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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Policías de Nueva York ( NYPD Blue): La última obra maestra del gran Steven Bochco

Cada vez que me preguntan por la persona que mas me ha influido en mis gustos televisivos, mi respuesta siempre va a ser indefectiblemente Steven Bochco, por lo que tiene toda la lógica que tras su reciente fallecimiento, dedique mi espacio del recuerdo de los viernes, a su única gran serie de la que no había hablado todavía, la majestuosa ‘NYPD Blue’, una serie que cambió moldes y abrió caminos para muchas de sus sucesoras posteriores en el campo de las conservadoras televisiones generalistas.

Dominar la televisión tanto en audiencias como en premios, durante más de veinticinco años de forma consecutiva con ‘Hill Street Blues’, ‘La Ley de los Ángeles’ y ‘NYPD Blue’ es un hecho de capital importancia en la historia de la televisión y a pesar de ser un desconocido para muchas de las nuevas generaciones, su marca personal es reconocida como una de las mayores influencias televisivas tanto por muchos creadores nacionales como extranjeros, como hemos podido leer en múltiples artículos y epitafios estos días.

En este marco, nada mejor que cerrar los artículos sobre esa trilogía de oro, con un análisis profundo y detallado de su serie más longeva ‘Policías de Nueva York/NYPD Blue’ que se mantuvo doce años en la antena de la cadena ABC, ganando 20 Emmys de 84 nominaciones y proporcionándonos a un personaje como Andy Sipowicz, un habitual en las listas de los mejores  de la historia de la televisión, mucho antes que los antihéroes se pusieran de moda.

nypd-blueFicha: Policías de Nueva York /NYPD Blue 261 episodios.   Sep 1993- Mar 2005  Cadena: ABC (USA) -Telecinco (E)

Sinopsis:  Andy Sipowicz es un detective de homicidios destinado en una comisaria de Manhattan que tiene graves problemas con el alcohol, tanto dentro como fuera del trabajo, lo que provoca enormes conflictos que su compañero John Kelly intenta ayudarle a superar, a pesar de estar también abrumado por su azarosa vida personal. En una grave encrucijada, Sipowicz decide dejar de beber, lo que no va a ser un camino fácil ni sencillo.

Sus casos profesionales unidos a sus vidas personales son el centro de las historias de la serie en su temporada inicial, junto con las del resto del compañeros de su oficina.

El inicio: Steven Bochco era el productor de oro de los años ochenta tras crear sucesivamente ‘Hill Street Blues’ y ‘La Ley de Los Ángeles’, con las que arrasó en todas las entregas de premios televisivos de la década, antes de firmar un lucrativo acuerdo con la cadena ABC, por muchos millones de dolares para crear diez series televisivas a principios de los noventa.

Sus primeros esfuerzos, como el marciano drama policíaco musical ‘Cop Rock’ o una extraña serie de animación política ‘Capital Critters’ fueron dos grandes fracasos, que empezaron a cuestionar esa alianza de la cadena ABC con Steven Bochco, como si hubiera perdido su toque mágico.

Decidido a enderezar su rumbo, Bochco ( izq)  llamó a su antiguo colaborador David Milch (der) , con el que estuvo muchos años en ‘Hill Street Blues’ para volver a crear otro drama policíaco, pero mas adecuado a la década de los noventa y con la intención inicial de hacer algo más diferente, atrevido y arriesgado que lo habitual en las cadenas generalistas, con el espejo de las series de cable que empezaban a despuntar por aquella época, con la HBO como cabeza de cartel.

steven-bochco-david-milchLa primera idea de Milch fue sobre un policía encubierto dentro de una organización mafiosa, donde grababa todo tipo de conversaciones que luego eran analizadas por un grupo de expertos, en una lucha sin cuartel contra la mafia.

La cosa no acabó de arrancar, por lo que decidieron volver a lo que sabían hacer mejor, los procedimentales corales criminales, desarrollando la idea de los dos detectives neoyorquinos, pero buscando mucho más realismo, tanto por el uso de palabrotas, profanidades y lenguaje soez, como por la presencia de abundantes desnudos, aunque solo fueran de traseros.

El primer borrador fue presentado en 1991 y escandalizó de tal manera a los ejecutivos de la ABC, que pararon el desarrollo de la serie, asustados por lo que se les podía venir encima si mancillaban la blancura televisiva dominante.

En ese momento entró en juego, la legendaria tozudez de Steven Bochco para conseguir sacar sus proyectos, por lo que empezó a negociar con la cadena, qué palabrotas se podían decir y con que frecuencia, así como cuantos culos podían sacar por episodio y por cuanta duración, llegando a compromisos aceptables para ambas partes, pero que iban mucho más allá de lo que jamas se había visto en televisión.

De hecho, las historias y los personajes les encantaban a la ABC desde el principio, pero la insistencia de Bochco y Milch en hacer algo más provocador retrasó el estreno un año hasta la temporada otoñal de 1993.

Su estreno estuvo precedido de una enorme polémica azuzada por grupos ultraconservadores, que presionaron tanto a los anunciantes como a las estaciones locales afiliadas, para hacer el boicot a ese producto del diablo como fue catalogado por algún predicador televisivo, que consiguieron que 57 de las 228 emisoras locales se negaran a emitir el primer episodio.

En ese punto, astutamente la cadena ABC dio la posibilidad a emisoras independientes o a las filiales de la FOX que había empezado su programación por aquella época, de emitir el primer episodio en esos mercados afectados por el boicot, aunque en el trailer no se veía nada que pudiera molestarles.

La mejor respuesta a un boicot es triunfar en las audiencias y la polémica generada jugó un papel importante para llamar la atención sobre la serie, generando un enorme éxito desde el piloto, lo que fue acallando la polémica hasta ser olvidada, volviendo casi todas las cadenas al redil de la ABC, antes de que llegaran otros problemas que veremos más adelante.

La trama: Las tres grandes series de Steven Bochco tienen dos características comunes, un ritmo frenético con la cámara en movimiento continuo y unos personajes complejos y complicados que tienen unas grandes interacciones entre ellos que trascienden sus ámbitos personales y laborales, para hablar de problemas más generales de la vida.

En ‘NYPD Blue’ ese ritmo es lo primero que nos llama la atención desde la primera escena, con la cámara siguiendo a un personaje para seguir con otro que se cruza mientras van hablando o resolviendo problemas, en las antípodas del plano-contraplano habitual hasta ese momento en las series televisivas.

Esa rapidez se evidenciaba desde los celebrados títulos de crédito con una sintonía de ese genio que es Mike Post basada en sonidos del metro y de una percusión omnipresente, que alternaba con breves instantes de placidez en un gran contraste para una de las mejores secuencias de inicio de una serie televisiva, tanto en música como en imágenes, con esa batería que me causaba al inicio de cada episodio, una sensación parecida al piano inicial de ‘Hill Street Blues’ o al capó que se cerraba en ‘La Ley de Los Ángeles’.

En principio la serie estaba planteada con un protagonista principal, el detective John Kelly de origen irlandés, un policía recto, honrado e implacable con los delincuentes, pero con una vida personal complicada, al estar en proceso de divorcio con su mujer que es una ayudante del fiscal del distrito ( Sherry Stringfield de ‘Urgencias’), mientras mantiene una relación con una policía (Amy Brenneman de ‘Judging Amy’) de su comisaria, que tiene graves problemas familiares con la mafia, lo que va a a acabar a implicándole a él.

El contraste con John Kelly, era su compañero Andy Sipowicz, un alcohólico con un comportamiento de lo más errático a causa de su adicción a todo tipo de bebidas, lo que unido a su misoginia, racismo y facilidad para descontrolarse con el uso de la violencia, lo convertían en una verdadera bomba de relojería siempre a punto de estallar, a pesar de los esfuerzos de Kelly por sacarle de su marasmo personal.

La 1T tuvo como ejes principales, la rehabilitación de Sipowicz de su alcoholismo, junto con los problemas de Kelly derivados de su relación con la policía corrupta, lo que servía como hilo conductor para los casos semanales de asesinato que iban resolviendo, aderezados con tramas secundarias para dar juego al resto de detectives de la comisaria, con bastantes historias por episodio, que podían continuar durante varias entregas, reforzando la noción de serialidad.

La serie ganó varios premios en los Emmy y los Globos de Oro en su 1T, lo que hacía presagiar una larga y fructífera singladura, pero surgió el gravísimo problema de las demandas de su actor principal David Caruso, que envalentonado por el éxito, pidió una gran subida de sus honorarios, para compensar todas las ofertas cinematográficas que no podía aceptar si iba a seguir trabajando en la serie en la 2T.

Steven Bochco no cedió ni un ápice y le conminó a cumplir su contrato en las condiciones iniciales, cuando se arriesgaron y presionaron para darle ese personaje ante las reticencias de la propia cadena que quería un actor más popular.

La situación se hizo tan insostenible, que utilizando un símil futbolístico, Caruso compró su carta de libertad para ir a hacer películas, pero con una clausula impuesta por el propio Bochco, que le impedía volver a trabajar en televisión durante diez años, lo que llenó titulares de la época como el del siguiente vídeo

Su salida tras cuatro episodios de la 2T,  obligó a un cambio de rumbo, con la entrada apresurada de Jimmy Smits ( un viejo amigo de Bochco desde ‘La Ley de Los Ángeles) para ayudarles a cubrir esa vacante con el personaje de Bobby Simone, un viudo que venía de hacer de chofer del jefe de policía, lo que no le daba mucha confianza al resabiado Sipowicz.

smitsLa serie giró tras esa partida hacía un estilo mucho más coral con más juego repartido entre los dos policías principales y el resto de secundarios, pero poco a poco empezó a sobresalir el personaje de Andy Sipowicz, convirtiéndose en la verdadera alma de la serie, por todos sus dramas personales que solo su gran capacidad como policía lo hacían tolerable.

La serie tuvo sus mejores temporadas de la 3T a la 6T, cuando integraron a la perfección en las tramas generales al personaje de Bobby Simone, que había entrado de la noche a la mañana y sin tiempo para poder desarrollar su arco personal en la 2T como suele ser deseable.

Todo funcionaba como un reloj, desde los casos semanales hasta una impagable galería de secundarios, que con dos o tres escenas ya justificaban plenamente su presencia, ademas de ser unos personajes que distaban mucho de la perfección, en especial el de Andy Sipowicz que parecía extraído de una obra griega, por todas las tragedias personales y familiares que tuvo que sufrir durante muchos años, de las que se apenas se podía levantar sin la ayuda de sus colegas, como se resume en el siguiente vídeo


En la 6T se produjo otro punto de inflexión, con la salida pactada de Jimmy Smits, deseoso de volver al cine, tras haber echado una mano a su amigo Bochco con su entrada en la serie, en este caso la transición fue mucho mas fluida y trabajada, permitiendo la entrada del nuevo compañero de Sipowicz, Danny Sorenson, con el que empieza a establecer una relación más de mentor-discípulo que de compañeros de policía, con el antiguo niño prodigio Ricky Schroeder ( izq) en su mejor papel como adulto.

schroedergosselaarLa cuarta fase principal de la serie ocurrió en la 9T, un año después de la salida de su creador David Milch, deseoso de crear su propias series como ‘Deadwood’  y coincidiendo con los atentados del 11-S, lo que dio un tono más sombrío a la serie, con la entrada de un nuevo compañero de fatigas de Sipowicz, en este caso con el detective John Clark, curiosamente interpretado por otro famoso actor juvenil Mark-Paul Gosselaar ( der, Salvados por la campana) en su mejor papel como adulto.

La serie siguió sólidamente instalada en el Top 20 de audiencias, bajo la dirección de Bill Clark, un antiguo detective de la policía de Nueva York, que entró como asesor de David Milch desde la creación de la serie, para aprender el oficio de guionista y convertirse en el showrunner de las cinco últimas temporadas de la serie, siempre fiel a su estilo y su marca de fábrica.

‘NYPD Blue’ siempre me ha parecido una grandísima serie, que en nuestro país no tuvo el reconocimiento de sus anteriores trabajos, básicamente por haber caído en las garras de Telecinco, que tras emitirla en sus inicios en el primetime de la cadena, empezó a cambiarla de día y hora, hasta enviarla a las madrugadas, para que la vieran los guardias de seguridad nocturnos y poca gente más, salvo si se disponía de un vídeo y a veces ni así porque no es que cumplieran siempre con los horarios ni a las tres de la mañana.

Los casos semanales siempre tenían grandes alicientes y el personaje de Andy Sipowicz era más grande que la vida misma, complejo y fabulosamente interpretado por Dennis Franz, en uno de los mejores antihéroes televisivos de la historia, en mi opinión al nivel de Walter White o Vic McKay, que tuvieron un buen espejo en el que fijarse durante doce años, como pueden ver en este vídeo de un interrogatorio donde destroza a la sospechosa.

No es fácil que un personaje racista, homófobo, alcohólico y con muchas taras, logre convertirse en alguien tan bien perfilado y desarrollado, pero precisamente mostrando esos defectos, conseguían hacernos pensar sobre ellos, sobre todo cuando los castigos y tragedias que le azotaban eran de una gravedad que no le desearíamos ni a nuestro peor enemigo, a pesar de los enormes propósitos de enmienda que realiza desde el principio.

Mi visión semanal del capitulo de la serie fue uno de mis verdaderos placeres en las dos décadas a caballo del cambio de siglo y ni las rotaciones ni  los cambios de personajes y de compañeros, conseguían rebajar mi interés, siempre que estuvieran en la pantalla Sipowicz, Medavoy o John Irvin, haciéndome disfrutar de lo lindo durante doce años, con escenas como la siguiente en plena calle.

El formato utilizado sigue absolutamente vigente y se ha conservado de una manera magnifica como he podido comprobar al revisar los momentos más importantes de la serie, que me han vuelto a emocionar de manera parecida a hace veinte años, en especial todas las muertes de personajes importantes de la serie, que siempre fueron ejecutadas con una enorme maestría, huyendo de golpes baratos y sensacionalismos varios, en la que sin lugar a dudas es una de mis series preferidas de la historia de la televisión.

Los actores:
A pesar del enorme numero de actores que tuvieron protagonismo en la serie, nadie duda que la estrella máxima de la serie fue Dennis Franz con su impresionante interpretación de Andy Sipowicz, uno de los mejores personajes de la historia de la televisión por su enorme complejidad,  que le valió con toda justicia cuatro Emmys al mejor actor por este papel, aunque le podían haber dado más sin ningún problema, en las otras cuatro ocasiones en que estuvo nominado de las doce temporadas de la serie.

frantzEl físico de Franz le encasilló desde sus inicios en papeles secundarios de policía o detective, hasta que entró a trabajar en casi todas las series de Steven Bochco, como en ‘Bay City Blues’ o ‘Hill Street Blues’ donde llegó a interpretar hasta dos papeles, donde tras morir su primer personaje el corrupto Sal Benedetto, no dudaron en traerlo de nuevo para interpretar al teniente Buntz, todo un nota de mucho cuidado, que incluso tuvo su propia secuela ‘Beverly Hills Buntz’.

El papel de Sipowicz fue escrito pensando exclusivamente en Dennis Franz y a los resultados me remito. Tras finalizar la serie, decidió dedicarse a su vida privada, retirándose de la actuación, porque consideraba que le iba a ser imposible encontrar otro papel mejor y no necesitaba mendigar papeles con todo el dinero que había ganado. Su última aparición fue como presentador en los Emmy 2016, poniendo a todo el auditorio en pie a su entrada al escenario, tal es el nivel que tiene dentro de la profesión.

En cambio la carrera de su compañero pelirrojo, David Caruso, siguió otros derroteros más accidentados desde sus inicios que también fueron en la factoría Bochco de ‘Hill Street Blues’ donde interpretaba al jefe de una pandilla de irlandeses implicados en las peleas de bandas de la ciudad, de donde pasó a hacer personajes secundarios en películas como ‘Oficial y Caballero’.

Su gran oportunidad le llegó cuando Bochco le llamó para darle la oportunidad de su vida como el oficial John Kelly, que lo convirtió en una estrella de la noche a la mañana, con los problemas que hemos comentado previamente.

carusoSu paso por el cine fue un desastre, con dos fracasos estrepitosos de taquilla como ‘Jade’ y ‘Kiss of Death’, por lo que tuvo que volver a pedir perdón a su antiguo mentor, para que le levantara el veto para dejarle volver a televisión con el drama ‘Michael Hayes’, a lo que Bochco accedió para no ensañarse más con el pobre actor.

Actor muy intenso, de los que se metía completamente en el papel, ahora es mucho más conocido por el papel de Horatio Caine en ‘CSI Miami’, donde consiguió hacer propios una serie de manierismos y formas de decir las cosas que han sido imitados hasta la saciedad y que por lo menos le han devuelto la fama que perdió miserablemente con una de las peores decisiones de la historia de la televisión.

Podría extenderme con el resto de compañeros de Sipowicz, pero como ya  les he hablado de ellos en el párrafo anterior, voy a dedicar este apartado a comentar algunos de los secundarios mas importantes de la historia de la serie, empezando por el impagable Gordon Clapp, como el voluntarioso y torpe detective Medavoy, que fue el único actor que estuvo desde el principio de la serie hasta el final, junto a Dennis Franz.

clappClapp siempre fue un secundario muy aplicado en papeles de poca monta, como de hecho empezó en esta serie, donde no era ni regular en los títulos de crédito iniciales, pero poco a poco se fue ganando el favor del público con un personaje simpático que se agobiaba en muchas ocasiones y que estaba alejado de la perfección habitual de los detectives, aunque era mucho mejor profesional de lo que parecía, lo que utilizaba a su favor en muchas ocasiones.

Clapp ganó el Emmy al mejor actor secundario por su impresionante actuación, tras la cual ha seguido apareciendo como estrella invitada o recurrente en muchas series, como ahora en ‘Chicago Fire’ donde interpreta a un sacerdote que aparece esporádicamente por el parque de bomberos.

El arquetípico papel del mando negro de la comisaria de policía, Arthur Fancy, recayó en James McDaniel, que tenía el papel menos agradecido del reparto, demasiado hierático y desprovisto de emociones, ademas de estar alejado casi siempre de la acción de sus detectives. McDaniel hacia lo que podía, pero su personaje carecía de mucho recorrido, por lo que su salida tras la 8T es la que menos lamenté de todo el reparto inicial.

mcdanielTras su salida de la serie su carrera ha sido discreta, con muchos papeles similares como estrella invitada o en series de corta duración como ‘Detroit 1-8-7’ siempre como mando policial, que es donde se ha encasillado.

Los papeles femeninos de la serie, siempre estuvieron a un nivel muy inferior al de los masculinos, actuando siempre a remolque de las acciones de ellos, el más destacado sin ninguna duda fue el de Kim Delaney como la detective Diane Russell, que estuvo en los mejores años de la serie, donde llegó para un papel de apenas cuatro episodios, pero debido a su enorme química con Jimmy Smits, de quien se enamoraba en la pantalla, estuvo ocho años en la serie, lo que le reportó un Emmy a la mejor actriz secundaria, así como varias nominaciones, en su primer papel importante desde su debut en la serie bélica ‘Tour of Duty’.

delaneyDejó la serie a instancias de Steven Bochco, para protagonizar una serie de abogados que había creado para ella, ‘Philly’, pero que a pesar de su calidad no pasó de la 1T, para no levantar cabeza tras ella. Tuvo una gran oportunidad cuando fue elegida para protagonizar ‘CSI Miami’ junto a David Caruso, pero la nula química entre ambos, provocó su salida tras apenas diez episodios, para no volver a levantar cabeza refugiándose en cosas como ‘ Army Wives’, pero sin acercarse ni de lejos a su gran personaje en esta serie.

Otro de los secundarios que apuntalaban era Nicholas Turturro como el joven detective James Martinez que se encargaba de las tramas secundarias de los episodios, como el personaje más normal de la comisaria, buena persona sin grandes defectos y entregado a su trabajo.

turturro

Hermano pequeño de John Turturro, Nicholas es ideal para este tipo de papeles policiales como demuestra en la actualidad en ‘Blue Bloods’ como el sargento de la comisaria.

No podía finalizar este apartado sin mencionar a Bill Brochtrup, que interpretaba a John Irvin el administrativo gay de la comisaria, que era una de las personas más amables y colaboradoras de la comisaria, a pesar de la homofobia con que era tratado al principio por el propio Sipowicz, en una trama de gran desarrollo, para hacerle cambiar de actitud y convertirse en uno de sus mejores amigos.

brochtrupSu personaje fue uno de los primeros abiertamente gays en tener una presencia fija en un drama durante muchos años, a lo que Brochtrup un activista declarado en favor de los derechos de los homosexuales, contribuyó mucho con su magnífica interpretación que robaba todas las escenas en que aparecía.

El final:

Todos los cambios de personal y coprotagonistas frenaron durante muchos años el desgaste lógico de este tipo de series, al introducir nuevas historias personales y tramas diversas, excepto en el personaje de Sipowicz, que era la constante de toda la serie, pero al que en cada temporada le golpeaba alguna tragedia personal, sea por muertes familiares o de sus compañeros, lo que le permitía estar varios capítulos  recuperándose del nuevo golpe.

Los cambios en la serie son evidentes en las cabeceras de las últimas temporadas, donde apenas sobrevive Sipowicz, junto a los dos secundarios de largo recorrido,  que seguro que reconocen en el vídeo

En este caso, el cansancio tanto de los responsables como del actor Dennis Franz, fue la causa que determino que al inicio de la 12T, comunicaran que iba a ser la última de la serie, para poder finalizarla por todo lo alto, sin arrastrarse por las parrillas televisivas, viviendo de réditos del pasado.

season-12Toda la temporada estuvo enfocada a la redención personal  final de Andy Sipowicz, para acabar de forma positiva con su esperado ascenso a sargento que le iba a poner en una posición de mando de la comisaria en la que tantos años ha estado. Una de las escenas finales ponía la piel de gallina, al mostrar a Dennis Franz  con toda su emoción contenida durante tantos años mientras se viste para su nuevo cargo, a la vez que en paralelo, utilizaban el recurso de la llegada de dos nuevos y jovenes detectives para cerrar el circulo iniciado hace doce años con la llegada de Kelly y Sipowicz.

Epílogo

Se había comentado estos últimos años, la posibilidad de hacer un ‘remake’ de la serie original, con el propio Bochco, junto con Bill Clark, trabajando en esa posibilidad, que su reciente muerte va a convertir en mucho más problemática, aunque en estos tiempos nunca se sabe.

Siempre que pienso en la serie, acabo maldiciendo a Telecinco por el maltrato que tuvo con la serie, lo que ha evitado que en nuestro país tuviera el reconocimiento que se merece, pero por lo menos se encuentra completa en DVD, que es la mejor forma de volver a disfrutar una de las joyas de la televisión de todos los tiempos, que hoy hemos querido recordar a modo de sentido homenaje al fallecimiento de su creador Steven Bochco. DEP.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en mi cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

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