Primero en Zabaltegi vi “Shut Up & Sing”, un documental sobre la que armó la cantante de las Dixie Chicks, un exitoso grupo de country norteamericano que llegó a cantar el himno estadounidense en la Super Bowl, cuando en un concierto en Londres se le ocurrió decir que se avergonzaba de ser del mismo estado que el presidente de los Estados Unidos. Estas palabras desencadenaron una campaña en contra del grupo con boicot a emisoras que programaran su música, contenedores de basura específicos para tirar sus cds, enfrentamientos con otros cantantes country e incluso amenazas de muerte. La película cuenta con gracia y chispa algunos capítulos de este boicot, el día a día de las tres componentes del grupo y el intento de volver a su carrera musical sin rendirse a la presión y convierte desde la perspectiva actual las triunfantes declaraciones de ciertos políticos y no políticos acerca de la guerra de Irak, las armas de destrucción masiva etc. en “patéticos chistes” de terribles consecuencias.
Y también ha tocado reirse en la Sección Oficial con la norteamericana “Sleeping Dogs Lie”. Los que además se rieron con “Vete de mí” (no es mi caso) habrán tenido un día de lo más divertido. “Sleeping Dogs Lie” es una comedia de personajes sobre las relaciones de pareja y de familia y sobre los efectos de los secretos cuando dejan de serlo, mucho más profunda de lo que puede parecer en primera instancia. Siempre al borde de la provocación gratuita pero logrando evitarla, es realmente divertida y cuando se lo propone también consigue emocionar sin caer en el sentimentalismo barato.