Hace un año no sabíamos nada de ella. Aunque hubiera trabajado en el teatro en un ‘Otelo’ con Phillip Seymour Hoffman o en un ‘Salomé’ con Al Pacino. Aunque hubiera hecho sus pinitos en la televisión. Pero el nombre de Jessica Chastain no nos decía nada. Y en octubre de 2011 parece que está por todas partes.
La podemos ver en ‘La deuda’ de John ‘Shakespeare enamorado’ Madden interpretando a la versión joven de Helen Mirren convertida en agente del Mossad junto a Sam ‘Avatar’ Worthington. Repite con él en ‘Texas Killing Fields’ de Ami Canaan Mann haciendo de mujer policía, con la que concursó en Venecia e inauguró la retrospectiva de ciclo de cine negro estadounidense en el Zinemaldi. También presentó en Venecia ‘Wilde Salome’, en la que con su sensualidad como princesa caprichosa se come a un histriónico Al Pacino. Previamente se apuntó a un Shakespeare, ‘Coriolano’, a las órdenes de Ralph Fiennes en la compañía de Gerard Butler y Vanessa Redgrave que se presentó en Berlín. Es la protagonista de dos de las triunfadoras del último Festival de Cannes: la madre de ‘El árbol de la vida’ de Terence Malick que se llevó la Palma de Oro y la esposa de ‘Take Shelter’, ganadora del Gran Premio de la Semana de la Crítica y del Premio FIPRESCI que se podrá ver en el Festival de Gijón. Y por si fuera poco, ha arrasado en la taquilla norteamericana con ‘Criadas y señoras’ (The Help), una de las sorpresas de la temporada que podremos por aquí a finales de este mes.
Y más adelante podremos verla en ‘The Wettest County in the World’ de John ‘The Road’ Hillcoat y en un nuevo Malick, aún sin título, en compañía de Rachel Weisz, Michael Sheen, Ben Affleck y Javier Bardem. Bueno, esto quién sabe. Porque con Malick uno sabe que ha rodado a sus órdenes, pero no sabe ni cuándo se estrenará la película, ni qué pasará con su papel en el montaje final. Que se lo pregunten a Sean Penn.