En estos convulsos tiempos políticos tanto a nivel nacional como catalán y para estrenar el año con algo especial, nada mejor que recordar una de las sátiras políticas más brillantes que se han hecho en televisión, “The New Statesman”, estrenada en nuestro país con el “pintoresco” nombre de “Un diputado fantástico” , donde un desatado Rik Mayall , como el diputado Alan Beresford B’Stard crea el diputado ultraconservador más corrupto y chorizo de la historia del parlamentarismo inglés.
Complemento perfecto de la elegancia y la ironía fina de “Si. Ministro”, en “The New Statesman”, todo es exceso y llevado al limite de la verosimilitud con un político de lo mas repugnante y abyecto que nos podemos imaginar, pero que desgraciadamente la realidad nos ha demostrado que incluso se quedaba corto, como los recientes casos de corrupción en nuestro país han dejado en evidencia.
Por ello, nada mejor que para empezar el año 2016 en nuestro blog, que recordar al azote cómico mayor que ha recibido el thatcherismo, la vida y milagros del peor diputado de la historia Alan B’stard.
Ficha: The New Statesman (Un diputado fantástico) 26ep +3 especiales. Sep 1987- Dec 1994 ITV/ BBC (GB) Antena 3- Autonómicas (E)
Sinopsis: Alan Beresford B’stard es elegido a los 31 años como el parlamentario mas joven de la Cámara de los Comunes y por fin ve cumplido su sueño desde su infancia de alta cuna, de poder mangonear y sacar el máximo provecho posible a su situación política para enriquecerse todo lo que pueda, durante el tiempo que esté en el Parlamento británico.
El inicio: Rik Mayall era un actor muy conocido por su personaje del activista de izquierdas, Rick, en la mítica serie “Los jóvenes” que lo catapultó a la fama mundial, a pesar de tener escasamente doce episodios. Al finalizar la serie, contactó con dos jóvenes guionistas Maurice Gran (izquierda) y Laurence Marks, con los que estaba interesado en trabajar en algún proyecto personal , en principio ambos guionistas no le hicieron mucho caso, porque pensaban que sería muy complicado trabajar para alguien tan famoso y declinaron la oferta.
Pero tras la insistencia de Rik Mayall, se reunieron los tres y los dos guionistas le preguntaron su papel soñado, a lo que Mayall respondió que su sueño sería interpretar a alguien como él, vanidoso, codicioso, depravado, obsesionado con el dinero y dispuesto a matar si fuera necesario. En ese momento se percataron que un oscuro diputado ultraconservador, cumplía con todas esas condiciones y se pusieron manos a la obra.
Con el nacimiento del personaje de Alan B’Stard diseñaron la serie centrándola exclusivamente en semejante pájaro y la presentaron a la cadena independiente británica ITV que les encargó una primera temporada de 7 episodios, estrenada en olor de multitudes en plena época thatcheriana en 1987, con una cabecera tan pomposa como la siguiente:
La trama: La serie se podría definir en pocas palabras, utilizando una frase que dijo un infausto político de este país “ Yo he entrado en política para forrarme”, y básicamente eso es todo lo que hace Alan B’Stard en su puesto parlamentario, buscar las maneras de sacar dinero , con todo tipo de montajes, chantajes e historias varias, sin importarle nada ni nadie que no sea su propio beneficio.
El primer episodio nos muestra la elección de nuestro protagonista en una pequeña circunscripción ficticia llamada Haltemprice, donde su suegro es el cacique de la zona y le asegura la elección con toda su maquinaria electoral puesta al servicio del marido de su hija, como pueden ver en el vídeo de la campaña electoral y la proclamación de su victoria.
B’stard se nos muestra como el típico representante de las élites inglesas que ha estudiado en los mejores colegios y universidades y que desprecia a todo el mundo que esté por debajo de su estatus social, que como se pueden imaginar son escasisimas personas. Ególatra, sádico, conspirador, corrupto, el personaje es un compendio de todos los defectos que puede tener una persona a la que la cercanía del poder solo le hace mas peligroso.
Profundamente racista y elitista, no duda en tragarse sus principios y creencias si ve la posibilidad de hacer negocios, como en el siguiente vídeo, donde descubre que un antiguo compañero de estudios de color, al que humillaba continuamente en la escuela, es el presidente vitalicio de una pequeña isla caribeña, lo que le convierte automáticamente en su nuevo mejor amigo, para ver que puede sacar de provecho.
Ultraliberal y ultraconservador, sus creencias se centran en que puede hacer lo que le da la gana y actuar impunemente por derecho de nacimiento, llegando incluso al asesinato si eso le conviene a sus planes para medrar y enriquecerse.
Su matrimonio es un auténtico paripé, con ambos cónyuges engañándose mutuamente con todas las personas que pueden y sin ningún remordimiento, como pueden comprobar en esta escena hilarante, donde le presentan al parlamentario a su nueva amante francesa, a la que le hace un reconocimiento bastante equino, por decirlo suavemente.
Su mujer no le va a la zaga, al ser una ninfómana bisexual, que no duda en tirarle los tejos a cualquier personaje viviente, incluyendo al mejor amigo parlamentario de Alan, otro pomposo elitista, el Baron Sir Pierce Fletcher-Dervish, que se ha convertido en el principal compinche de Alan en sus tejemanejes de todo tipo.
Los episodios solían tener un hilo conductor que era algún plan o maquinación de B’Stard para forrarse de una forma u otra y que urdía en su despacho de Westminster junto a su amigo Pierce, y sin importarle las consecuencias siempre que saliera beneficiado, lo que pasaba casi siempre. Su actividad parlamentaria, correspondía a la que en la jerga parlamentaria británica se denomina “backbencher”, los oscuros diputados que se sientan en los escaños traseros para hacer bulto y que cuando abren la boca tienen la misma expectación que pueden ver en el vídeo
A medida que iban pasando las temporadas, sus maquinaciones le iban haciendo subir en el escalafón conservador hasta llegar a encontrarse con la propia Margaret Thatcher, en medio de unos chanchullos ilegales, como pueden ver en este video que lógicamente tiene truco en cuanto al personaje principal.
“The New Statesman” forma con “Si, ministro” y “The Thick of it”, la trilogía de mejores comedias políticas británicas de la historia, pero en este caso a diferencia de las otras dos, donde prima la ironía, la flema y el fino humor británico, aquí prima la sátira descarnada y el cuchillo en la yugular para denunciar la época thatcheriana desde dentro, con el exceso y el no dejar títere con cabeza como máximas a seguir y su BAFTA a la mejor comedia el año 1991, es prueba de su éxito popular.
Siempre me pareció brillante en su momento, pero se da la casualidad de que con el tiempo, ha ganado mucho mas en actualidad de lo que sería deseable, cuando los casos de corrupción reales, hacen que nos tengamos que replantear pensamientos que teníamos en la época en plan ¡Cómo se pasan!, al ver los chanchullos de Alan B’stard que se han quedado cortos en bastantes casos.
Un ejemplo claro lo tenemos en el furibundo euro-escepticismo del protagonista, mas candente y en vigor en la actualidad que hace veinte años, cuando en la temporada final de la serie B’stard, se convierte en el líder del ala mas euro-escéptica del partido y suelta un discurso como el del vídeo: xenófobo y antieuropeo, en la convención del partido conservador
Mi gran amor por la serie viene dado por el perfecto malvado político que es el personaje protagonista, del que a pesar de que no tiene absolutamente nada por lo que empatizar, como en las mejores comedias, consigue que nos pongamos de su lado porque es lo mas divertido, aunque no dudo que le romperíamos la cara si nos encontráramos a semejante diputado tan despreciable por la calle.
Los actores:
Rik Mayall, creó la serie como un vehículo personal, para poder mostrarse en un registro en las antípodas del activista político Rick de “Los jóvenes” y la verdad es que acertó de pleno con un personaje hecho a su medida, con los toques de histrión que tan bien se le dan al actor, acompañado de una clase inherente que lo hacía pasar por un miembro de las élites inglesas en todo momento.
Satirizar desde dentro al partido conservador es mas complicado que hacerlo desde fuera como hacia en “Los Jóvenes” y de ahí la grandeza de su personaje, que sigue siendo recordado en la actualidad como ejemplo y referencia del político deleznable y miserable.
Mayall tras esta serie, volvió a sus inicios en “Bottom” ( La Pareja Basura ) donde se reencontró con su amigo Adrian Edmonton ( el punk) . En 1999 sufrió un gravísimo accidente con un quad que le causó graves heridas en la cabeza, y secuelas en forma de perdida de memoria, que le obligaron a ralentizar mucho su ritmo de trabajo, y especializarse en narraciones , al no poder recordar sus frases, hasta su muerte prematura por un ataque al corazón en 2014 a los 56 años de edad.
Aunque se centraba exclusivamente en el personaje de Rik Mayall, la serie tenía dos secundarios de cierto peso, para dar un contrapunto al personaje tan detestable que era Alan B’stard. El primero lo hemos mencionado antes, el torpe y simplón Baron Sir Pierce Fletcher-Dervish, un representante de la vieja guardia conservadora, interpretado por Michael Troughton.
Troughton es el hijo del actor Patrick Troughton que interpretó al segundo Dr Who, en la primera etapa de la serie, y su papel de compinche de Alan B’stard, es el mas recordado de una carrera no demasiado brillante.
Abandonó la carrera de actor en 2002 para cuidar de su mujer enferma y se convirtió en profesor de instituto.
Por último el papel de la esposa Sarah, fue a parar a una auténtica aristócrata inglesa lady Marcia Fitzalan, tercera hija del duque de Norfolk, y que actuaba con el nombre artístico de Marsha Fitzalan, una actriz especializada en papeles de alta cuna y estirpe, como en el que se inició en “Arriba y abajo”.
A pesar de su rancio abolengo, nunca ha pasado de ser una secundaria en casi todas las películas y series en las que ha aparecido y siempre ha destacado más por su estirpe que como actriz.
Consideraciones finales:
La serie duró cuatro temporadas, con dos especiales navideños y una película especial en 1994, todas desarrollando sin muchas variaciones el mismo personaje, que sirvió de base para una obra teatral estrenada en 2006, “The Blair B’stard project” donde el personaje planea acabar con Tony Blair y Gordon Brown, para hacerse con el poder .
El último vídeo que les voy a proponer es un auténtico incunable de la serie de su emisión por Antena 3, donde vemos a dos actores muy conocidos en la actualidad, interactuando con Rik Mayall, siendo uno de ellos humillado como era de esperar por el presuntuoso parlamentario.
Nada mejor para empezar el año, que hacerlo con una sonrisa recordando una serie que marcó una época y que llevó los límites del humor político un poco más lejos en la denuncia directa y clara de los negocios trapaceros que se producían en los oscuros bancos traseros parlamentarios, donde Alan B’Stard se convirtió en el auténtico rey y así se lo hemos querido explicar.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino