El regreso más esperado de esta temporada, ha sido sin duda alguna la vuelta de “Twin Peaks”, de la mano de sus dos creadores originales Mark Frost y David Lynch, veinticinco años después de la emisión de la serie original.
En esta ocasión se ha emitido en una cadena de cable premium como Showtime, que les ha dado una libertad y unos medios que no tuvieron en una cadena generalista como ABC, donde debemos recordar que acabó un poco como el rosario de la aurora en su 2T, hundida en las audiencias, repudiada por casi todo el mundo y cancelada de forma fulminante.
Su resurrección no ha dejado a nadie indiferente, por un lado entusiasmando a los apasionados seguidores de David Lynch ansiosos de ver algo de su director favorito tras once años de sequía total, mientras que en el otro bando ha tenido furibundos detractores frustrados ante una propuesta que encontraban incomprensible y sin sentido alguno.
En cambio para la mayoría de las personas, las sensaciones han sido más bien de perplejidad como la que he buscado con el titulo del presente artículo en referencia a una geometría diferente de la euclidiana, que es la que predomina en la naturaleza, debido a esa narrativa tan diferente de la que estamos acostumbrados.
Vista la nueva temporada completa, vamos a compartir nuestras impresiones que ya podemos avanzar que han sido similares a las de ir a un extraño restaurante, donde nos sirven un menú de degustación que alterna cosas exquisitas con otras que no podemos describir ni explicar, pero en el que en principio sería muy difícil que repitiéramos experiencia tras haberla disfrutado.
Ficha: Twin Peaks: El retorno 18 episodios. Jun 2017-Sep 2017 Cadena: Showtime(USA)- Movistar Plus (E)
Sinopsis: Veinticinco años después de los extraños acontecimientos que sacudieron la apacible vida del pueblo de Twin Peaks, en el estado de Washington, relacionados con la muerte de Laura Palmer, la reaparición inesperada del agente Cooper en diversas encarnaciones, es el catalizador de toda una serie de sucesos que implican tanto a los viejos personajes conocidos como a nuevos que han ido surgiendo en ese cuarto de siglo, con el FBI de nuevo a cargo de la investigación
El retorno: Hace cinco años, en los inicios del blog, hice una reseña de la serie original, por lo que aquí tienen el enlace para recordarlo si así lo desean.
El germen de la resurrección de la serie empezó en 2007 con la edición de la serie completa en un DVD de lujo, que tuvo una gran acogida entre las jóvenes generaciones, ansiosas de ver el clásico del que les hablaban sus padres, ayudada por la creciente fiebre por las series televisivas complejas que había desatado “Perdidos”.
Su repentina vuelta a la popularidad, despertó un cierto gusanillo en los dos creadores Mark Frost y David Lynch, que no habían vuelto a colaborar desde el final de la serie, pero que seguían siendo amigos y tenían contactos esporádicos, por lo que en una comida conjunta empezaron a jugar con la idea de volver con su juguete preferido, para acabar de explicar las historias que todavía podía ofrecer el universo de Twin Peaks.
Fueron recopilando ideas y haciendo un esquema de una nueva temporada que fuera como una continuación de la serie, pero veinticinco años después, con ese tiempo transcurrido como un factor importante en las cosas que iban a suceder en el tiempo presente.
En cuanto empezó a correr el rumor le faltó tiempo al director de programación de Showtime, Gary Levine, de llamar a sus dos viejos amigos, con los que había desarrollado el original en la ABC, para hacerles una gran oferta para resucitar la serie en su canal.
El anuncio inicial fue para una miniserie de ocho capítulos, pero su desarrollo fue bastante problemático, incluyendo un anuncio de la posible desvinculación del proyecto del propio David Lynch, descontento por temas presupuestarios que le ponían barreras para exponer su visión.
Tras ese amago, Showtime y los creadores hicieron las paces, en lo que básicamente fue darle carta a Lynch y Frost para que hicieran lo que quisieran, que ellos pagarían todas las facturas y la fiesta completa a posteriori, incluyendo un aumento del encargo del numero de episodios hasta dieciocho, porque era el numero ideal para contar toda la historia que diseñaron conjuntamente.
El rodaje fue rodeado del secretismo más absoluto, donde solo trascendían los innumerables actores y actrices que iban a formar parte del reparto, tanto los viejos conocidos de la serie original, empezando por su protagonista Kyle McLachlan, al que le faltó tiempo para aceptar la oferta, como los nuevos actores famosos y conocidos, empezando por las propias musas de Lynch, Laura Dern y Naomi Watts.
Ni que decir tiene que las expectativas se pusieron por las nubes con el primer trailer que apelaba directamente a la nostalgia de la serie original con la fabulosa sintonía de Angelo Badalamenti, haciendo salivar a todos los fans de la serie, ante lo que iba a venir.
Showtime eligió una campaña promocional basada en el misterio y la nostalgia, con numerosas llamadas a recordar la atmósfera de Twin Peaks, pero sin enviar ningún episodio a priori a la crítica, para evitar que el público tuviera información previa al estreno de dos horas en un domingo de mayo de 2017, para venderlo como un gran acontecimiento especial a todos sus suscriptores que al final eran los que le importaban a la cadena, ayudado por otra promoción como la siguiente.
En paralelo se hizo un pase especial en el festival de Cannes, que se celebraba por esas fechas, donde David Lynch siempre ha sido uno de sus niños mimados y no podía dejar pasar por alto un evento especial de semejante calibre.
La trama: Es muy complicado intentar definir y explicar la estructura de la 3T de “Twin Peaks” porque sigue un esquema y unos parámetros completamente diferentes a los que hemos visto hasta ahora en cualquier serie televisiva, que permiten multitud de análisis e hipótesis sobre lo que hemos visto, alimentadas por un “teaser” como el siguiente.
En este caso, es muy importante la forma de afrontar ese experimento televisivo que ha supuesto esta temporada de “Twin Peaks”, que podemos hacerlo según nuestra pertenencia a alguno de los tres grupos que hemos adelantado en el prólogo del articulo.
En primer lugar tenemos los seguidores acérrimos de David Lynch y los analistas de nuevas formas de narrativa audiovisual, que lógicamente han tenido una verdadera orgía de imágenes para poder analizar en profundidad, escena a escena, hacia adelante y hacia atrás, desmenuzando hasta el más mínimo detalle de la propuesta y han pregonado sus virtudes a los cuatro vientos en las redes sociales y lugares comunes de encuentro.
En el bando contrario tenemos al grupo de personas que han considerado como una tomadura de pelo toda la 3T, juntando a los que no soportaban a David Lynch desde sus últimas películas, con los que se han sentido traicionados, porque este “Twin Peaks” no era como el original, además de parecerles una jerigonza indescifrable de la que no entendían absolutamente nada, sin llegar en muchos casos a finalizar la temporada.
Por último tenemos la tercera vía que es donde me adscribo plenamente que se encuentra a mitad de camino, que por lo menos en mi caso ha encontrado aspectos muy interesantes e incluso geniales, al lado de otros que solo se le toleran a alguien como David Lynch, porque a cualquier otro director o creador se le habrían tirado a la yugular, por esa patente de corso que ha disfrutado en toda la serie.
En mi caso debo añadir que siempre he tenido una cierta atracción hacia la obra de David Lynch, en especial en sus películas iniciales, y que fue decreciendo con sus últimas obras, ademas de estar encantado con la 1T de “Twin Peaks”, por lo que en principio no voy a negar una cierta predisposición positiva hacia el retorno, a ver que se le había ocurrido.
Por ello, he preferido esperar un cierto tiempo para ver la 3T y alejarme un poco de la polvareda de las reacciones en caliente que se producían tras el episodio de cada domingo para poder verlo y opinar tranquilamente.
Lo primero que me sorprendió era la utilización de una forma narrativa nada convencional que me recordaba más a una serie de cortos de diferente duración sin apenas relación inicial entre ellos y que podían ir desde una escena contemplativa de ver barrer un bar o pintar unas palas, hasta largos diálogos o escenas de acción que avanzaban algún aspecto de la trama.
En cada pequeño corto, podían aparecer innumerables personajes y actores casi de forma independiente ( el cameo de David Duchovny es un claro ejemplo) que abrían infinidad de pequeñas tramas, que algunas reaparecían al cabo de un cierto tiempo y otras nacían y morían o simplemente quedaban completamente colgadas en el aire.
Rápidamente me percaté de que intentar comprender toda la historia ( si es que se puede) era una tarea por encima de mis posibilidades, en cambio mi planteamiento de disfrutar de los cortos por separado, me evitaba comerse demasiado el tarro, intentando descifrar todas las posibles claves que se veían.
El hilo conductor de la serie siempre ha sido la figura del agente Cooper, que sigue centrando la serie, aunque siguiendo claramente las trazas dejadas en el original con la presencia de “doppelgängers” que permiten a Kyle McLachlan, marcarse un “Tatiana Maslany”, al interpretar a diferentes personajes como el propio agente Dale Cooper , Dougie y un doble malvado del agente.
Un ejemplo de la estructura sincopada la tienen en el siguiente corte, que nos muestran al Cooper “ malo” en un pintoresco pulso de brazos con un matón de armas tomar.
La serie la han planteado en dos partes bastantes diferenciadas, con un primer tramo bastante complejo, con escasas referencias a la serie original que culminaba en el octavo episodio de la serie.
Dicho capitulo ha sido una verdadera obra experimental casi más de videoarte que de narrativa, que se convirtió en la verdadera prueba de fuego de los espectadores de la serie, para algunos ha sido el mejor capitulo de la historia de la televisión, afirmación de la que me encuentro bastante alejado, aún reconociendo su interés como experimento, con inesperados interludios musicales como los de “Nine Inch Nails”.
A partir de ese punto, la serie entró en terrenos más conocidos y con muchos más guiños a los personajes de la serie original, con unas historias con más continuidad, incluyendo recreaciones de memorables escenas del original, veinticinco años después.
Una anécdota real que ilustra mi percepción sobre la serie, fue que una ocasión, por un despiste me salté un episodio y vi el siguiente, de lo que no me dí cuenta hasta finalizarlo cuando iba a borrarlo, sin que hubiera notado nada más raro de lo habitual en la “continuidad” de la historia, con ese salto involuntario, lo que reafirmé al ponerme al día poco más tarde.
Como impresión general debo decir que me ha parecido muy interesante como una manera diferente de hacer las cosas, pero dudo mucho que abra nuevos caminos en la expresión televisiva, como tampoco lo hizo el original hace veinticinco años, porque Lynch solo hay uno y no creo que a otra persona se le toleraran muchas de las cosas que es capaz de hacer con su visión tan personal .
Yo empezaba cada episodio con bastantes ganas, tras dejar pasar como mínimo un día con el anterior, pero poco a poco en cada capítulo, las numerosas historias entrecruzadas me iban saturando y en el tramo final estaba deseando que saliera el club del pueblo porque eso significaba que llegaba el final del capitulo, casi siempre con una actuación musical de gente importante como Eddie Veeder, como pueden ver en el vídeo
No es una serie para públicos mayoritarios e incluso me atrevería añadir ni para grandes minorías , porque exige un compromiso intenso y un enorme acto de fe ante lo que vemos en la pantalla, en especial si lo que se busca es una historia más o menos convencional con inicio, nudo y desenlace más o menos diferenciables.
Si es una persona curiosa y le gustó el original, por supuesto que le recomiendo que le eche un vistazo, aunque solo sea para saber sus reacciones frente a los estímulos audiovisuales que le envía David Lynch, pero si lo que desea es pasar un rato distendido sin pensar demasiado frente al televisor, tiene muchas otras ofertas televisivas más adecuadas para sus gustos.
Los actores: En el apartado anterior hemos comentado el voluminoso reparto de actores y actrices que aparecen, algunos en una única escena para decir una frase y volver a desaparecer para siempre, con algunas caras conocidas que se han prestado a ese juego, que no dejaba de ser otro aliciente para el espectador.
Pero en esta ocasión, el único actor que recibía el único estatus de actor regular en la serie, era su protagonista Kyle MacLachlan, un actor cuya carrera ha ido íntimamente ligada a la de su gran amigo David Lynch, con el que debutó en “Dune” y siguió posteriormente con “Blue Velvet”, de donde pasó a su personaje más popular y reconocible, el agente Cooper, amante confeso del café y del pastel de cereza en el original de “Twin Peaks”
En esta ocasión ha tenido esa oportunidad que tanto le gusta a los actores de poder interpretar a tres personajes con registros muy diferentes, que podríamos definir como el bueno, el raro y el malo.
Por desgracia el personaje que más hemos visto era el raro Dougie, un personaje que se me ha hecho bastante pesado con el paso de los episodios, por esa especie de ensimismamiento autista funcional que lo definía, sin enterarse de nada de lo que sucedía a su alrededor, pero resolviendo todas las cosas por azar o pura chiripa, en especial ante el desespero de su sufridora esposa, interpretada por la pobre Naomi Watts.
Su carrera posterior al original no fue sido muy convencional, alternando películas famosas pero denostadas por la crítica como “Showgirls” o “Los Picapiedra”, con papeles televisivos recurrentes en series tan populares como “Sexo en Nueva York” , “Mujeres desesperadas” , “Como conocí a vuestra madre” o “Portlandia”, para volver a su papel fetiche del agente Cooper que es el tono que le va como anillo al dedo.
En la foto inferior pueden ver unos cuantos de los participantes del innumerable reparto de la serie, algunos de ellos ya desaparecidos como Miguel Ferrer ( arriba, centro) y pueden jugar a reconocer el resto de los siguientes, de los que no vamos a comentar nada, para no extendernos demasiado.
Final : Una de las cosas más desconcertantes para muchas personas de este retorno de “Twin Peaks” es el doble episodio final, el primero de ellos ( que parece escrito por Mark Frost) dedicado a los fans del original con muchos personajes del mismo que ni habían aparecido hasta el momento y cerrando algunas historias e hilos de la trama inicial, como una especie de recompensa a la gente que le había seguido en ese viaje.
Pero en cambio, el último episodio es puro Lynch que se dedicó a experimentar a alto nivel, como si estuviera preparando una posible segunda resurrección, si el dinero y el interés de Showtime se lo permite dentro de un tiempo, al volver a explorar nuevas posibilidades que deja abiertas en un más que críptico final.
No soy experto en interpretación de imágenes audiovisuales, por lo que mi análisis no puede profundizar en esos aspectos, pero si tienen interés en el tema, se han publicado innumerables análisis, hipótesis e interpretaciones de lo que ha aparecido en la 3T, que pueden buscar si desean seguir indagando en el tema.
Por mi parte doy por finalizadas mis impresiones sobre el retorno de una serie “Twin Peaks” que ha creado su propio canon de la nada con todo lo que eso representa desde el punto de vista de historia de la televisión.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino