El auge actual de las miniseries tuvo un claro precedente a finales de la década de los setenta, cuando el estratosférico éxito de ‘Raices’ hizo que todas las cadenas se lanzaran como lobos sobre novelas rio similares que describieran el devenir de varias generaciones en un lugar determinado.

Uno de los primeros resultados fue el anuncio de llevar a la pantalla en forma de una mastodóntica miniserie de 26 horas, el libro ‘Centennial’ un best-seller escrito en 1973 por James A.Michener que versaba sobre la historia desde el inicio de los tiempos de un emplazamiento ficticio denominado Centennial en el estado de Colorado, sin reparar en gastos de producción ni en contratar todos los actores que hiciera falta.

A pesar de lo ambicioso del proyecto se quedaron lejos de reeditar el éxito masivo de ‘Raices’ a pesar de tener bastante popularidad en su momento, pero el paso del tiempo la ha ido enterrando, hasta el punto que casi nadie se acuerda de ella, mientras que ‘ Raices’ sigue en la memoria de muchas personas con su mítico Kunta Kinte.

Hoy hemos creído oportuno echar un vistazo al pasado y comentar la curiosa historia de ‘Centennial’ y su imposibilidad de mantenerse en el recuerdo de muchas personas que la vieron, incluido el abajo firmante.

Ficha: Centennial 12 episodios 120 m Oct 1978- Feb 1979  Cadena: NBC(USA)- TVE (E)

Sinopsis: La miniserie sigue la historia de la ciudad ficticia de Centennial, en el estado de Colorado, empezando  en 1795 con las tierras ocupados por los indios arapahoes enfrascados en luchas contra los comanches. En esa época se produce su primer contacto con el hombre blanco, con un trampero franco-canadienses Pasquinel, que llega a sus tierras en busca de pieles y acaba haciéndose gran amigo del jefe arapahoe fundando el asentamiento al que denominan Centennial.

Poco a poco van naciendo nuevas generaciones y van pasando hitos históricos estadounidenses que van conformando la miniserie hasta llegar a los años setenta cuando se publicó la novela.

El inicio: James A. Michener fue un prolífico escritor de bestsellers literarios, que empezaron poco después de la II Guerra Mundial donde estuvo destinado en la Marina en el Pacifico Sur. Sus vivencias en Oceanía dieron lugar a su primer libro ‘Tales of the South Pacific’ que tuvo tal éxito que fue incluso adaptado para una famosa obra musical de Broadway.

Michener fue encadenando un éxito tras otro , con unas novelas rio que tenían una larguísima extensión de más de 1000 paginas, y que enganchaban a todos sus lectores, hasta que cuando estaba en la cresta de la ola en 1973, publicó ‘Centennial’ .

Tras el éxito de la adaptación de ‘Raices’, los estudios Universal se apresuraron en comprar los derechos de la magna obra de Michener y ofrecer una adaptación de la misma a la NBC que aceptó encantada la oportunidad de replicar el éxito de ‘Roots’.

Como productor ejecutivo del proyecto el elegido fue John Wilder, un personaje capaz de empezar como niño actor durante muchos años, para dar el paso a la producción y la escritura de la mano de su buen amigo Chuck Connors, que le puso a trabajar en ‘El hombre del Rifle’ con poco más de veinte años.

Poco a poco Wilder fue subiendo en Hollywood con series como ‘Las Calles de San Francisco’ y aceptó encantado el encargo de adaptar la obra de Michener, aunque reduciendo un poco el arco temporal de la misma, que en la novela empieza en la prehistoria, para acortarlo y empezar con la llegada del hombre blanco a las tierras.

El proyecto era el más ambicioso de la historia de la televisión hasta ese momento con un presupuesto generoso de mas de un millón de dolares por hora de rodaje y con un elenco de más de cien actores y actrices con diálogos, lo que era una verdadera monstruosidad para la televisión de la época.

Su estreno en la temporada otoñal de 1978 vino precedido de promociones como la siguiente para su primer episodio que tenía como el último una duración de tres horas.

La trama:
La novela de James A. Michener era una clásica novela rio que desarrollaba la historia de las personas que llegaban y se asentaban en Centennial, centrándose en sus luchas y sus amoríos por lo que tanto los desencuentros como las herencias eran un campo ideal para que florecieran todo tipo de conflictos.

El inicio de la miniserie contemplaba un prologo de tres minutos, donde resumía de forma sucinta los primeros capítulos del libro, que ha hemos comentado que empezaba en la prehistoria, para empezar mostrándonos el campamento arapahoe al borde del rio.

Los interminables títulos de crédito iniciales eran el resultado de tener que dar publicidad a todo el enorme elenco que tomaba parte en la serie en todo ese intervalo de casi doscientos años, pero ver desfilar tantos nombres en fondo azul durante casi dos minutos, no era precisamente de lo más televisivo que nos podíamos imaginar en esa época, además de contar con una música bastante anodina del compositor John Addison, como pueden comprobar en el siguiente vídeo

Los doce capítulos de la serie parecían estructurados como una serie de películas que desarrollaban una historia determinada en dos episodios tras recoger el testigo de la generación anterior con alguna escena de transición y pasárselo a la siguiente para que continuaran la historia.

‘Centennial’ tenía el esquema clásico del forastero que llega a la zona, interacciona con los locales se mete en problemas, los resuelve y acaba casándose con alguna hija del jefe o cacique de turno, para crear la nueva generación y volver a iniciar el ciclo tras dos episodios más o menos, con ese bucle continuo de bodas ,nacimientos y entierros para ir marcando el paso del tiempo.

Como suele suceder en este tipo de miniseries, la primera historia y los primeros protagonistas son a los que le cogemos más cariño, como sucedió con un extraño triangulo amoroso que se formó entre el trampero franco-canadiense ( Robert Conrad ,der), su colega escocés (Richard Chamberlain, izq) y la hija del jefe arapahoe ( Barbara Carrera) que hicieron arrancar la serie, como con esta escena entre los dos tramperos cantando en el rio.

A medida que iban entrando nuevos personajes y desaparecían los primeros a los que les habíamos cogido estima, la identificación del espectador se reduce bastante y se dedica a ir viendo la historia para ir reconociendo a la enorme cantidad de actores que salían, algunos de ellos en sus primeros papeles importantes, como es el caso de un asiduo visitante de nuestros viernes, Mark Harmon, que en esta ocasión interpretaba a un apuesto militar de la Unión

A diferencia de otras miniseries de la época, ‘Centennial’ nunca se contó entre mis favoritas, porque siempre me dio una cierta sensación de tocho, que empezaba con los títulos de crédito y se acrecentó a medida que íbamos adelantando en el tiempo y las tramas se hacían mucho más previsibles influenciadas por el marco histórico en que se desarrollaban, perdiendo el aroma hostil y salvaje de sus inicios.

En esa época ya me cantaba bastante, la pulcritud y limpieza tipo IKEA, de los poblados indios, pero ahora la cosa queda mucho peor, acentuando esa sensación de pésimo envejecimiento que tienen muchas miniseries de esa época, vistas con ojos actuales.

Apenas guardaba en mi memoria, recuerdos de momentos y personajes de ‘Centennial’ al contrario de lo que suele ser habitual en mi caso, respecto a lo que me marcó en el momento de su emisión, lo que no suele ser una buena señal. De hecho al revisarla me ha seguido sorprendiendo lo poco que me acordaba de casi todo, excepto de la historia inicial.

Su emisión fue todo un hito en TVE, pero tampoco la recuerdo como motivo de conversación al día siguiente por esa sensación de poco novedosa y extremadamente densa y solemne que no la hizo todo lo popular que hubieran deseado, como lo demuestra el hecho que ni fue nominada al Emmy en su momento, que es a lo mínimo que debe esperar una miniserie tan ambiciosa.

En esta ocasión no voy a desarrollar el apartado de los actores, porque el reparto era tan amplio y coral que es difícil destacar a actores conocidos que entraban y salían de la historia como si de una puerta giratoria se tratara.

Final:

‘Centennial’ tuvo unos magníficos números en el momento de su estreno pero poco a poco fueron menguando por la perdida de interés del público en las nuevas generaciones de la serie, narradas con un ritmo bastante cansino y con escenas larguísimas de paisajes y diálogos interminables.

Las promociones de sus últimos episodios ya mostraban ese cansancio del público, centrándose en mostrar a los nuevos actores que se incorporaban, como gancho principal para ver el capítulo final, como pueden ver en la promoción siguiente del episodio final.

‘Centennial’ una miniserie que estaba llamada a hacer historia, pero que se quedó muy lejos de ese objetivo y ha desaparecido de la memoria de casi todo el mundo que la vio y se ha quedado en una nota a pie de pagina en los libros de historia de la televisión como hemos intentado recordarles en esta ocasión.

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Lorenzo Mejino