los contactos de su padre el reputado director de fotografía Caleb Deschanel.

Deschanel ha demostrado ser la actriz ideal para un papel complejo y nada sencillo, como una mujer muy inteligente e independiente, poco dada a seguir los convencionalismos sociales si no está de acuerdo con ellos con una capacidad de ser dura e implacable si las circunstancias lo requieren. De hecho la sencillez y la naturalidad con que actúa en un personaje tan complicado, incluso ha jugado en su contra para apreciar su gran actuación.

Mucho mas conocido era David Boreanaz, que venía de interpretar durante casi una década al vampiro Ángel, tanto en el original de “Buffy, la cazavampiros” como en la secuela basada en su personaje, que enlazó de forma inmediata con “Bones” empalmando veinte años seguidos con una serie en el primetime y con pintas de seguir, porque ya le han dado el protagonista para un piloto sobre los Navy Seal para la CBS.

Boreanaz era perfecto para un papel que requería unas ciertas dotes físicas, ademas de ser el lado sensible y compasivo de la pareja principal, sin tener la necesidad de morder en la yugular como le pasaba en su papel anterior, convirtiendo sus conversaciones con la estirada doctora en verdaderos manuales de buena conducta.

La segunda pareja en importancia de la serie era la formada por Michaela Conlin como Ángela Montenegro, la especialista en reconstrucción facial, y T.J Thyne como Jack Hodgins, el entomólogo especialista de todo tipo de microorganismos y bichos.

Ambos eran dos auténticos desconocidos antes de ser escogidos para “Bones”, dando tumbos entre papeles de extras con frase o secundarios en series fracasadas desde el estreno, hasta que su suerte cambió, al complementarse perfectamente.

Conlin era la perfecta única amiga en la vida de la Dra Brennan que le explicaba las cosas más sencillas de la vida  a la superinteligente doctora, a la vez que era muy convincente como una  artista frustrada que encauzaba su vena artística como científica

Thyne era el robaescenas perfecto con sus teorías conspiratorias sobre cualquier caso, que proporcionaba los principales momentos cómicos de la serie, en especial cuando montaba experimentos del TBO con los jóvenes becarios, a los que engatusaba para probar sus teorías mas peregrinas.

La entrada de la brillante Tamara Taylor en el lugar del taciturno y sosainas Jonathan Adams fue la mejor decisión que tomaron los guonistas en toda la serie, tanto es así que en una serie con mucha continuidad y cariño hacía todos los personajes, el que interpretaba Adams desapareció al final de la 1T y nunca mas se supo de él, un poco como la carrera del mismo actor, que sigue saliendo en muchos lugares pero nadie se percata de su presencia.

El mayor elogio que se puede hacer al trabajo de Tamara Taylor , que solo había destacado en un papel importante en “Party of Five”, es que su personaje estaba diseñado para aparecer únicamente durante seis episodios al inicio de la 2T, para ser envenenada a continuación, pero la recepción a su personaje fue tan positiva, que no solo decidieron mantenerla sino hacerla fija convirtiéndose en un gran pilar de la serie. Su entrada en la serie permitía una voz de autoridad femenina y respetada por encima de la Dra Brennan, a la vez que se iban haciendo amigas con el paso del tiempo.

Por último mencionar a dos secundarios que jugaron papeles importantes en determinados momentos de la serie, ademas de ser dos de los favoritos de los fans que tuvieron que ser “sacrificados” en aras de la continuidad de las tramas.

A la izquierda tenemos a Eric Millegan, que fue el becario inicial de la doctora Brennan, Zack, un chico que era el brillante discípulo de la doctora en los compases iniciales de la serie. Su carrera como actor se reduce casi exclusivamente a este papel en sus primeras temporadas, así como algunas apariciones posteriores retomando su papel incluso al final de la serie.

Mucho mas popular era John Frances Daley, que hasta este papel se le recordaba como  el gran adolescente Sam de la fabulosa “Freaks & Geeks” , que solo se consiguió sacudir cuando entró en la 3T de la serie como el psicólogo agente del FBI Lance Sweets, que permitió extender las tramas del agente Booth en el ámbito laboral del FBI, así como dar aspectos psicológicos a los casos semanales.

Su entrada fue otra gran adición como lo fue la de Tamara Taylor y formó parte del núcleo central de las mejores temporadas hasta su salida en la 10T a petición del actor que estaba empezando una prometedora carrera como director y guionista, donde está escribiendo en la actualidad “Spiderman: The Homecoming”

La secuela : En los casos de una serie de éxito, todos conocemos las presiones de la cadena para reeditar el éxito en forma de secuela, para ver si podrían aprovechar el éxito del original. En este caso y tras estudiar la posibilidad de escindir algún personaje del núcleo central, Hart Hanson optó por hacer un “backdoor pilot”, en la 6T presentando una historia nueva en un episodio de “Bones” con el reparto original, para tirar millas a partir de ahí, con la nueva serie a la que llamaron “The Finder”.

El protagonista era un militar retirado, el mayor Walter Sherman, antiguo compañero de Booth, que a causa de un accidente durante la guerra de Irak, tiene la rara habilidad de encontrar cualquier objeto o persona sea donde sea, gracias a sus enormes dotes de deducción y observación que se le escapan al resto de los mortales. Su cuartel general estaba en Key West en Florida donde medraba en el bar de un amigo y colaboraba con una amiga con beneficios que era una U.S Marshall, todo ello en un tono ligero y simpático reminiscente de Bones

A continuación tienen la introducción de la serie

La secuela nunca acabó de despegar, por el recorrido escaso de la premisa y la poca entidad de los personajes secundarios que la hundieron rápidamente tras su estreno y la llevó a su cancelación tras sus trece primeros episodios.

Final : Ya hemos comentado anteriormente que “Bones” era un auténtico comodín en la programación de la FOX que la cambiaba continuamente de día y hora o incluso la retrasaba hasta la primavera, si consideraba que tenía mejores bazas para jugar, para acabar siempre rectificando y utilizándola para apuntalar cualquier noche de la semana que no les funcionara, confiando en que sus fans siempre la acababan encontrando.

El problema fue mucho mas acuciante en las primeras temporadas, donde ese baile continuo de fechas hacía muy difícil que el público ocasional se enganchara a las historias, pero en cuanto consiguió una cierta estabilidad, lo cierto es que sus audiencias fueron creciendo, alcanzando sus mejores cifras en sus temporadas centrales de la 4T a la 7T, que es cuando las series empiezan a acusar el desgaste.

Su resistencia seguía siendo encomiable y eramos testigos de las vidas de las personajes, que se casaban, tenían hijos y sufrían tragedias, hasta que de común acuerdo decidieron al final de la 11T, hacer una temporada de despedida de solo doce episodios para dar el colofón adecuado a la serie, acompañándola por la promoción siguiente.

Los capítulos finales se dedicaron a cerrar muchas historias personales tanto de los personajes principales como secundarios, pero huyendo de soluciones drásticas o insultantes y haciendo las paces con personajes maltratados en el pasado, sin revoluciones ni chapuzas infectas ( Si, Castle, estoy pensando en tí).

El último caso que resolvieron era mas complicado que los habituales, pero tampoco mucho mas, sin necesidad de dar un portazo brusco a la serie, sino cerrándola con suavidad para que todo encajara, en un final que no pasara a la historia de las series, pero que en cambio si que lo hará en la historia de los “Boneheads”, que al final eran los que se lo merecían.

Hoy hemos hecho un homenaje a “Bones” una serie que seguro que han visto en algún momento sea de forma consciente o cuando se la han encontrado zapeando en alguno de los innumerables bucles repetitivos de su emisión en la Sexta, donde tengo la seguridad que va a seguir pululando durante años, de una forma similar a los Simpsons en Antena3.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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