Hace dos años destacó entre toda la avalancha de estrenos de Netflix, ‘Makanai. La cocinera de las Maiko’ una propuesta diferente y original creada con una enorme delicadeza y sutilidad por el venerado director japonés Hirokazu Kore-eda, una de las presencias más recurrentes en nuestro Zinemaldia y Palma de Oro en Cannes.
En esta ocasión las grandes dotes observacionales de Kore-eda han regresado con ‘Asura’ el universo de cuatro hermanas residentes en Tokio a finales de los años setenta. Las cuatro tienen edades muy diferentes y cubren todo el espectro posible de relaciones de pareja, con una viuda, una casada, una soltera y una prometida, por lo que la evolución de sus vidas va a dar un gran vuelco al descubrir un importante secreto familiar.
El resultado es una exquisita historia observacional, donde todo fluye con una gran armonía para permitirnos entrar de lleno en el seno de la familia Takezawa, como si fuéramos otro miembro de la misma gracias a la maestría del gran Hirokazu Kore-eda.
Ficha: Asura 7 ep 60 min ene 2025 Cadena: Netflix ( JP/ E)
La trama :
En el Tokio de finales de los setenta, la familia Takezawa está compuesta por el padre Kotaro y la abnegada madre Fuji que han criado a sus cuatro hijas que ya han volado del nido familiar con sus respectivos proyectos de vida, pero manteniendo siempre un gran vinculo y una enorme complicidad entre todas ellas, con múltiples reuniones familiares entre las cuatro y con sus padres.
Las cuatro tienen personalidades muy diferentes, empezando por la primogénita Tsunako (Rie Myazawa, izq)) , una viuda que trabaja como arreglista de flores y que mantiene una relación de larga duración con un hombre casado. La segunda en edad es Makiko (Machiko Ono, seg der ), casada y con dos hijos, dedicada a las tareas del hogar como ama de casa.
La tercera es Takiko ( Yu Aoi, der ) una apocada y solitaria bibliotecaria que es el objeto de las pullas de sus hermanas por su soltería recalcitrante, mientras que la benjamina Sakiko (Suzu Hirose, seg izq)) es la más rebelde de todas y comparte su vida con un boxeador de peso pluma que aspira a ser un gran campeón.
Esa presentación de las cuatro hermanas la pueden ver en el tráiler oficial de su estreno en Japón.
El equilibrio más o menos estable del núcleo familiar salta por los aires cuando la desconfiada Takiko descubre tras una investigación detectivesca que su padre lleva mucho años siendo infiel a su madre.
Esa revelación va a obligar a las cuatro hermanas a posicionarse frente a esa infidelidad, más teniendo en cuenta que algunas de ellas tampoco es que sean un dechado de perfección en ese tema, como poco a poco iremos conociendo.
Esa rabia inicial de las cuatro hermanas al descubrir la doble vida de su padre se plasma a la perfección en la elaborada cabecera de ‘Asura’ con las cuatro hermanos tirando cosas hacia un objetivo desconocido, que se revela en los créditos finales de cada episodio.
Las reacciones de las cuatro hermanas tienen dos vertientes principales, la grupal con esa dinámica familiar fracturada y la individual con las vidas personales de cada una de ellas y la forma en que se va a ver afectada, evolucionando todas ellas hacia situaciones que ni se podían imaginar al principio.
‘Asura’ adapta la famosa novela ‘Ashura No Gotoku’ de la premio Nobel japonesa Kumiko Nuboda, que fue llevada a la televisión en 1979 y es un magnífico retrato de la sociedad japonesa de la segunda mitad del S XX, con la contención y el estoicismo como reglas principales de comportamiento frente a infidelidades, con el ejemplo clarísimo de la madre que siempre ha preferido mirar hacia otro lado que enfrentarse a su marido infiel.
Ese comportamiento dócil y sumiso se reproduce en cierta manera en las cuatro hermanas, aunque las dos más jóvenes son mucho más rebeldes y pendencieras que sus dos hermanas mayores, siempre tamizado por el control japonés en casi todas sus acciones.
Kore-eda elabora un fresco delicioso y muy sutil de las intrincadas relaciones familiares de esos seis personajes y en especial de las cuatro hermanas con sus relaciones masculinas, cubriendo un amplio espectro de forma magistral, con la comida como argamasa omnipresente en muchas de sus reuniones.
Las cuatro actrices que encarnan a las cuatro hermanas brillan a un altísimo nivel y nos permiten empatizar fácilmente con todas sus alegrías y penurias, deseando que las cosas les salgan bien.
Aunque personalmente me ha parecido una verdadera maravilla, el estilo de Kore-eda es demasiado personal y puede que para muchas personas ese costumbrismo japonés no sea precisamente un plato de su agrado, en especial si son alérgicos a la VO y detestan el doblaje en español latino con el que Netflix la ha estrenado exclusivamente en nuestro país.
De todas formas si consiguen salvar esas reticencias y consiguen entrar en esos mundos tan particulares de Hirokazu Kore-eda el resultado es de una gran exquisitez a todos los niveles.
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Lorenzo Mejino