Uno de los conceptos más utilizados en las series del siglo XX eran las relaciones de criados y sirvientes con los dueños de la casa, tanto en formato dramático ( Arriba y Abajo), como sobre todo en el terreno de la comedia con clásicos como ‘Benson’ , ‘Quién es el jefe’ o la serie que vamos recordar hoy, ‘The Nanny’ que fue traducida a todas las lenguas del estado español, como ‘La Niñera’, en castellano,’ La Tata’ en catalán, o ‘A Nanny’ en gallego.
‘The Nanny’ era una comedia que jugaba con los contrastes entre la niñera bastorra y deslenguada con la finura de la casa de alto copete en la que tenía que cuidar a los tres niños, generando todos los conflictos a partir de la diferencia entre clases y estilos de vida con los moradores de la mansión. Una escala social con los propietarios y sus amigos en lo mas alto mientras que la niñera y el mayordomo estaban en el estrato inferior.
Nunca se caracterizó por un humor sutil o refinado, pero tuvo bastante éxito durante los años de su emisión, prueba inequívoca de su eficacia para sacar las risas del público que al final y al cabo era su misión principal, como vamos a recordar en el presente artículo, aprovechando los tambores que anuncian su posible regreso.
Ficha: The Nanny (La Niñera) 146 episodios. Nov 1993- Jun 1999. Cadena: CBS (USA)- Autonómicas (E)
Sinopsis: Fran Fine es una mujer que tras ser despechada y despedida por su novio que a su vez era su jefe, se ve obligada a vender cosméticos por las casas para salir adelante. En una de sus visitas a domicilio llega a la mansión de Maxwell Sheffield un productor británico de obras de Broadway, viudo y con tres hijos, donde por una serie de circunstancias acaba siendo contratada como la niñera de las tres criaturas que no la reciben con los brazos abiertos precisamente.
Su integración en ese entorno millonario y los contrastes con su humilde cuna serán la base de las historias de la serie.
El inicio: Fran Drescher era una actriz cómica que trabajaba como secundaria robaescenas en muchas películas de los años ochenta, así como en monólogos donde explotaba un humor que podemos catalogar como judío-femenino, bastante peculiar en sus formas por su aguda voz nasal y marcadísimo deje neoyorquino.
La casualidad hizo que en un vuelo trasatlántico hacia Londres, coincidiera con el entonces presidente de la CBS, Jeff Sagansky, al que conocía de haber trabajado en una fallida serie anterior ‘Princesses’ para su cadena, Fran le comentó que tenían una gran idea para una comedia, por lo que quedaron para verse a su vuelta a Los Ángeles y comentar la propuesta.
La verdad es que ni Drescher (centro) ni su marido y socio Peter Marc Jacobson ( seg izquierda) tenían nada pensado en ese momento. La idea les vino en Londres, mientras Drescher iba de compras con las hijas de su gran amiga la modelo Twiggy y pudo comprobar el gran choque generacional que tenía con las chicas. Ambos desarrollaron la idea a partir de ese concepto, vendiéndolo como una especie de ‘Sonrisas y Lagrimas’ pero donde en lugar de Julie Andrews, aparece Fran Drescher.
La idea les gustó a los ejecutivos de la CBS, pero les asignaron a un matrimonio de conocidos guionistas televisivos, Robert Sternin ( seg derecha) y Prudence Fraser ( primera derecha), que habían trabajado con Drescher en ‘Who’s The Boss?’ para que les ayudaran a desarrollar la serie en todos los aspectos de producción y escritura.
Ambos matrimonios se pusieron a la labor realizando un piloto que se centraba en aprovechar el talento cómico de Drescher. El piloto les encantó y fue aprobado para su emisión en la programación estelar otoñal de 1993, donde se escuchó por primera vez la pegadiza canción de la cabecera a ritmo de swing, que desarrollaba en animación la premisa inicial de la serie.
No fue un éxito de buenas a primeras y al principio fue fundamental el apoyo del presidente de la cadena CBS que era su principal valedor, pero poco a poco se fue ganando el fervor del público y a partir de la 2T ya fue todo un éxito en las audiencias.
La trama: “The Nanny” no era una comedia convencional debido a la personalidad de su protagonista que desarrollaba un humor judío muy neoyorquino que no era muy habitual en las comedias que intentan llegar al mayor número de espectadores posibles.
La serie se centraba en el juego de diferentes contrastes que tenían entre los diferentes miembros del extraño núcleo que habitaba bajo el mismo techo de esa mansión señorial de la zona alta y noble de Manhattan.
En primer lugar teníamos las dos personalidades contrapuestas de los personajes centrales, la niñera Fran, una mujer de clase humilde, exuberante , extrovertida, deslenguada e incluso estrafalaria en sus formas en un claro contraste con las de su jefe Maxwell, un británico de alta cuna, refinado, elegante y glacial como un tempano de hielo, lo que da pie a numerosas bromas entre las formas de hacer y decir las cosas de uno y otro.
En paralelo, teníamos el antagonismo entre los personajes secundarios con el segundo frente de combate de la lucha de clases que formaban Niles, el mayordomo de la casa que es a la vez el chófer y el confidente de su jefe, que va a hacer grandes migas de forma inmediata con Fran. Sus choques son continuos con la socia de su jefe C.C, una mujer estirada y engreída que desprecia a todas las personas que no son de su clase, mientras no esconde su atracción por su jefe Maxwell, tras su viudedad. Niles y C.C se lanzan pullas en todo momento, como recoge el siguiente vídeo
En un tercer nivel tenemos a los tres hijos de Maxwell que representan todos los estados de la pubertad, empezando por la hija mayor Maggie, una chica tímida y recatada que gracias a la ayuda de Fran empieza a despertarse en todos los sentidos, aunque en sus primeros flirteos tenga que tener a su niñera de carabina como muestra el siguiente vídeo
El panorama lo completaban Brighton, el único hijo de la familia que discutía continuamente con su hermana mayor y también con la niñera recién llegada como forma de mostrar su rebeldía, mientras que la benjamina Grace era la rara de la familia, al tener más problemas para sobreponerse a la perdida de su madre, pero lógicamente la ayuda de la niñera será capital en su desarrollo.
La serie completaba sus episodios con diversas tramas que siempre implicaban peleas y malentendidos entre los tres grupos principales, con mayor énfasis en la relación entre Fran y Maxwell, que como mandan los cánones fue creciendo en intensidad hasta acabar juntos como siempre habían deseado los fans de la serie, aunque al inicio preferían momentos de enredo sexual de alta comedia, como en la excelente escena que pueden ver a continuación.
Con el paso de los episodios, empezaron a cruzarse las relaciones siempre manteniendo la lucha de clases y estilos como trasfondo del humor de la serie, trufado de expresiones y frases judías para mayor gloria de su protagonista. Sus duelos con la pija C.C daban grandes escenas como en la siguiente donde ambas acuden a un bar de sushi, para que la niñera probara ese manjar japones del que desconoce absolutamente todo.
La principal seña de identidad del personaje era su agudísima voz nasal con un acento de Queens que era fuente de continuo escarnio por los amigos más ricachones de su jefe, por lo que a veces se veía obligada a enmascarar sus orígenes para imitar el acento de los neoyorquinos de bien como en el siguiente corte.
Nunca se cortaron mucho para crear todo tipo de gags, incluso con uno de los recursos más habituales para el lucimiento de un actor de comedia que no deja de ser hacer un ‘Risky Business’ imitando a Tom Cruise al ritmo de la inolvidable música de Bob Seger, como hace el mayordomo Niles en el siguiente vídeo
La ventaja de ser Fran Drescher la protagonista, creadora y productora ejecutiva es que se podía permitir hacer unas metarrefencias que estarían vetadas en cualquier otra serie, como en esta gran escena, donde el personaje de Fran Fine, se encuentra con la actriz Fran Drescher, a la que admira profundamente por su participación en la película de culto ‘This is Spinal Tap’, un doppelgänger de alta calidad.
‘The Nanny’ me pareció una comedia excelente con un gran ritmo cómico durante sus dos primeras temporadas que producían gags a la velocidad de la luz, basados en todos esos antagonismos que fueron sabiamente explotados en esos inicios, con mucha comedia física en la estela de la mítica ‘I Love Lucy’, con Fran Drescher llevando las riendas en todo momento.
El problema llegó cuando a empezó a evolucionar hacia una comedia romántica donde los antagonistas ahora eran parejitas, perdiendo gran parte de la mordacidad de sus inicios, a lo que teníamos que unir el crecimiento de los chavales, que empezaban a tener sus propias aventuras románticas con el azúcar ganando mucho terreno a la acidez que era su principal virtud diferencial.
Su humor fue evolucionando y suavizando mucho sus formas y expresiones como correspondía a la evolución del personaje lo que perjudicaba a la comedia que iba perdiendo gas a cada temporada.
De hecho no vi las temporadas finales, ya que el cariz que tomaban las cosas se alejaba bastante de las razones por las que la veía en sus inicios en la televisión autonómica catalana que la emitía con el nombre de ‘La Tata’, de la que no puedo evitar ponerles la genial versión catalana de su cabecera, muy bien trabajada por cierto.
Los actores: El nombre de Fran Drescher va a ir siempre ligado al de su personaje Fran Fine, creado por ella y para ella, con una gran habilidad por su parte. Ya hemos comentado anteriormente sus inicios como secundaria en el cine de los ochenta pero nada comparado con la popularidad que consiguió con ‘The Nanny’ que todavía perdura en nuestros días. Lo cierto es que Drescher hacía todo muy bien desde la parte más física de su papel, con caídas, golpes o accidentes diversos hasta su forma de hablar con su inconfundible acento de Queens convenientemente exagerado para ganar en comicidad.
Su carrera tras la serie ha declinado bastante, aunque ha aparecido de películas de Francis Ford Coppola como ‘Jack’ o junto a Woody Allen en ‘Picking up the Pieces’. Sus intentos televisivos en comedias como ‘Living with Fran’ o ‘Happily Divorced’ no pasaron de un par de temporadas, por lo que no me extraña en su interés en revivir su personaje más conocido.
El británico Charles Shaughnessy estudió en Cambridge, pero no dudo en irse a los EEUU siguiendo a su novia, que luego se convirtió en su esposa. Al otro lado del océano empezó a trabajar durante muchos años en el culebrón ‘Days of Our Lives’ de donde pasó a hacer del refinado productor británico Maxwell, un viudo codiciado por muchas señoras de la alta sociedad neoyorquina, incluyendo su socia C.C.
Su personaje era el menos cómico de todos, al ser el más serio y estirado del elenco, pero Shaugnessy le daba una dignidad ideal para su personaje aunque lógicamente sin eclipsar a la estrella que era Drescher.
Este siglo su carrera no ha tenido mucha cosa a remarcar ya que principalmente ha estado saltando de hacer papeles de invitado en diversas series a volver al terreno de los culebrones matinales que es donde sigue teniendo un mayor caché, aunque en su haber cuenta con un buen personaje recurrente en ‘Mad Men’.
Una regla de oro para cualquier comedia, es la necesidad de contar con secundarios de peso, capaces de cargar con sus propias historias y llevarlas al máximo nivel. En ‘The Nanny’ esas dos joyas fueron Daniel Davis como el mayordomo Niles y Lauren Lane como la pija y estirada C.C, que tuvieron una relación marcada por un odio recalcitrante inicial que posteriormente siguió al pie de la letra esa máxima ‘Del roce nace el cariño’.
Daniel Davis fue la gran sorpresa de la serie, lanzando frases hirientes de una linea, generalmente hacia C.C que eran los momentos más divertidos de la serie, que curiosamente pronunciaba con un perfecto acento inglés, a pesar de ser estadounidense de pura cepa. No había hecho mucha cosa de mención antes de la serie y tras la misma centró su carrera en el teatro, con muchas obras en Broadway donde sigue trabajando.
Lauren Lane tuvo que apechugar y muy bien por cierto, con el papel de la villana C.C, lo que la convertía en el objeto de todas las bromas tanto de la niñera como del mayordomo que no dudaban en dejarla en ridículo a la menor ocasión. Su carrera se reduce casi exclusivamente a este personaje, retirándose rápidamente de la escena para dar clases de actuación en diferentes universidades del Sur de los EEUU.
Los papeles infantiles siempre son complicados a estas edades, aunque en este caso de izq a der, Nicholle Tom ( Maggie), Madeleine Zima (Grace) y Benjamin Salisbury ( Brighton) hacían lo que debían, que era no molestar demasiado y servir de apoyo a las tramas de los mayores, con personajes bastante unidimensionales de pocas escenas por capítulo.
Nicholle Tom fue bastante popular en su etapa juvenil gracias a su presencia en películas como ‘Beethoven’ y sus secuelas y sobre todo como la recatada Maggie que poco a poco se iba desmelenando. En su paso a actriz adulta ha seguido trabajando con una cierta regularidad con apariciones en series como ‘Masters of Sex’ pero sin conseguir sacudirse su personaje más conocido, a pesar de ya tener cuarenta años.
Peor le fue en el terreno de la actuación a Benjamin Salisbury, tras su paso por esta serie que es su único crédito destacable, pasando al terreno de los negocios de los parques recreativos donde ahora ejerce como vicepresidente del parque de los estudios Universal en Hollywood.
Madeline Zima, que interpretaba a la benjamina Grace, es la que ha tenido una carrera posterior más interesante al estar en las dos primeras temporadas de ‘Californication’ donde interpretaba a una promiscua quinceañera obsesionada con el protagonista Hank. Luego la he podido ver en ‘Heroes’ e incluso en la 3T de ‘Twin Peaks’ en papeles pequeños pero de peso, por lo que va mejor encaminada en este sentido que sus dos compañeros juveniles de reparto.
El Final :
La serie empezó a sentir las primeras señales del desgaste a partir de la cuarta temporada cuando su deriva hacia la comedia romántica le hizo perder muchas de sus cualidades iniciales, sin que el nuevo rumbo aportara mucho interés para captar nuevos espectadores.
En la 6T la serie estaba agotada, por lo que decidieron cerrar la serie, en principio al final de la temporada, pero vistas las audiencias, la CBS tomó la extraña decisión de emitir el doble capitulo final en Mayo , dejando en la nevera cinco episodios que emitió posteriormente durante el verano.
El final fue sobre todo una despedida para los fans mas fieles de la serie, con bodas, nacimientos y traslados de muchos personajes fuera de Nueva York para iniciar nuevos capítulos de su vida y dar carpetazo a esos años que incluyeron tras la escena final un agradecimiento personal de Fran Drescher hablando a cámara a sus fans, algo que no suele ser nada habitual en las series.
Tras su cancelación ha dormido el sueño de los justos excepto una reunión de los actores y actrices en una especie de fiesta para recordar los cinco años del final de la serie. No ha habido más noticias, hasta que hace poco han empezado a surgir rumores para una posible vuelta de ‘The Nanny’ como han hecho otras comedias de esa época empezando por ‘Roseanne’ o ‘Will & Grace’, por lo que supongo que nada pierden por probarlo, aunque sea a nivel de tentativa.
Epílogo:
“The Nanny” una comedia que muchos recordamos con una sonrisa en los labios y que va a ir siempre unida a la figura de Fran Drescher embutida en vestidos de colores chillones y con su aguda voz nasal profiriendo gritos a diestro y siniestro, como supongo que la estarán imaginando en estos momentos a partir de las historias de nuestro rincón de cada viernes.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino).Hasta la próxima
Lorenzo Mejino