Las casualidades de la vida hacen que en más de una ocasión confluyan en el tiempo dos proyectos diferentes sobre la misma historia, desde la infausta Lambada, hasta la reciente Cenicienta. Este hecho recurrente ha sucedido con la historia sobre el clan criminal de los Puccio que aterrorizó Buenos Aires en los años ochenta, y que este año ha sido objeto de una película “El Clan”, con muy buenas críticas en el circuito de los festivales de cine y en paralelo de la miniserie de la que les vamos a hablar hoy “Historia de un clan”.
La serie desarrolla en flashbacks y en flashforwards, de una forma curiosa y entretenida, la historia del clan Puccio y sus miembros, y para mi sorpresa , Movistar Series ha comprado la serie para su emisión a partir del próximo lunes, cuando apenas llegan series argentinas a nuestro país lo que me da la excusa perfecta para presentarles esta serie como segunda entrega de nuestra semana dedicada a las series argentinas.
Ficha: Historia de un clan 11 ep 45 min . Castellano Sep 2015- Nov 2015. Telefé ( Arg) /Movistar series (E)
Sinopsis: Historia ficcionada basada en hechos reales del clan de los Puccio, formado por un matrimonio y sus cuatro hijos, que se convirtieron en una auténtica organización criminal en los años ochenta, especializada en secuestros express para extorsionar a los familiares de las victimas que secuestraban siguiendo las instrucciones de un psicópata como Arquímedes Puccio, patriarca y cerebro del clan.
El inicio: Luis Ortega, es un verdadero “enfant terrible” del cine argentino, donde ha realizado películas independientes fuera de los circuitos habituales y donde era capaz de lo mejor como “Caja Negra” y “Dromómanos” o de lo peor como “Verano maldito”. El escaso éxito en taquilla de sus películas le dejo endeudado hasta las cejas, por lo que tuvo que aceptar el ofrecimiento de su hermano Sebastián, socio de la productora Underground para hacer una miniserie inspirada en la familia Puccio.
Al aceptar el encargo, Ortega, empezó a documentarse hablando con los presos que habían compartido celda con Puccio y con los miembros supervivientes de la banda, para empezar a trabajar en el guión en compañía del periodista de sucesos Ricardo Palacios y del escritor Pablo Ramos.
Con los testimonios y la historia más o menos clara en su cabeza, Ortega empezó a construir el relato, con la idea central de las motivaciones psicológicas de una familia para que pueda convertirse en una organización criminal, en lugar de seguir los documentos judiciales y pruebas periciales que han servido de base para la película.
Con el guión escrito, empezaron el rodaje en los alrededores de Buenos Aires, para estrenar la miniserie de 11 capítulos en Septiembre de 2015, poco después del estreno de la película “El Clan” y aprovechando el tirón de uno de los mayores éxitos del cine argentino en los últimos años.
Su estreno fue en la cadena Telefé, la cadena comercial más popular de Argentina, que no suele ser un lugar habitual para las series de calidad, pero la sorpresa vino cuando tanto las críticas como las audiencias respondieron a la arriesgada propuesta de Ortega a las mil maravillas, derrotando ampliamente a su competencia principal que no era otra que la serie “Signos”, de la que les hablamos el pasado lunes.
En el primer vídeo pueden ver el trailer de la miniserie antes de su estreno
La trama:
El centro de la serie es la familia Puccio con el protagonista principal que es el patriarca Arquímedes, un psicópata de manual, que se autojustifica sus actos criminales con coartadas políticas y de opresión de clases, con su mujer ( la siempre interesante Cecilia Roth), que no se entera o hace ver que no se entera de nada, un tema que nunca queda claro
Los cuatro hijos, son a cual mas pintoresco, con los dos varones, el primogénito Daniel un inútil integral, en busca de algún objetivo en la vida y Alejandro un gran y prometedor jugador de rugby que es el personaje mas normal y con algo de conciencia de la familia.Las dos hijas son Silvia, una santurrona y beata con toques ocultos, y la benjamina Adriana una verdadera Lolita, que no tienen una parte muy activa en la trama criminal, aunque son parte integral de la delirante dinámica familiar de los Puccio.
La serie juega con los saltos temporales, empezando con una impactante escena del tramo final de la historia, para volver al inicio y empezar a desgranar la misma.
La miniserie se puede separar en tres partes muy diferenciadas, la inicial que es donde vemos de forma muy detallada el proceso psicológico de Arquímedes para llegar a emprender la vía criminal y posteriormente convencer a su familia y a sus compinches para iniciar su negocio de secuestrar gente a cambio de suculentos rescates.
El segundo tramo es la descripción de las actividades criminales, con el secuestro de los objetivos que eran identificados de diversas maneras, pero siempre con la plata de sus familias como nexo de unión, cada delito es descrito con todo lujo de detalles, desde la captura del secuestrado, siguiendo por su cautividad en habitaciones habilitadas en la propia mansión de los Puccio, hasta el desenlace del secuestro.
Por último, tenemos el epílogo con las consecuencias que tienen sus actos en todos y cada uno de sus miembros por acción u omisión.
El eje central es la relación entre Arquímedes y su hijo mas brillante, el jugador de rugby Alejandro, que se convierte un poco en el nexo de unión con el público y que sirve para evitar la repulsa general del espectador, al ser el único personaje con una cierta conciencia de que están actuando de forma errónea y se rebela ante la autoridad paterna en algunos momentos, pero sin demasiada convicción.
La serie está narrada con marcados toques surrealistas, en especial en las escenas que abren los episodios, unos “cold openings”, como se denominan en la jerga televisiva, con sueños oníricos y cualquier otro elemento que pueda descolocar al espectador antes de seguir con el relato habitual.
Luis Ortega desea turbar al espectador al mostrarnos una familia aparentemente normal de clase media en un barrio acomodado bonaerense, que esconde esos grandes secretos en su casa, y sacarnos de la zona de confort en que solemos movernos con un relato salvaje y despiadado en muchas ocasiones, pero sobre todo inexplicable desde un punto de vista racional.
La dinámica familiar tiene muchas notas de humor macabro, en especial cuando tienen a los secuestrados en su casa, y algunos miembros desconocen o hacen ver que no saben lo que está pasando en otras estancias de la casa, aunque la cocina o la limpieza no se descuidan en ningún momento. En el siguiente video, los protagonistas explican sus pareceres sobre sus personajes.
El contraste entre las tareas activas de los miembros masculinos de la familia y la pasiva de los elementos femeninos de la misma es una constante en toda la serie, viviendo todos y cada ellos en sus mundos felices particulares, obviando lo que les puede parecer desagradable.
Todos los miembros tienen sus relaciones fuera del ámbito personal, en especial Alejandro con su novia formal a la que esconde sus actividades extracurriculares, pero con la que no duda en liberar sus tensiones en cualquier momento como muestra el video.
No estamos ante una obra maestra, por las irregularidades que tiene la miniserie en el primer tramo, donde le cuesta bastante centrarse y llegar al meollo del asunto, en esta parte se sostiene por las propias excentricidades de los miembros de la familia, necesarias para entender sus motivaciones y las formas en que cada uno de ellos se convence en participar en los secuestros.
La parte criminal es la mejor conseguida, con las relaciones surrealistas a tres bandas entre los secuestradores, los secuestrados y las familias de estos, con la policía completamente apartada y jugando apenas un papel anecdótico en el desarrollo de los hechos.
El epilogo es algo atropellado y mucho mas acelerado que el resto de la miniserie, pasando demasiado de puntillas en mi opinión sobre las consecuencias de sus actos y el tiempo que van a tener para pensar en ello.
“Historia de un clan” no es un documental sino que es una ficción basada en hechos reales, convenientemente manipulada y cambiada para conseguir mejores efectos dramáticos, pero eso no quita que cuando vemos reportajes reales sobre lo sucedido en esa época, como el del siguiente video no podamos evitar pensar que la realidad supera a la ficción.
La serie me ha parecido bastante interesante y sobre todo muy curiosa, con una forma diferente de explicar un relato criminal con unos giros y mentalidades mas cercanas a la nuestra que las habituales ficciones anglosajonas.
La trama central tiene mucha fuerza y me ha mantenido intrigado hasta el final, para saber como finalizaba la familia, a la que muchos habrían liquidado sin el menor miramiento si hubieran tenido la menor oportunidad, en especial con las coartadas de opresión de clase para intentar justificar sus delitos, y lo peor de todo es que encima se las creían.
Por estas razones si son espectadores inquietos y ávidos de novedades, si que les recomiendo que le echen un vistazo, a ver si la historia les atrapa y se interesan por los devenires de este clan criminal bastante pintoresco. Su estreno en nuestro país se lo pone en bandeja de plata y por probar no van a perder nada.
Los actores:
Alejandro Awada, es un actor muy conocido en Argentina, donde se ha ganado una buena reputación como un secundario ideal para todo tipo de papeles, pero un total desconocido fuera de su país.Para mi ha sido un total descubrimiento, porque no le había visto apenas en algunas series como estrella invitada y tengo que reconocer que me ha encantado porque consigue elaborar y hacer creíble un personaje absolutamente despreciable y abyecto desde todos los puntos de vista.
Su interpretación de un psicópata iluminado es excelente y consigue transmitir miedo y desasosiego a raudales con sus miradas y sus actos, por no hablar de sus arrebatos descontrolados de ira, en un papel que le va a permitir arrasar en los premios televisivos argentinos de este año, sin lugar a dudas.
Cecilia Roth es un valor completamente seguro en cualquier cosa que haga a ambos lados del océano, desde sus apariciones en diversas películas de Pedro Almodovar en nuestro país, como en su país natal con joyas como Martín (Hache) o Kamchatka. En la serie hace de la abnegada madre del grupo, una mujer capaz de todo por mantener unida a su familia, a los que ama con absoluta devoción.
Ella es el cemento que mantiene unido a un grupo tan heterogéneo, mirando hacia Antequera cuando le conviene, y creyéndose cualquier milonga que le explique su marido o sus hijos, porque sencillamente es mas cómodo que afrontar la verdad. Cecilia esta perfecta como una mujer comedida y perfecta ama de casa, aunque dejando entrever la procesión que le va por dentro.
Ricardo, el hijo del gran actor Ricardo Darín, conocido como Chino Darín , da vida a Alejandro el hijo con mayor protagonismo de la serie, un jugador de rugby de élite que se convierte muy a pesar en cómplice de los desvaríos de su padre, lo que le tiene completamente atormentado.
Con apenas cinco años en la profesión, Chino Darin se está consolidando como uno de los jóvenes actores argentinos con mayor proyección , hace poco le vimos en “ El hipnotizador “ de HBO, pero aquí está muchísimo mejor, dando la replica adecuada al visionario de su padre e incapaz de frenar por la pendiente que le lleva su progenitor
Epilogo:
Tengo que reconocerles que no he visto la película “El Clan” a posta, para evitarme comparaciones sobre la historia, y poder valorar la serie sin influencias de ningún tipo, por lo que no puedo compararlas mas allá del diferente enfoque, mas psicológico en la miniserie y mas judicial en la serie, que declaran sus propios responsables.
Lógicamente la mayor duración de la historia en la miniserie, permite desarrollar con mayor profundidad los personajes, pero la tarea de valorar si es mejor o peor o simplemente otro enfoque, prefiero dejársela a ustedes, si desean ver ambas ficciones. A continuación les dejo el trailer de la película, realmente interesante y que describe a la perfección en dos minutos a la familia Puccio.
“Historia de un clan” es de lo mejorcito que se ha hecho en Argentina en los últimos años, y aunque no llega al nivel de la obra maravillosa con la que cerraremos nuestra semana argentina, el próximo viernes, por lo menos es un salto cualitativo de calidad que les invito que vean si tienen oportunidad de hacerlo y el articulo les ha abierto el interés ya que les gustó la película y quieren conocer mas sobre los Puccio.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino