El año 2017 está siendo excepcional para la ficción argentina con la emisión de dos de las mejores series de los últimos tiempos del país austral como han sido “El Jardín de Bronce” de la que les hablamos hace poco más de un mes, a la que le ha seguido otra verdadera sorpresa como “Un Gallo para Esculapio” una preciosa historia costumbrista ambientada en el extrarradio bonaerense que ha levantado tantos elogios como su predecesora con la que comparte la presencia del fabuloso actor Luis Luque con un papel importante en ambas.

Una historia diferente contada de una manera muy realista y sucia que va a poner a prueba nuestros conocimientos del castellano tanto desde el punto de vista de acento como de vocabulario, que por lo menos en mi caso me ha atrapado desde el principio para seguir la gran historia del pobre Nelson y su gallo.

Ficha: Un Gallo para Esculapio 9 ep 50m.   Ago 2017-Oct 2017  Cadena: TNT/Telefé( Arg)-

La trama:  Nelson es un joven que llega a Buenos Aires procedente de su región natal, Misiones, al norte de Argentina, con un gallo de pelea que debe entregar a su hermano Roque al que hace años que no ve desde que se desplazó a la capital.

Su llegada a la metrópoli, donde esperaba encontrarse con su hermano, no sale como estaba previsto, acabando él y su gallo, tras varias peripecias en una pensión de mala muerte de Liniers, uno de los barrios más pobres del Oeste de la periferia bonaerense.

En la búsqueda de su hermano acaba contactando con una banda de piratas del asfalto, que se dedican a asaltar camiones en las autopistas de la capital, para revender su carga. Nelson acaba cayéndole en gracia al jefe de la banda, Chelo, al que todos conocen como Esculapio, que además es criador de gallos de pelea.

El trailer centra todos esos conceptos en imágenes

“Un gallo para Esculapio” es un auténtico fresco costumbrista del extrarradio bonaerense con lugares que no salen en las guías ni van los turistas como pueden ser Morón o Liniers, donde la vida es complicada y buscarse la vida es el deporte nacional.

En ese entorno el desarrollo de la relación entre el ingenuo pero listo como el hambre, Nelson y el resabiado Chelo de vuelta de todo, es el motor que hace avanzar la trama en tres direcciones, la búsqueda de su hermano Roque, el mundo de los galleros y las peleas de gallos y por último las actividades delictivas de los piratas del asfalto comandados por Chelo y su lucha por el territorio frente a bandas ajenas, siempre con los personajes en el centro de mira y no la acción por la acción.

Creada y dirigida por Bruno Stagnaro, que sorprendió a todo el mundo con la maravillosa serie “Okupas” en el año 2000, Stagnaro no ha tenido una carrera posterior muy prolífica, pero la espera ha valido la pena para ver lo que ha realizado en colaboración con Ariel Staltari, que ademas actúa en la miniserie, como explican ambos en el vídeo siguiente, donde ambos conversan sobre el tema del lenguaje, una de las cosas que más sorprenden de la serie.

El castellano que hablan en la serie es realmente complicado de entender al estar repleto de modismos porteños y de expresiones propias del extrarradio bonaerense, similares a las jergas chonis de nuestro país, si a eso le unimos el acento de la región de Misiones del protagonista Nelson, que por lo menos era mucho mas comprensible que el del resto del reparto, aunque escenas como la siguiente demuestran que el problema no era solo mio.

Un gran acierto de la serie es la maravillosa pareja protagonista que hacen los dos actores Peter Lanzani (centro) un verdadero ídolo juvenil en Argentina que ha ido madurando y mucho en su carrera y el fabuloso Luis Brandoni ( izq), uno de los mejores actores argentinos de siempre que a sus 77 años y  con cincuenta años de carrera a sus espaldas, da una clase magistral de actuación con un personaje complejo, en busca de su pequeña redención personal gracias a la figura de Nelson.

Peter Lanzani hizo el esfuerzo de desplazarse un cierto tiempo al norte del país a Misiones, para empaparse del acento y dejes locales , pasando el examen con nota como explican los propios creadores en el vídeo siguiente

Capítulo aparte merece la presencia de ese gran secundario camaleónico que es Luis Luque, que ha empalmado su increíble Doberti de “El Jardín de Bronce”, con Yiyo un matón de barrio que es la mano derecha del jefe de la banda Chelo y que no recibe precisamente con los brazos abiertos al recién llegado Nelson.

Me costó mucho reconocerlo al principio, por su capacidad innegable de cambiar de aspecto,  como actor que se mete completamente en sus personajes como pueden comprobar en el siguiente vídeo donde lo vemos en acción.

Otro punto a destacar es la gran coherencia de toda la miniserie de principio a fin, con uno de los mejores finales que he visto este año, redondo y emotivo a partes iguales, dejando la posibilidad de poder continuar con esos personajes otra temporada, aunque en mi caso casi prefiero que la dejen como ha quedado para no hacer ningún estropicio.

Insisto que a pesar de su calidad, la mayor dificultad de la serie es la comprensión de lo que dicen en algunas ocasiones, pero en eso estriba parte de su atractivo por lo menos en mi caso, aunque cuando llegue a nuestro país de la mano de Netflix, que ha comprado sus derechos mundiales, les recomiendo la opción de los subtítulos en castellano si tienen una cierta intolerancia a ese tipo de jergas, como las que han podido escuchar en los cortes que he incluido en el artículo sobre esta gran serie a descubrir

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino