A nadie puede sorprender que cuando una serie consigue el éxito masivo que ha tenido “The Walking Dead”, las tentaciones de los propios creadores y la presión de la cadena para continuar por ese camino, son muy grandes para aprovechar al máximo el beneficio económico que se deriva de esa popularidad global, mediante secuelas u otras historias centradas en ese mismo universo.
En este marco la creación de “Fear the Walking Dead” está plenamente justificada desde un punto de vista económico y estrictamente monetario para dar más de lo mismo en otro entorno diferente, pero incluso en este caso habría sido preferible hacer algo con un poco más de personalidad que lo que han acabado pergeñando, que no deja de ser una forma bastante facilona de seguir rentabilizando la franquicia, para regocijo de su creador Robert Kirkman y de la cadena AMC.
Por ello, finalizada su 3T y teniendo bastante claros los derroteros que tiene la secuela, hemos creído oportuno hacer un análisis detallado de lo que nos ha deparado “Fear The Walking Dead” que en mi caso tiene toda la pinta de ser mi despedida final de la serie, independientemente de lo que sigan haciendo posteriormente, por el escaso interés que me suscita seguir con la marca blanca de la franquicia zombi
Ficha: Fear The Walking Dead 37+ episodios. Cadena: Ago 2015- AMC( USA)/Fox (E)
Sinopsis: En la ciudad de Los Ángeles, un grupo de personas relacionadas con una pareja formada por Madison una consejera escolar y su compañero Travis un profesor de inglés del mismo instituto, deben hacer frente a un fenómeno desconocido que está surgiendo en la ciudad, con un virus que está convirtiendo a los muertos en zombis que atacan a los vivos de forma salvaje y violenta para alimentarse de sus células vivas.
El grupo, además de la pareja, lo forman los hijos de ambos, así como la ex-mujer de Travis a los que se unen una familia vecina de origen salvadoreño, para luchar todos ellos contra esa amenaza desconocida que puede destruir toda la costa Oeste de los EEUU.
El inicio:
El enorme éxito de “The Walking Dead” ha hecho de su creador Robert Kirkman uno de los personajes más poderosos de Hollywood, por lo que no es de extrañar que la cadena AMC le diera carta blanca para hacer lo que quisiera para continuar con otro vehículo televisivo sus historias de zombis
Tras sopesar varias opciones, entre las que estaban hacer una secuela basada en un personaje de la serie original o introducir otra historia en forma de “backdoor pilot” para aprovechar ese éxito, Kirkman decidió alejarse del universo de los cómics originales que más o menos son una referencia importante para “The Walking Dead”, para crear algo de la nada pero en el mismo universo apocalíptico, ubicándolo en Los Ángeles en el extremo opuesto de Atlanta por donde pululan Rick Grimes y sus amigos.
Para desarrollar la serie Robert Kirkman ( seg izq) , llamó a Dave Erickson (centro ), un guionista con el que había trabajado en un piloto para una serie que nunca llegó a ver la luz, pero con el que hizo muy buenas migas.
Erickson era un guionista curtido durante muchas temporadas en “Sons of Anarchy” que luego acabó medrando por ‘Marco Polo’ o ‘Low Winter Sun’ y le dio a la serie la estructura necesaria a partir de la idea primigenia de Kirkman sobre una pareja en los primeros momentos del apocalipsis zombi, ademas de comprometerse para hacer de showrunner de la serie.
A la cadena AMC le faltó tiempo para anunciar a bombo y platillo, su nueva serie con un encargo de una 1T de escasamente seis episodios, pero con el compromiso de hacer la 2T poco después. El estreno fue en pleno Agosto de 2015, con una intensa promoción en todas las convenciones de fans de la serie original, para aumentar las expectativas al máximo con trailers como el siguiente.
Ni que decir que la serie fue recibida con los brazos abiertos por los innumerables fans del original, aunque la crítica se mostró bastante menos entusiasmada, al no ver muchos rasgos distintivos que justificaran ese desdoblamiento de los comecerebros a la costa Oeste.
La trama: ‘Fear the Walking Dead’ tiene su principal diferencia con el original en que transcurre en un momento temporal anterior a los sucesos iniciales que vimos en Atlanta con el despertar de Rick de su coma de varios años, lo que aprovechan para centrarse, pero sin explicarlos, en los inicios de la aparición del fenómeno zombi, cuando nadie sabía lo que estaba pasando y a lo que se estaba enfrentando.
Por ello juega con un hecho fundamental, el espectador dispone de mucha más información sobre las características de los zombis que los propios protagonistas de la serie, que las van a ir descubriendo de forma bastante más dramática en la mayoría de los casos.
La historia se centra en una familia disfuncional formada por la pareja central y los hijos de aluvión que todos aportan, que no es que tengan una relación idílica en los momentos previos, pero nada mejor que luchar contra un enemigo común para reforzar esos lazos familiares, que parecían perdidos y que al final demuestran que esos vínculos acaban siendo lo principal en circunstancias excepcionales.
La presencia de Madison y Travis en la escuela, proporciona un lugar ideal para ver los primeros casos de zombis atacando a humanos, ante el desconcierto de los responsables escolares que no saben a lo que se están enfrentando hasta que la infección aumenta a niveles exponenciales.
En esos momentos el espectador se desespera al ver que desconocen que para matar a un zombi solo deben atravesarle el cerebro con cualquier cosa, como todos sabemos tras el master que hemos hecho con el original, jugando habilmente con esa ansiedad sobrevenida.
En sus inicios la serie describe el aumento de la epidemia zombie desde un pequeño ámbito escolar, para pasar al del barrio y posteriormente al de la ciudad de Los Ángeles, con el recurso habitual de enviar al ejercito y su rigidez marcial a controlar una situación de la que no tienen ni idea de lo que está pasando, hasta que es demasiado tarde, como en esta invasion zombi de un puesto militar que no sabe a lo que se está enfrentando, como se aprecia en el video.
La 1T no deja de recrearse en la incompetencia de los mandos militares para controlar una situación que se les va de las manos desde el principio y que solo son capaces de afrontar desde el ordeno y mando que los va a abocar a desastres tácticos y militares como el del siguiente video.
Con la premisa establecida en la 1T, al final de la misma, nuestro grupo heterogéneo, decide huir de la ciudad en busca de lugares más pacíficos y libres de la invasión zombi, aunque salir de la ratonera en que se ha convertido Los Ángeles, no es precisamente sencillo como muestra el siguiente vídeo sobre lo que les sucede en una autopista.
A partir de ese final de la 1T, la serie entra en una dinámica de huida hacia ninguna parte, lo que se traduce en llevar al grupo a diferentes emplazamientos donde como el pobre Sisifo, vuelven una y otra vez a enfrentarse a la misma amenaza, que va produciendo bajas entre los miembros iniciales del grupo que se van supliendo con nuevas incorporaciones de gente que se van encontrado en su camino.
De esta manera vemos que la gente pasa varios episodios en un barco, en un hotel, en un poblado mexicano, un rancho o una presa, donde en todos los casos, los humanos que se encuentran son mucho más peligrosos y destructivos que los zombis automatas que pululan por todos los lugares.
En esos casos siempre la dinámica familiar acaba imponiéndose, con una atención especial a la emergencia de la pareja de hermanos Alicia y Nick, los hijos de Madison que acaban acaparando toda la atención y el liderazgo a medida que va evolucionando la serie, dejando un poco de lado a la pareja principal, en especial en la 3T, dinámica que pueden intuir en el siguiente video del piloto.
Los momentos álgidos de cada episodio suelen ser las continuas muertes de zombis de todas las maneras posibles, incluyendo el sacrificio de animales como en esta lucha desigual entre perros y zombis que pueden ver en el siguiente video.
El principal problema de ‘Fear the Walking Dead’ es que no consigue tener en ningún momento una personalidad definida que atraiga al espectador más alla de la referencia al original, a pesar de contar incluso como director de algunos episodios en la 3T con el sevillano Paco Cabezas, pero sin que se note apenas.
Contrariamente a lo que se podía pensar, la libertad de que disponían los creadores al no tener que depender en ningún momento de la mitología de los cómics, se ha demostrado un grave problema al no desarrollar nada con la fuerza del original, en especial en todo lo referente a los villanos, que no han pasado de anecdóticos o de cuarta división a años luz de los villanos de los cómics o del original como el Gobernador o incluso el propio Negan, que por lo menos tenían una cierta entidad y eran capaces de aguantar sus propias tramas.
Tampoco es que los protagonistas estuvieran mucho mejor definidos, pareciendo tan perdidos como los guionistas en muchos momentos de la serie, enzarzados en soliloquios o dialogos inanes en un circulo vicioso que solo rompían con la cuota de zombis que debían matar en cada episodio.
La combinación de personajes poco atrayentes, villanos sin entidad y una falta clara de dirección sobre lo que están haciendo en la faz de la tierra, se demuestra letal en cuanto se desvanece la sorpresa inicial, entrando en un bucle de llegar a un sitio nuevo esperanzados de que sea el bueno, para acabar destrozando todo en apenas tres o cuatro episodios, para volver a empezar en otro sitio, lo que ya ha agotado toda mi paciencia al final de la 3T.
Si disfrutan con las series de zombis, igual pueden seguir con ella, a ver si consigue remontar el vuelo, pero en mi caso ya tengo suficiente con el original que tampoco es que esté pasando por su mejor momento y en plan petardeo ya tengo a ‘Z Nation’ que por lo menos tienen claro de que van.
Los actores:
Solo una gran actriz como Kim Dickens es capaz de defender un personaje como Madison, capaz de tomar las peores y las mejores decisiones posibles en el transcurso de media hora, sin el menor atisbo de autocrítica. Dickens consigue que su fuerza en pantalla nos haga olvidar esas contradicciones flagrantes, pero lógicamente está lejos de sus mejores trabajos como demostró en las dos joyas que son “Deadwood” o “Tremé”, aunque estoy seguro que económicamente le va a ser mucho más rentable
Cliff Curtis es otro gran actor, pero que en esta ocasión no acaba de enterarse de que va el percal, con un personaje que se supone que debía ser el líder, pero que interpreta con una cierta desgana y con el piloto automático de la intensidad impostada, como si estuviera esperando que le saliera algo mejor mientras mataba zombis contra reembolso.
El actor neozelandes de origen maorí lleva años afincado en EEUU haciendo todo tipo de series como “Trauma” o “Gang Related”, pero su entrada en el reparto de las cuatro secuelas de Avatar, le va a hacer mas popular que todo lo que ha hecho hasta ahora.
Las únicas buenas noticias en el campo de la actuación vienen determinadas por la evolución de la pareja de hermanos formada por Nick y Alicia, interpretados por Frank Dillane y Alycia Debnam-Carter, que se convierten con el paso de los episodios en los pilares fundamentales de la serie, en especial la actriz australiana que tras su fabuloso personaje de Lexa en “The 100” sigue a un altísimo nivel como una joven fuerte e independiente y que por lo menos tiene bastante claras sus prioridades en la vida y las trasmite a la perfección en la pantalla.
Frank Dillane ha realizado una especie de curso de aprendizaje como actor, tras empezar bastante dubitativo como un hijo piltrafa, drogadicto e incapaz de hacer nada de provecho, ante la desesperación de su madre Madison, pero poco a poco ha ido mejorando a pasos agigantados, convirtiéndose en el tipo duro que se necesita en este tipo de emergencias.
No tenía mucha experiencia hasta este papel, mas allá de ser hijo del insigne actor británico Stephen Dillane ( Juego de Tronos, el Túnel) que le abrió las puertas para hacer de un joven Lord Voldemor en la saga de Harry Potter, de donde pasó a este papel que le está haciendo muy popular.
Mucho mas prescindibles son los miembros de la familia salvadoreña de oscuro pasado, que interpretan los actores Rubén Blades y Mercedes Mason como Daniel Salazar y su hija Ofelia, que van perdiendo importancia a medida que avanza la serie, sorprendiéndome cada vez que los veía de nuevo, en plan ¿Todavía siguen vivos en la serie?, lo que prueba el poco encaje de sus personajes en la trama general mas allá de los primeros episodios.
El panameño Rubén Blades siempre ha sido un gran cantante pero un actor mediocre y en esta ocasión tampoco ha hecho demasiado para hacerme cambiar mi opinión sobre sus capacidades interpretativas como un barbero con turbio pasado, que parecía mas interesado en los fondos para financiar su carrera como candidato a la presidencia de Panamá que en hacer creíble un personaje muy cogido por los pelos.
La sueca Mercedes Mason es una actriz discreta que no salía de papeles secundarios en series tan olvidables como ‘The Finder’ o ‘666 Park Avenue’, pero cuando consigue un papel en una serie importante tampoco es que haya hecho algo por destacar, como uno de los personajes mas prescindibles de la serie a remolque siempre de la familia principal, como una invitada que no se despega de sus faldas.
Mucho peor está Lorenzo James Henrie como Chris el hijo del primer matrimonio de Travis, una especie de aprendiz de psicópata que se vuelve más insufrible con el paso de los episodios, tanto por el guión como por la pésima interpretación de Henrie, que debería plantearse un futuro universitario lejos de los platós.
El enigmático Victor Strand interpretado por Colman Domingo resume perfectamente todos los males de la serie, ya que en su aparición a mitad de la 1T parece el personaje más interesante de la serie para conocer su pasado, pero pasada la novedad pasa a ser otro personaje insoportable con su propia agenda incomprensible hasta para el propio actor, un veterano de muchas obras teatrales, que se ve imposible de salvar a semejante mastuerzo.
Epilogo:
La serie tiene un departamento transmedia muy eficaz que se dedica a alimentar a los fans con todo tipo de productos entre los que destacan las webseries en el mismo universo que sirven principalmente para hacer más llevadera la espera entre temporadas o entre las dos mitades de la misma que es como suelen emitirla.
Un magnifico ejemplo es ‘Fear the Walking Dead: Flight 462” que desarrolla una historia con un avión en pleno vuelo, claramente orientada hacia el terreno del terror, como pueden comprobar en el siguiente vídeo
Las audiencias de la serie han tenido un desgaste acusado tras la 1T y en la actualidad apenas la ven un tercio de los espectadores iniciales y con una clara tendencia a la baja, que intentaran revertir aprovechando la salida del showrunner Dave Erickson, que va a ser sustituido por dos jornaleros como Andrew Chambliss e Ian Goldberg, que nunca se han distinguido por su talento precisamente.
De todas formas como ya les he comentado, yo me bajo del tren en esta parada entre temporadas para dejarlo ir para siempre, por lo que este artículo se puede considerar mi epitafio sobre la serie.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino