El Zinemaldi entra ya en la recta final y definitivamente ya es imposible compatibilizar todo lo que a uno le gustaría ver. Los pases de las películas, coinciden, se solapan y uno no da abasto. Hoy casualidades de la programación, hemos tenido un programa doble de basura inglesa. No lo digo porque las pelis fueran malas o porque nos hubiera dado por un nuevo tipo de reciclaje, sino porque ambas estaban ambientadas en los ambientes marginales de la sociedad inglesa. En plan Ken Loach, ‘Fish Tank’ o ‘Ratcatcher’. Primero ‘Wild Bill’, que a pesar de sus tópicos de padre coraje arrepentido que hace lo indecible para devolver a su familia al buen camino, tiene buenas interpretaciones y pulso firme como para que merezca la pena que uno se quede sin comer.
Porque sin tiempo de casi nada, nos hemos metido en ‘Tyranossaur’, el debut como director del actor Paddy Considine que protagoniza Peter Mullan haciendo su personaje de casi siempre. La película empieza como una patada donde más duele, peleas, golpes, maltrato animal, lo que de primeras he entendido como una invitación a abandonar la sala. Pero como dice el refranero español, la paciencia es buena consejera y a medida que avanza la película, todo va adquiriendo una extraña y estimulante coherencia.
Para rematar el día inglés, hoy hemos recibido la visita de nuestra señora de la pamela recién despachada desde el palco real de algún hipódromo británico, por lo que hemos tenido que repasar nuestros escasos conocimientos de protocolo con una rápida revisión del DVD de ‘The Queen’. Y es que este año, tenemos glamour hasta en los pases de prensa.
Para empezar el día, se ha presentado en la Sección Oficial ’11 Flowers’ del chino Wang Xiaoshuai, el de ‘La bicicleta de Pekín’, historia llena de tópicos sobre el paso de la infancia a la adolescencia en un pequeño pueblo de China en los últimos meses de vida de Mao, con el trasfondo de la Revolución Cultural. Película de estilo académico, de cuidada fotografía y técnicamente muy correcta, pero que ni molesta, ni emociona.
Tenía muchas esperanzas en ‘Rampart’ de Oren Moverman. La anterior película de su director, ‘The Messenger’, además de dos nominaciones para los Oscar, tenía su punto y en esta ocasión, basándose en un argumento de James Ellroy y con un reparto sólido (Woody Harrelson, Sigourney Weaver, Robin Wright, Anne Heche…) la cosa prometía. Pero tras un buen arranque, la película se convierte en una acumulación de clichés del género policiaco con los que, aunque lo intente, no es capaz construir algo original. Una especie de policiaco de autor con una cámara que no para de moverse, encuadres imposibles y un montaje desconcertante. Eso sí, el duelo poli malo en Los Angeles, Woody Harrelson, contra poli malo en Madrid, Jose Coronado, por la Concha de Plata al mejor actor está servido.
La joyita del día ha sido ‘Nochi-no-chi / The Days After’ del japonés Hirokazu Kore-eda. Poco más de 50 minutos de un cuento japonés de fantasmas contado con delicadeza y elegancia. Un nuevo ejemplo de que es posible hacer una televisión con clase y distinción. Pura sensibilidad.