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Sexualidad en Familia

 

¿Cuándo empieza la Educación sexual? ¿Cuándo somos conscientes de nuestra sexualidad? La mejor forma de comprenderlo es leyendo este párrafo del “Curso nº18: Educación sexual desde la familia (o cómo no quedarse al margen) infantil y primaria”, que nos ofrece CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y madres de Alumnos)

“Ya no es necesario preguntarse cuando empezar, sabemos que o bien empezamos desde el principio, o bien empezamos tarde. No es necesario esperar a que el niño o la niña nos asalte con las “primeras preguntas”, tampoco es necesario observar que el niño o la niña acaricia sus genitales.

La Educación Sexual generalmente empieza sola y de la mejor de las maneras posibles: bien. No estamos hablando ahora de la vieja idea de que “siempre se educa” y de que es imposible no educar. De que se educa con lo que se habla y con lo que se calla, con los gestos tanto como con el silencio, con el ejemplo… y que, probablemente, si nos hemos permitido hablar delante de ellos o de ellas, ya hemos empezado.

Ahora, y puesto que hablamos de Educación Sexual (algo más que transmitir información sobre los genitales) nos referimos a que se educa con los abrazos, con las caricias, con las muestras de afecto, con el contacto piel con piel… y esto se empieza a educar en la cuna. Mucho antes de las preguntas o los “tocamientos”.

Cuando a un bebe se le toma en brazos está empezando a aprender a querer y ser querido, a tener seguridad en los demás, a expresar emociones y reconocer las ajenas ¿Hay algo que sea más necesario para la educación sexual que todo esto? Se puede ser muy feliz sabiendo poco o muy poco sobre los genitales o del proceso de fecundación, pero todos sabemos que es muy difícil ser feliz sin saber expresar lo que se siente. Por eso, lo realmente importante va por ahí. Precisamente por un lugar por el que casi todos pasamos sin ser demasiados conscientes de lo que significa.

Lo que nos sitúa en un punto de partida frente a la Educación Sexual, distinto al habitual. Ya no se trata de aprender cómo comenzar a hacer Educación Sexual. Se trata de continuar lo que, casi con toda seguridad, hemos iniciado de la mejor de las maneras posibles.”

Por lo tanto, las personas somos sexualidad y forma parte de nosotr@s  y de nuestro día a día, desde el momento en el que nacemos.  Félix López, nos amplia más esta información, en su libro “La educación sexual” (ED. Biblioteca Nueva), donde nos dice:

… en el momento del nacimiento, el cuerpo esta, desde el punto de vista sexual, tan desarrollado que se puede activar la fisiología del placer sexual (…) aunque la anotomía es infantil y aunque las capacidades de eyaculación y ovulación no aparecen hasta la pubertad, la fisiología del placer sexual esta activable. Tienen sensibilidad sexual, especialmente en los órganos genitales, y capacidad de erección, en el varón, y de vasocongestión de genitales, en la mujer. (…) Para algunos autores, incluso de debe reconocer que los niños y las niñas desde el primer año de vida tienen capacidad de tener una respuesta sexual humana, que puede llegar, en algunos casos de ellos al orgasmo, porque pueden reconocer los propios cambios de este: respuesta a la autoestimulación repetida, erección y vasocongestión, movimientos rítmicos de la pelvis,…”

Queda claro, que desde que nacemos somos seres sexuados y, habitualmente,  las primeras personas con las que nos relacionamos son los miembros de la familia, es por ello, por lo que gran parte de la educación sexual que adquirimos, en nuestros primeros años de vida, corre a cuenta de ellos.  ¿Qué pueden hacer las familias para que el niñ@ adquiera una educación sexual sana y saludable?

–          Hablar con l@s niñ@s con NATURALIDAD. Entendemos que muchas veces resulta difícil hacerlo y no queremos decir con esto, que  se deba “forzar” la situación, sino todo lo contrario,  estaría bien que el/la adulto/a se sintiese cómodo/a y se mostrase tal y como es, para ello, estaría bien que encontrase la ocasión para poder tratarlo de la manera más natural y sencilla posible. La sexualidad forma parte de nuestro día a día, es lo mismo que si hablamos de lo que vamos a comer hoy, es decir, forma parte de la naturaleza humana. El problema llega, cuando a la sexualidad le damos unas connotaciones dando a entender que es algo oculto, algunas veces hasta oscuro y sucio. Sin embargo, si tratamos a la sexualidad como lo que es, algo innato y mucho más allá de las relaciones sexuales,  veremos que la sexualidad  en nuestras vidas es más habitual y relevante de lo que parece. Con la mano de la naturalidad y ante un diálogo acerca de la sexualidad,  es posible que se estreche el vínculo de la relación madre/padre con la/el niña/o. No es necesario ser expertos/as en sexualidad para poder explicar a tu hijo/a lo que demanden, hablarlo con naturalidad y sin juicios de valor, sería la forma ideal para entender que la sexualidad forma parte de la vida.

–          La educación sexual es importante en cada ETAPA DE LA VIDA. Cada edad tiene un interés distinto.

–           Otro de los aspectos que influyen dentro de la configuración de una niña o niño, son la DIFERENCIACION DE ROLES. Está claro que las diferencias biológicas son visibles y probablemente aceptadas, sin embargo, la gran diferenciación que no beneficia a ninguno de los roles es la sociocultural, ya que está llena de imposiciones y diferencias discriminatorias. La educación sexual debe eliminar estas desigualdades entre niños y niñas y se deben ofrecer las mismas posibilidades y opciones para ambos. Por otro lado, también es importante darnos cuenta, que desde que se nace se comienza a socializar, por lo que se les comienza a decantar, hacia un lado u otro, asignando a cada género unas tareas, unas actitudes y comportamientos determinados, los cuales son jerarquizados y desiguales. Por ejemplo, en casa a la hora de distribuir tareas podemos asignar las mismas tareas tanto a niñas como a niños, a la hora de regalar juguetes o de elegir el color de la habitación o de la ropa, podemos hacerlo de igual manera para niños que para niñas,…  No existen JUGUETES DE NIÑOS Y JUGUETES DE NIÑAS, colores para niños y colores para niñas,…existen colores y juguetes para las personas.  Deben aprender a jugar sin clasificar, ya que los juguetes o los colores poco o nada tienen que ver con la identidad sexual, ni con las orientaciones del deseo.

–          Es muy importante tener en cuenta el LENGUAJE que se utiliza cuando hablamos con l@s niñ@s: por un lado, os invitaríamos a que fuese un lenguaje sencillo y claro, ya que las explicaciones extensas, enrevesadas y fantásticas pueden dar lugar a confusiones, desilusiones e incluso a no entenderlas. Y por otro lado, estaría bien  llamar a las cosas por su nombre, como lo hacemos con otros muchos objetos, partes del cuerpo…,  por ejemplo, llamamos a esa tabla con cuatro patas, mesa y mundialmente se llama mesa, en cambio la vulva y el pene, como otras muchas palabras tabú, tiene un sinfín de nombres  (conejito, peseta, chichi,..para la vulva y pilila, pito, pitilin,… para el pene).

–          Debemos fomentar el CONOCIMIENTO DEL CUERPO y SU ACEPTACION. El pudor del adulto muchas veces interviene en la configuración del cuerpo del niño/a. Por ejemplo, si el adulto tiene vergüenza que su hijo/a le vea desnudo, posiblemente de mayor el niño o la niña, tendrá vergüenza o pudor a enseñar su cuerpo desnudo. Es muy importante ver al cuerpo como nuestra envoltura física que nos lleva y nos trae en nuestra vida, y que así como vemos un brazo  o una pierna, podemos ver otras partes del cuerpo, consideradas socialmente más ocultas o intimas. Esto no quiere decir que tengamos que ir desnudos por la calle continuamente, ya que el hecho de vestirse entra dentro de las necesidades básicas del ser humano, sino que conozcan su cuerpo como algo natural y lo acepten tal y como es. Ya que  no existen personas o cuerpos mejores o peores, si no diferentes. Por lo tanto, es interesante REFORZAR LA AUTOESTIMA Y EL AUTOCONOCIMIENTO.

–          Fomentar las cosas POSITIVAS y dejar un lado las negativas. Está bien decir lo que hacemos mal cuando somos pequeños, para así poder activar la alerta del miedo para muchas de las situaciones que vivamos en nuestra vida. Sin embargo, tan importante es la crítica constructiva para aprender, como lo es la positiva para reforzar.

–          Dentro de la familia, LA COMPLICIDAD un concepto muy interesante para  la relación entre padres/madres e hij@s.  Para conseguir esa complicidad, os invitamos a escuchar tanto lo verbal como lo no verbal, a comprender lo que quieren decir, a entender lo que nos trasmiten y a comunicar con SINCERIDAD, aquello que veamos o notemos que necesitan saber o queremos que sepan. Si hablamos desde la sinceridad y la naturalidad, el niño y la niña lo agradecerán y tarde o temprano se notaran los frutos, consiguiendo una relación más cercana.

–          No utilizar “mentiras”, sino queremos que nos mientan, estaría bien no mentir. Tenemos un ejemplo claro, en donde una niña pregunta a su madre,  de donde vienen los niñ@s y la madre le contesta que los trae una cigüeña de París. De qué sirve decir que los bebés vienen de la cigüeña si tarde o temprano sabrán la verdad, es decir, que ni l@s niñ@s vienen de una cigüeña, ni de una semillita que papá pone a mamá. ¿no creéis que sería más fácil decir desde un primer momento lo que es? podemos valernos de palabras fáciles y emociones que conozcan, estaría bien abstenernos en contarle nuestra relación sexual como si de un adulto se tratase, ya que muchas palabras y gestos posiblemente no los entiendan, pero si hablarles desde la verdad y el cariño. Además, si desde ese pequeño instante mentimos, tarde o temprano, se darán cuenta que ni los niños y las niñas viene de Paris, ni de una semillita y de un modo u otro les estamos enseñando inconscientemente a mentir. Estaría bien tener en cuenta, que la familia no es la única fuente de información.

–          Las famosas PREGUNTAS DE LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS. Comenzar diciendo que,  no hace falta que l@s niñ@s pregunten, l@s adult@s pueden hablar con ell@s si ven o notan  alguna ocasión. Es posible, que en ciertas conversaciones puedan salir dudas ocultas y otras que sean más visibles, este diálogo puede ser una buena oportunidad para aclarar posibles dudas posteriores. Os sugerimos a su vez que, se respeten los tiempos y que ell@s tengan ganas de solventar esas dudas, para ello estaría bien no forzar mucho la situación, ya que podría dificultar el “feedback”.  Es importante que las personas adultas estén dipuest@s a solventar esas dudas.   En el caso de no saber lo que la niña o el niño plantea, podemos buscar información en algunos libros o manuales, para satisfacer la curiosidad de la niña o el niño. Existen muchas OPORTUNIDADES PARA ENSEÑAR, podemos servirnos de programas de televisión, series, películas, libros, revistas… para enseñar una educación sexual sana además de fortalecer una actitud crítica de lo que ven.

–          Es muy importante NO VER CON OJOS DE ADULTOS las cosas que hagan l@s niñ@s. En muchas ocasiones, vemos la sexualidad con nuestras construcciones sociales aprendidas  a lo largo  de la vida y a través de los diferentes agentes socializadores, de las experiencias, de los sentimientos, las emociones y las sensaciones que cada persona individual ha vivido. El niño o la niña, la mayoría de las veces en cuestiones de autoconocimiento, lo hace por curiosidad y con toda la naturalidad del mundo, entiende que si lo que está descubriendo le gusta, ¿porqué no repetirlo? Sin embargo, llega el/la adult@ y le censura. Sin embargo, esto no acaba aquí, ya que con esa censura repetida, ya estamos provocando de un modo u otro, una anulación y un posterior pensamiento inconsciente “sucio” o “prohibido”   de la acción. Por ejemplo, en los juegos sexuales entre iguales y consentidos, es decir, e un juego donde ambos dos niños quieren jugar, ellos están descubriendo el cuerpo y curioseando sin ningún tipo de construcción ante la sexualidad, sino con naturalidad y sin prejuicios. Somos las personas adultas las que les condicionamos para que vivan una sexualidad con connotaciones. Esto no quiere decir que si les vemos masturbarse delante de la familia no digamos nada,… ya que este acto, puede incomodar, pero a la vez, podría ser un buen momento para comentarle que lo que está haciendo, está bien, sin embargo, puede hacer lo mismo en su habitación y en la intimidad, para que así coja el habito, sin censurar, pero sin ser al libre albedrío.

–          Que aprendan a SER CRÍTIC@S con sus actos y que tengas la capacidad de tomar sus decisiones, sin que acepten imposiciones de ningún tipo. Debemos enseñarles que existen distintas formas de pensar y estaría bien respetarlas, aunque no se esté de acuerdo con ellas. Es interesante que se deposite en ell@s un grado de responsabilidad que corresponda a su edad, y hacerles ver que algunas decisiones traen consecuencias y que, por tanto, debe existir un mínimo de reflexión a la hora de decidir.

–          En cualquier caso, también hemos de RESPETAR la identidad, el pudor, los secretos y los silencios de l@s niñ@s.

–          Es importante preguntarnos qué tipo de educación sexual  (aunque sea oculta) que se reciben en otras instituciones.

–          Por último, y no menos importante, HABLAR O HACER SEXUALIDAD, no se reduce a genitales, coitos o reproducción. Cuando hablamos de sexualidad también hablamos de del cuerpo, besos, caricias, placer, encontrarse a gusto como hombre o como mujer, es conocerse, aceptarse, aceptar a l@s demás,….

Como hemos visto en este post, la familia habitualmente es el primer agente socializador, sin embargo, conforme los niños y las niñas crecen, entran en juego otros agentes socializadores, uno de los más importantes es el colegio, dentro de la educación, ¿existe la educación sexual?

Hoy en día y analizando la nueva Ley de Educación (LOMCE), nosotras nos preguntamos,… ¿cuál es el futuro de la Educación Sexual?

 

Muchos abrazos

Raquel y Paky

Más información en:

CEAPA. Manual de Educación Sexual en la Familia (o como no quedarse al margen) Infantil y Primaria.

López Sanchez, Feliz. La Educación Sexual. Biblioteca Nueva.

Hernández Morales, Graciela y Jaramillo Guijarro, Concepción. La Educación Sexual de la primera infancia .Guía para madres, padres y profesorado infantil. Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Año 2003.

Hernández Morales, Graciela y Jaramillo Guijarro, Concepción.la educación sexual de niñas y niños de 6 a 12 años. Ministerio de Educación y Ciencia. Año 2006.

 

Pd: Desde Blog Sex Moments queremos felicitar a Ana Serrano por su energía y su fuerza para superar el cáncer de mama. ¡Si se puede! Mucho ánimo y adelante.

 

 

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Sobre el autor

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Desde este blog queremos acercarte al amplio mundo de la sexualidad, entendido como una fuente básica de salud, bienestar y placer para las personas.

Aquí te encontraras noticias curiosas, videos y mucha más información relacionada con el tema.

Además dispondrás de un espacio donde poder expresarte y preguntar todas las dudas que tengas, sin ser juzgad@ y respetando a tod@s por igual.

Así que anímate


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