La innovación narrativa audiovisual es una necesidad del propio medio para ir buscando nuevas formas de contar historias con los riesgos inherentes que eso conlleva. En ese marco experimental podemos enclavar perfectamente el reciente estreno ‘El Tercer Día’, un extraña mezcla de miniserie televisiva y performance teatral con dos creadores muy inquietos que han intentado hacer algo diferente.

Una propuesta tan arriesgada tenía ciertos peligros y en el caso de ‘El Tercer Día’ ha alternado ideas brillantes como la ubicación elegida para desarrollar la historia, con otras que no han acabado de funcionar más relacionadas con la historia que con la estética elegida, como voy a intentar explicar en la presente entrada sobre una de las series más extrañas y desconcertantes de 2020.

Ficha: El Tercer Día/ The Third Day 6 ep + 1 especial 45 m   Sep-Oct 2020- Cadena: Sky Atlantic (UK)/ HBO (USA) / HBO (E)

Sinopsis:  Sam es incapaz de sobreponerse a  una enorme tragedia  personal y para intentar sobrellevar su duelo  siente una irresistible  atracción por la remota situación de la isla de Osea, a la que solo se puede llegar por un camino empedrado durante la marea baja. Osea está habitada por una comunidad muy aislada del resto del país, con sus propias tradiciones y peculiaridades llena de ritos y costumbres extrañas que acogen a Sam como una especie de refugiado para permitirle que cure sus heridas psicológicas en ese lugar tan aislado, en la primera parte de la historia.

El inicio: Felix Barrett es el fundador y director de la compañía Punchdrunk dedicada al teatro alternativo y de vanguardia y especializada en performances inmersivas donde el público puede interactuar y moverse entre los actores y actrices en grandes espacios abiertos y lejos de las convenciones de los espacios puramente teatrales.

Hace seis años, al final de una de sus representaciones, la cadena que lo transmitía le preguntó si estaría interesado en hacer alguna serie sobre el backstage de sus representaciones. Al principio rechazó la idea porque la consideraba aburrida y con poco recorrido, pero le dio pie para empezar a pensar en alguna forma narrativa que le permitiera ir del formato de grabación televisiva al de la performance teatral en vivo y volver posteriormente al formato televisivo.

Para diseñar ese viaje de ida y vuelta entre la televisión y el teatro, Barrett contactó con el brillante guionista y dramaturgo Dennis Kelly (Utopia, el musical Matilda) por ser la persona que podía aunar mejor esos dos campos, el televisivo y el teatral respetando las esencias de ambos. Kelly aceptó encantado el reto, al estar buscando siempre nuevos desafíos narrativos.

El punto de partida fue ese concepto de combinar la miniserie televisiva con la performance teatral con la presencia como protagonista del actor Jude Law, que se apunta a un bombardero siempre y cuando le parezca estimulante.

A partir de ese punto Kelly creó un personaje, para seguir con la creación de un entorno con él  que pudiera interaccionar. Posteriormente vino el universo y la mitología de la historia y para finalizar con la ubicación perfecta para desarrollar la historia, en una comunidad completamente aislada y sin apenas contacto con el resto del mundo.

La solución llegó cuando Felix Barrett descubrió la isla de Osea en el estuario del rio Blackwater en el condado de Essex, con esa peculiaridad de estar aislada de la isla de  Gran Bretaña, durante los periodos de marea alta. El lugar maravilló a Dennis Kelly que solo tuvo que ensamblar las piezas para el rodaje de la miniserie televisiva, mientras que Felix Barrett se dedicaba a los preparativos del evento central que iba a ser la pieza teatral en vivo de ‘El Tercer Día’

El concepto fue comprado por HBO y Sky, por lo que tras obtener los permisos de los lugareños empezaron el complicado rodaje en esa remota isla, a las ordenes como director de Mark Munden, que ya había trabajado con Dennis Kelly en ‘Utopia’ .

La sugerente promoción inicial de la serie ya nos hacia presagiar que estábamos delante de algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados.

La trama: ‘El Tercer Día’ tiene una estructura muy poco convencional ya que está dividida en dos miniseries de tres capítulos titulados ‘Verano’ e ‘Invierno’ y protagonizadas por dos personajes diferentes, mientras que entre ellas y como bisagra central y con el título de ‘Otoño’ tenemos el espectáculo teatral que transmitieron en vivo durante doce horas seguidas.

La primera mitad está protagonizada por Sam, una persona que llega completamente desorientada a la isla de Osea en busca de respuestas sobre la muerte de su hijo Nathan en la región costera cercana a la isla. La primera escena de la serie es una excelente presentación del personaje atormentado.

Esa búsqueda de respuestas está muy relacionada con la gestión del duelo  por lo que mediante sus interacciones con los pintorescos y extraños lugareños puede ir avanzando en su propia curación a la vez que empieza a adentrarse y verse cautivado por los numerosos secretos que guarda la isla, que le van hacer sacar a relucir los suyos propios.

Ese primer tramo desarrolla esa evolución de su integración a las costumbres de Osea, incluyendo una serie de ritos religiosos paganos que desembocan en el punto fuerte que es el festival anual de Osea, que iba a ser utilizado para el episodio teatral en vivo.

La primera intención de sus autores era realizar un macroconcierto en vivo con 10.000 espectadores para permitir multitud de interacciones entre la gente de la isla, los músicos y los asistentes, pero la aparición de la pandemia de la COVID-19 trastocó todos esos planes del concierto multitudinario y se vieron obligados a adaptarlo a un festival local con muchos menos asistentes y con la cámara como testigo principal de la performance teatral.

El domingo cuatro de octubre se realizó la retransmisión en directo durante doce horas de esa performance teatral con todos los actores empezando por Jude Law, participando de forma activa en ese experimento que además está rodado en una sola toma. El siguiente video sobre el rodaje de la serie hace hincapié sobre las dificultades de rodar en ese lugar semiaislado.

Para facilitar el visionado, posteriormente han realizado un montaje de noventa minutos sobre toda la performance teatral, porque bastantes de las cosas que suceden tienen una cierta continuidad en la segunda mitad de ‘El Tercer Día’. No es imprescindible su visionado previo, pero forma parte de la experiencia y por lo menos el resumen si que es recomendable que le echen un vistazo.

La segunda mitad cambia el eje completamente, al centrarse en la historia de Helen, una mujer que llega a la isla con sus dos hijas pequeñas, dispuesta a celebrar el cumpleaños de la mayor de ellas. A su llegada son recibidas con una manifiesta hostilidad por los lugareñas, que les bloquean cualquier intento de encontrar alojamiento, lo que desemboca en una tensa situación familiar con la cumpleañera que no entiende porque han venido a celebrarlo a un lugar tan remoto y sin apenas nada.

Poco a poco se irán desvelando las razones de la visita de Helen a la isla, que va a provocar un auténtico cisma entre los lugareños con consecuencias absolutamente imprevisibles que ocupan el episodio final de la serie.

‘El Tercer día’  juega desde el punto de vista narrativo, con el recurso habitual de la llegada de un extraño a una comunidad aislada y la alteración que causa del orden establecido por su mera presencia. En esta ocasión la historia se ve duplicada por la llegada de esos dos extraños para tener dos puntos de vista diferentes sobre ese colectivo aislado con su propia mitología y ritos que están dispuestos a defender hasta las últimas consecuencias.

Como suele ser habitual en este tipo de llegadas a lugares remotos, van a haber personas abiertamente hostiles hacia el recién llegado y otros que intentaran acercarse y ser más amigables, aunque nada es lo que parece y los cambios de humor de los isleños son tan frecuentes como las mareas que abren el camino de acceso cada doce horas.

‘El Tercer Día’ es una serie que desde el punto de vista narrativo es bastante mas convencional que desde el punto de vista estético, con una historia que intenta sorprender al espectador pero que no siempre lo consigue al centrarse de forma casi exclusiva en los extraños sin apenas profundizar en muchos de los personajes de la isla, que a priori me parecían mucho más interesantes que los dramas personales del primer mundo de los protagonistas.

El mayor acierto es indudablemente utilizar la isla de Osea para dar esa sensación de aislamiento completo y para ubicar la historia. He tenido la suerte de haber visitado la isla, para vivir esa sensación de circular por ese camino sumergible que solo había visto en algunos lugares de la costa francesa ( Passage du Gois) o inglesa ( Shell Island, Lindisfarne) y he de reconocer que ‘El Tercer Día’ ha recogido a la perfección el espíritu de Osea.

‘El Tercer Día’ me ha interesado bastante más por todas las circunstancias externas que por las propias dos miniseries en sí, en especial en su segunda mitad, donde la historia de la madre con las dos niñas carece de la fuerza escénica que por lo menos tenía Jude Law en solitario en la primera mitad. Tampoco me ha convencido mucho el cierre de la historia donde se les ha ido un poco la mano en bastantes momentos, al descontrolarse mucho más de lo deseable, traicionando incluso el espíritu de la historia.

Si son espíritus curiosos y quieren ver cosas diferentes, ‘El Tercer Día’ es una posibilidad interesante, aunque me voy a guardar de recomendarla abiertamente, porque dependerá mucho de su predisposición inicial a dejarse llevar por esta propuesta, de la que destaco principalmente su parte teatral, por jugar con los espacios abiertos de una forma innovadora como muestra su tráiler oficial.

Los actores: Jude Law es toda una estrella audiovisual gracias especialmente a sus trabajos en cine y en televisión donde ha destacado recientemente como el irreverente papa Lenny Belardo en ‘The Young Pope’ y ‘The New Pope’.

Su inquietud artística le llevó a apuntarse al proyecto de ‘El Tercer Día’ cuando apenas era un boceto inicial, para poder afrontar el reto como actor de integrar esa parte teatral con la televisiva, con el personaje de Sam. Law daba en todo momento la sensación de estar pasándoselo en grande en especial en la representación teatral, dando rienda a sus instintos de actuar libremente y era una verdadera delicia verlo.

No puedo decir lo mismo de Naomie Harris que interpreta a Helen la protagonista de la segunda parte de la historia. Harris empezó su carrera como actriz infantil en numerosas series británicas para niños, pero pronto hizo la transición cinematográfica, con una lista de grandes personajes como su Paula en ‘Moonlight’, Winnie Mandela o la última encarnación de Moneypenny, la secretaria de James Bond.

Harris siempre me ha parecido una gran actriz, pero en esta ocasión no la he visto nada cómoda, tras haber aceptado su vuelta a la televisión tras diez años de ausencia para trabajar a las ordenes de la directora Phillipa Lowthorpe a la que admira.

Tuvo muchos problemas para adaptarse al rodaje en la isla, al ser un lugar que detestaba por su aislamiento y esa incomodidad se ha trasladado a su actuación, fría y poco empática, excepto en los últimos veinte minutos, como si estuviera contando las horas para no volver a Osea.

No conocía de nada a Katherine Waterston que interpreta a Jess, una enigmática lugareña que se convierte en una pieza clave de la historia en ambas miniseries. La razón de mi desconocimiento cabe achacarla a que ha trabajado de forma casi exclusiva en el cine, por lo que me ha sorprendido hasta conocer que es la hija del gran actor Sam Waterston ( Ley y Orden, The Newsroom)

Su personaje era bastante complicado y complejo al tener una gran evolución durante las dos miniseries y lo cierto es que me ha demostrado que tiene muchos recursos para salir airosa de todas las cosas que se ha visto obligada a realizar.

Por último mencionar a Emily Watson ( Apple Tree Yard, Chernobyl) y Paddy Considine ( Red Riding, The Outsider) dos actores impresionantes que han protagonizado numerosas series y películas y que han accedido a hacer dos pequeños papeles secundarios como el Sr y la Sra Martin, los propietarios del pub de la isla, el centro neurálgico de la pequeña comunidad y donde intentan imponer un poco de orden y criterio frente a la virulencia de algunos isleños.

Final : El dicho popular ‘ Por probar no se pierde nada’ es una buena manera de empezar a ver ‘El Tercer Día’, a ver que les inspira y si entran en la mitología local, pueden  acabar entusiasmados y si como en mi caso no entran plenamente  en la misma, se quedarán bastante más indiferentes o incluso indignados.

Esa diversidad de reacciones forma parte integral de los experimentos audiovisuales y solo falta que descubra la suya propia con su visionado en la rama española de HBO, por lo que voy a finalizar el artículo con un video del interesante making-off de la serie.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino