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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Baretta: El policía, la boina y la cacatúa

Las series de detectives y policías de los años setenta estaban hechas con la misma plantilla desde el punto de vista de historias y tramas, por lo que debían buscar elementos diferenciadores en la personalidad del protagonista, aunque pocas llegaron tan lejos como “Baretta” con una cacatúa como principal compañera de un irascible detective de una gran ciudad, con gran facilidad para actuar de incógnito y disfrazado.

Sin ser un gran éxito, tuvo una cierta repercusión incluso en nuestro país, donde sus modos de antihéroe y sus latiguillos eran imitados por los chavales de los patios de las escuelas en los habituales ejercicios de mimetismo de esas edades, como vamos a analizar en la esquina nostálgica de cada viernes, sobre una serie que tuvo una gestación y desarrollo bastante más turbulento que el habitual en Hollywood.

Ficha: Baretta 82 episodios.   Ene 1975- May 1978 ABC (USA) La 1 (E)

Sinopsis: Tony Baretta es un policía de paisano, que no tiene ningún problema en disfrazarse para trabajar encubierto e infiltrarse en las organizaciones sospechosas de haber cometido algún delito grave en una gran  ciudad estadounidense indeterminada. Baretta es un verdadero lobo solitario, que vive en un apartamento de un hotel desvencijado del centro de su ciudad, con la única compañía de su cacatúa Fred, su mejor compañero en la vida.

El inicio: Roy Huggins fue uno de los productores mas importantes de los inicios de la televisión, creando series como “Maverick” , “77 Sunset Strip” o “El Fugitivo” grandes éxitos mundiales.

A principios de los años setenta decidió hacer una puesta al día de su serie Maverick, que protagonizó James Garner y que narraba las historias de un tahúr y jugador en el lejano Oeste, y hacer algo parecido ambientado en nuestros días. Ante la insistencia de Garner, unió sus fuerzas con un joven productor Stephen J. Cannell que le había impresionado en un capitulo de la serie Chase que había creado Cannell y en el que había intervenido.

Durante el largo proceso de gestación, la cadena ABC le hizo un encargo a Huggins para escribir “Toma” una serie basada en la vida real de un policía encubierto de Nueva Jersey, que había escrito un libro de sus experiencias que sirvió de base para la serie, con el popular actor de esa época Tony Musante como protagonista.

Huggins encargó la escritura del piloto a su nueva estrella Stephen J. Cannell mientras que Huggins firmaba con el seudónimo de John Thomas James, la mayor parte de los episodios que escribió, a continuación pueden la cabecera de la precursora.

La serie tuvo bastante éxito y fue renovada pero al final de su 1T su protagonista Tony Musante decidió ejercer una extraña clausula de escape que tenía en su contrato para abandonarla tras una temporada, dejando a los productores con la serie renovada pero sin protagonista.

En ese momento Huggins pensó en Robert Blake, un actor con el que había contactado para el papel de Toma, como reemplazo de Musante, pero tenía sus dudas que aceptara ser plato de segunda mesa, por lo que para convencerlo, decidió hacer una remodelación total de la serie, cambiando el nombre a la misma y a todos los personajes, aunque manteniendo la premisa del detective encubierto.

Le encargó de nuevo la escritura del piloto al prolífico Cannell, que realizó en un tiempo récord de cuatro semanas, desde el encargo hasta el inicio del rodaje. De esa manera tan rocambolesca, en forma de secuela bastarda nació “Baretta” aunque ese fue solo el primero de los enormes problemas que tuvo su producción, como iremos viendo en el artículo.

La trama: “Baretta” era un procedimental con todas las letras del concepto, con un protagonista único y exclusivo que aparecía en casi todas las escenas de cada episodio, con excepción de las iniciales en que se nos mostraba el delito, donde lógicamente todavía no podía estar presente.

La plantilla de la serie era evidente, comisión del delito, inicio de la investigación con elección del disfraz de turno, cerrar el cerco al sospechoso y arresto final tras una persecución espectacular.

El principal aliciente era ver el disfraz con el que el camaleónico Baretta se iba a infiltrar entre los malhechores de guardia esa semana, para poder hablar con otros acentos y dar rienda suelta a la gran capacidad como actor intensito de Robert Blake.

La cabecera de la serie se ha convertido en todo un clásico con “Keep the eye on the sparrow” una canción escrita por el gran músico de jazz Dave Grusin, y cantada por Sammy Davis, Jr, que suele aparecer en las antologias de mejores sintonías de siempre

 

Desde el mismo piloto, la actitud de Robert Blake no era precisamente positiva, quejándose en voz alta de todos los guiones y haciendo miles de notas sobre cada guión. Cannell solventó los problemas en el piloto, pero le faltó tiempo para irse a trabajar a su nueva serie “The Rockford Files”, donde su protagonista James Garner estaba encantado y no le tocaba una sola coma de sus guiones, dejando a su jefe Roy Huggins con la tesitura de lidiar con el irascible Blake en el día a día.

Las peleas y discusiones entre Blake y Huggins llegaron a ser legendarias tirándose guiones por la cabeza, ante las innumerables exigencias del protagonista, que no eran escuchadas por el showrunner, lo que derivaban en unas brutales tensiones en el set de rodaje, con abogados arriba y abajo.

Pero las audiencias eran excelentes, por lo que ambos se vieron obligados a confraternizar, pero siempre en un clima de guerra latente, con Blake convencido que podía escribir mejor a su personaje y Huggins hasta el gorro de soportar a ese divo cada semana.

En el siguiente video pueden ver una de las promociones que la ABC dedicaba a la serie

El principal atractivo de su protagonista era ser una especie de prototipo del antihéroe que predomina en la actualidad, con una actitud huraña y solitaria, un coche cutre y oxidado, ademas de ser muy proclive a tomar atajos de todo tipo para resolver los delitos, sin importarle las consecuencias legales posteriores, con sus conversaciones con Fred su cacatúa como su único momento de solaz, tocado con una boina en muchos momentos,

En dichas conversaciones pajariles era frecuente el uso de sus latiguillos mas repetidos que pronunciaba diversas veces en cada episodio como”Don’t do the crime if you can’t do the time” ( No hagas un crimen si no quieres ir a la cárcel), “You can take dat to the bank” ( Eso te lo puedes llevar al banco) y finalmente “And that’s the name of dat tune” ( Ese es el nombre de esa canción).

Mujeriego y misógino a partes iguales, Baretta es pura televisión de la vieja escuela, con las mujeres destinadas a llevar el café tras las cámaras y a mostrar las piernas como damiselas en peligro delante de los focos, sin ningún papel recurrente para ninguna mujer, siendo usadas como parte de la rotación semanal del protagonista.

La serie ha envejecido mucho peor de lo que pensaba, con todas esas actitudes de machito alfa, completamente sobrepasadas en la actualidad, lo que unido a una previsibilidad absoluta de las tramas que parecen telegrafiadas y escritas a la mayor gloria del actor, hacen su revisionado una práctica rayana en la autoflagelación.

A pesar de estas impresiones actuales, la verdad es que la miraba interesado en mi juventud, pero tampoco fue nunca una de mis favoritas, por esa enorme intensidad de Robert Blake, empeñado en demostrar continuamente lo gran actor que era, cuando a veces dar un paso atrás, es mas importante que seguir siempre al límite, en mi caso agravado por mi imposibilidad de soportar los momentos cacatúa de cada episodio.

Curiosamente no existen muchos vídeos en la red sobre “Baretta”, por lo que si desean recordarla nada mejor que ver la siguiente muestra, en un formato bastante raro por lo empequeñecido que está, pero que les va permitir recordar al personaje.

Los actores:
Robert Blake es uno de los pocos actores que ha realizado una buena transición de ser un niño actor estrella a destacar como adulto. Tras una infancia problemática y rebelde fue elegido como protagonista de “Our Gang/ Little Rascals” , una serie muy popular durante la II Guerra Mundial sobre una pandilla de niños y sus travesuras, a la que siguió otro papel importante en la serie de westerns “Red Ryder”, como un pequeño piel roja.

Tras pasar un tiempo en el Ejercito por ser reclutado, decidió seguir con su carrera, buscando papeles más importantes trabajando en muchas películas, hasta llegar al mejor papel de su carrera, el del asesino Perry King en “ A sangre fría” basado en la novela de Truman Capote”, que lo elevo de categoría gracias a su escalofriante interpretación que revalidó en otra película de culto como un policía motorizado en “Electra Glide in Blue”

Blake empezó a tener problemas de adicciones a principios de los setenta, con numerosas terapias, que acabaron por hacerle aceptar el papel de Baretta, para tener ingresos económicos regulares, pero como ya hemos comentado era de un trato muy difícil, pero eso no fue obstáculo para que ganara un Emmy al mejor actor por Baretta.

Tras la cancelación su carrera fue hacia abajo, sin conseguir ningún papel de cierta importancia ni en cine ni en televisión, quedando relegado a algún papel como estrella invitada. Por desgracia su popularidad para las nuevas generaciones, viene dado por un famosísimo juicio mediático en el que fue acusado de la muerte de su segunda esposa, con muchas similitudes al de O.J. Simpson y que ocupó las portadas de todos los noticiarios y diarios durante meses,

Tras el controvertido veredicto del jurado, se tuvo que declarar en bancarrota y vive retirado y apartado de los focos, en un estado bastante deplorable

Nada mejor que un veterano tan consistente como Dana Elcar para encarnar al jefe policial de Baretta el inspector Shiller, en un papel limitado a encargarle los casos semanales y reparar los destrozos de su subordinado.

Es el tipo de personaje en el que siempre ha estado especializado Dana Elcar, ya sea como jefe de policía o juez, siempre como persona de orden, tanto en cine como en series como ésta y McGyver, en el que probablemente ha sido su papel mas popular hasta su muerte en 2005 a los 77 años.

Toda serie setentera que se precie, debía tener entre su galería de personajes a un negro zumbón, vestido de forma colorista, que solía ser un agente doble como chulo o traficante junto a informante policial. En esta ocasión Michael D. Roberts fue el encargado del estereotipado papel de Rooster, su confidente que era más que un chulo ilustrado.

A pesar de sus numerosas apariciones puntuales en series y películas, éste fue el papel más importante de una carrera mucho menos vistosa que sus coloridos atuendos dignos de cualquier película de blaxplotation.

Por último tenemos al gran Tom Ewell, pagando su jubilación como Billy Truman, el mejor amigo del difunto padre de Baretta, que es la única persona, exceptuando a la cacatúa, con la que mantiene conversaciones mas largas de un monólogo.

Tom Ewell, a pesar de tener una extensa carrera, es reconocido casi de forma exclusiva por el papel que ha pasado a la historia del cine como protagonista junto a Marilyn Monroe de “La tentación vive arriba” el clásico dirigido por Billy Wilder, que el mismo Ewell había interpretado en Broadway con un Tony en su poder por esa actuación.

Su presencia junto a Marilyn en una de las escenas mas icónicas de la historia del cine, cuando se le levantan la falda blanca por el aire de un respiradero del metro, es lo mejor de la carrera de Tom Ewell, junto con este personaje en el ocaso de la carrera por el  que rascó una nominación a los Emmy como mejor  actor secundario.

El final:
La serie fue siendo renovada cada temporada por sus audiencias, pero el clima entre Blake y el resto del equipo técnico era completamente irrespirable con trifulcas creativas continuas que solo paliaban el dinero que todos ganaban a espuertas con la serie y el Emmy que ganó como mejor actor por ese papel.

Pero en cuanto la serie empezó a declinar en el numero de espectadores le faltó tiempo a la cadena ABC al final de la 4T para cancelar la serie y quitarse ese continuo mal de cabeza de la programación sin ningún aviso ni episodio final al respecto, para poder perder de vista a Robert Blake de una vez y por todas.

“Baretta” es una serie que ejemplifica a la perfección el tipo de televisión que predominaba en los años setenta, dirigida a un publico generalista, donde las mujeres y las minorías eran meros accesorios intercambiables y que ha envejecido peor que una colección  de trajes del ballet Zoom, como pueden comprobar en la segunda promoción de la serie.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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