Ha habido excursión al otro lado. Ante el retraso del estreno de algunas películas y la posibilidad de verlas en V.O. (que en Donosti uno nunca sabe), me he vuelto a escapar a Baiona para darme un atracón de cine. Os cuento:
El intercambio de Clint Eastwood (estreno previsto en Donosti: 19 de diciembre). Sé que soy injusto con Clint Eastwood. Rueda tantas grandes películas que me decepciona cuando no le salen redondas. Y es lo que me ocurre con El intercambio. Es una buena película, recomendable, pero me esperaba bastante más. Está bien rodada y bien narrada, pero también es bastante convencional. Tan convencional que mientras la estaba viendo, me venía continuamente el nombre de Ron Howard a la cabeza, que según he leído más tarde, se planteó dirigir esta película, pero que al final optó únicamente por producirla.
Su argumento es casi de telefilm. Aunque en lugar de un melodrama con toques de thriller, la intenten convertir en una película de denuncia de la corrupción del Departamento de Policía de Los Angeles en los años 20. El guión no está a la altura de lo que uno espera de una película de Eastwood. Al personaje principal, interpretado por Angelina Jolie le falta sustancia y entidad, no es más que la madre a la que le desaparece el niño y luego pretenden darle gato por liebre, y a pesar de su terrible desgracia, me cuesta empatizar con ella. Veo continuamente a la señora de Pitt en lugar de al personaje. Me parece que está más preocupada en demostrar sus dotes de actriz que en resultar creíble y transmitir los sentimientos de su personaje. Una de esas interpretaciones lucidas y resultonas que les encanta a los señores del Oscar. Aunque el personaje más plano y más superficial es el malo más malo de la película, el Capitán J. J. Jones. Ni está bien desarrollado en el guión, ni bien interpretado por Jeffrey Donovan. Y el resultado es un malo unidimensional sobre el que me hacía falta saber mucho más para poder creérmelo.
The Visitor de Tom McCarthy (el de The Station Agent – Vías Cruzadas). Estreno previsto: principios de 2009. Ya nos advirtió en este blog Rafter que es una de las películas del año. Cine independiente USA del muy bueno. Un drama lleno de humanidad y de sensibilidad. De inteligencia y de talento. Aunque haya un par de momentos en los que se pone un poco obvia. Una historia pequeña e íntima sobre un profesor universitario en crisis, que consigue trascender y emocionarnos hablándonos del mundo actual y de los Estados Unidos en particular, tras los atentados del 11-S. Sin grandes aspavientos, ni denuncias estridentes. Y con una interpretación magistral de Richard Jenkins, hasta ahora secundario de lujo al que acabamos de ver en Quemar después de leer y Hermanos por pelotas, al que acompaña la espléndida Hiam Abbass, la palestina de Los limoneros. Es el tipo de película que si los grandes estudios no tuvieran tanto peso en los Oscar deberíamos tener muy presente para unos cuantos premios.
La Banda Baader-Meinhof de Uli Edel. Estreno previsto: principios de 2009. Es la candidata alemana al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa. Cuenta casi en clave de thriller los hechos que llevaron a la constitución de la Facción del Ejército Rojo o RAF, sus atentados, su detención y la estancia de sus líderes en la cárcel. Y ése es su principal problema. Vemos actuar a los miembros del grupo terrorista, pero se echa de menos algo más de introspección. Hay veces en las que a pesar de sus casi dos horas y media de duración, da la impresión de que la película ha sufrido cortes importantes en la sala de montaje. Recrea los atentados, pero apenas entra en los conflictos personales, las motivaciones y las reflexiones de los líderes de la banda. Entretiene, informa, pero se queda ahí. Cine resultón, hecho con medios y con algunas secuencias espectaculares, pero que se queda en la noticia, renunciando al componente emocional de la historia.