Por fin, ya estoy de vuelta. Pero que no. Ha costado, pero heme aquí dispuesto a retomar el blog. Aunque no es eso tan entrañable de vuelve a casa por Navidad. Con lo que nos queda todavía para esas fechas tan señaladas. Aunque haya indicios que pretendan mostrar lo contrario.

A la vuelta de las vacaciones, suele ser normal que me encuentre  con una cartelera renovada y con tantas películas que me apetece o me siento en la “obligación de ver” que me tengo que dedicar casi al “encaje de bolillos” para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares y personales y con el placer de escaparme al cine a ver lo que toque. Pero, es que esta vez además ha sido especialmente complicado.

Aún queda un mes para la Navidad. Cuatro semanas para la cola por el talo con txistorra santotomasero. Aún ni se me ha ocurrido comprar el turrón, aún no sé qué ha hecho Scorsese como anuncio de Freixenet, pero la cartelera se nos ha empezado a llenar ya de productos cinematográficos típicamente navideños, como la virtual “Beowulf” o “Encantada”, lo último de Disney. Y ya con el inmaculado puente constitucional a la vista el viernes que viene será el turno de lo último de Dreamworks “Bee Movie” y de Scarlett Johansson sin Woody en “Diario de una niñera” entre otros muchos. ¿Cuántas de éstas aguantarán hasta después de Reyes?

Y claro, para hacer sitio a estas Navidades adelantadas, han desaparecido de cartel o se han visto recluidas a salas y sesiones secundarias, sin tiempo casi a que pueda correr el boca a oreja,  películas tan interesantes y atractivas como “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” (será demasiado larga, será demasiado lenta, la voz en off será cargante, pero me mantuvo enganchado a la butaca gran parte de sus 160 minutos), “Once” (qué bien consigue lo que se propone), “La Zona” (brillante metáfora sobre el papel del miedo en el mundo hoy en día), “Adiós, pequeña adiós” (le sobra algún exceso televisivo, pero propongo que desde ya, Ben Affleck le ceda los bártulos de actor a su hermano Cassey y se dedique únicamente a dirigir) o “El juego del amor” de Robert Benton (que aún no he podido ver ya que no me ha cuadrado en la agenda). Y mientras tanto, “El Orfanato” batiendo records de taquilla en España.

¡Ah! De mis escapadas cinematográficas por esos mundos os recomiendo para cuando lleguen por estos lares, la última obra maestra de los Coen “No es país para viejos” (no sólo Bardem, como dicen ciertos cronistas con visión patriotera, toda esta película es sobresaliente), la penúltima joya surcoreana “Secret Sunshine”, lo último de Gus Van Sant “Paranoid Park” y aunque quede bien claro que Ridley Scott no es Scorsese “American Gangster”.

El lunes tengo cita con el Boss (y al jefe siempre hay que hacerle caso), pero el resto de la semana espero poder cumplir con los compromisos con Redford, Clooney, la Blanchett, Zemeckis, Walsh, volver a Persépolis e incluso obligarme a ver la de Garci. ¿Me recomendáis que falle a alguno?