¿Cómo formamos una pareja? Es algo que nos preguntamos a menudo. ¿Qué conlleva a ello? ¿Por qué la elegimos? ¿Es necesario compartir tu vida con alguien? ¿Necesitas una pareja para desarrollarte como persona? ¿Una relación se forma si sólo uno de los dos quiere?

Los seres humanos somos seres sociales y como tales necesitamos relacionarnos para desarrollarnos como individuos. De las relaciones que establecemos con distintas personas, a lo largo de nuestra vida, muchas nos vienen dadas, no podemos elegirlas, como por ejemplo nuestr@s padres/madres, herman@s, prim@s,… Tengamos una mejor o peor relación con ell@s.

Pero ¿Qué ocurre con la relación de pareja? O mejor dicho ¿Con tener pareja o no? Para la formación de una pareja es importante tener claras dos cosas: la primera si quiero tener pareja y la segunda con quien quiero compartir parte de mi preciada vida. Esto implica la capacidad de decisión y elección propia.

Si  decidimos tener pareja, elegir desde la libertad y no desde la necesidad es lo más acertado.

La elección de un compañer@ viene dada por mi deseo, por la elección que he tomado desde la emoción, desde el vinculo con esa persona determinada, desde el amor-atracción que siento por el/la otr@. Para que pueda surgir esta relación es necesario que ambas personas compartan el mismo deseo/atracción, que se de la reciprocidad de sentimientos entre ambas personas. No puede darse, ni mantenerse la relación si ambos no la desean. Por ejemplo: “Yo amo tanto, que amo por lo dos” “… No me importa que no me quieras, basta con que yo te quiera”.

Una vez visto que somos libres de elegir tener pareja o no, os vamos contar una pequeña historia para explicaros el proceso de vinculación. ¿Qué nos pasa cuando hemos elegido? ¿Por qué elegimos a ese alguien? ¿Por qué se tienen mariposas en el estómago?

“Hacia un día soleado de verano, así que aproveché para ir a la playa. Al llegar a la Zurriola, puse mi toalla sobre la arena y me quité la ropa para que los rayos del sol dorasen mi piel. Hacia mucho calor y decidí acercarme a la orilla para ver el  gran paisaje donostiarra repleto de surfistas y así refrescarme.

Mientras contemplaba el paisaje vi salir del agua a una persona que  llamó mucho mi atención, su sonrisa me cautivo desde el segundo cero (ATRACCIÓN). Nos miramos, sonreímos y cada uno se fue a su toalla. Desde ese momento yo no podía dejar de mirar hacia donde estaba, quería ver que hacia, como se movía, si estaba sol@ o acompañad@… Era como un imán (CONTEMPLACIÓN).

En una de mis miradas furtivas nuestros ojos se cruzaron, me sonrió y la temperatura de mi cuerpo aumentó y no era por el sol. Probé de nuevo a mirar y vi sus ojos clavados en mí de nuevo. Desde ese momento comenzamos un juego de miradas un tanto excitante (COMIENZO DE LA SEDUCCIÓN).

Pasado un rato se fue al agua y después de unos minutos decidí acercarme a la orilla para pegarme un chapuzón. El agua estaba helada y encima estaba empezando a irse el sol. De repente oí una voz a lo lejos que me decía:

–          ¿Qué esta caliente?

–          Si muuuuyyyy caliente (mientras tiritaba)

A partir de ese momento comenzamos una conversación de “besugos” que terminó una vez que salimos del agua. Amb@s nos dirigimos a nuestras toallas para aprovechar los últimos rayos de sol para secarnos. Al poco tiempo se acercó, ya vestid@, para despedirse, algo dentro de mí hizo  que me lanzase a preguntarle si le apetecía tomar algo. Su respuesta fue: “Sí,  no tengo nada que hacer, mis amig@s me han dejado un poco tirad@” (ACERCAMIENTO).

Nos fuimos a tomar unos pintxos  y me pareció una persona súper interesante con la que poder hablar de muchas cosas y pasar un rato divertido.  A partir de ese momento empezó una bonita relación (AMISTAD).

Durante los primeros meses quedábamos de vez en cuando para pasar un rato junt@s. Aprovechamos ese tiempo para conocer nuestros gustos, hobbies,  un poco de nuestras vidas, que expectativas de futuro teníamos… (CONOCIMIENTO DEL OTR@).

Conforme pasaba el tiempo, me sentía más a gusto con el/ella, quería hablar más, pasar más tiempo junt@s… Me gustaba (RECONOCIMIENTO DE SENTIMEINTOS AFECTIVOS PROPIOS).

Un día quede con un@ de mis amig@s para contarle todo lo que pasaba. Necesita hablarlo con alguien.  (COMUNICACIÓN DE SENTIMIENTOS AL ENTORNO).

Pasaban los días y no paraba de pensar en esta persona, cada vez que la veía sentía “mariposillas” en el estómago, olía su colonia por todas partes, miraba el móvil cada dos por tres para ver si tenía noticias suyas…  (PROCESO DE ENAMORAMIENTO).

Un día quedamos y como me sentí tan a gusto decidí contarle mis sentimientos y para mi sorpresa él/ella sentía lo mismo (DECLARACIÓN, EXPRESIÓN DE SENTIMIENTOS AL OBJETO DE DESEO). Desde eso momento empezamos una relación de la que solo teníamos conocimiento nosotr@s (ROMANCE).

Desde ese instante comenzamos a quedar más a menudo,  las distancias corporales que manteníamos tomando un café  ya no las teníamos, nos besábamos apasionadamente…  (INICIO DE RELACIÓN, CONOCIMIENTO EXLUSIVO DE PAREJA POR LA PROPIA PAREJA)

Como quedábamos tanto, nuestr@s amig@s empezaron a sospechar que algo pasaba entre nosotr@s. (LA RELACIÓN NO ES OFICIAL, EL ENTORNO SOSPECHA DE LA RELACIÓN, SE PRESENTAN COMO AMIG@S).

Pasado un tiempo y viendo que nuestra relación se iba consolidando decidimos dar el paso y contárselo a nuestr@s amig@s y familia (CONFIRMACIÓN DE RELACIÓN AL ENTORNO, SE PRESENTAN COMO PAREJA).

A partir de ese momento éramos una pareja “oficial” (SE LES RECONOCE COMO PAREJA)”

¿Os sentís identificad@s con el proceso de vinculación descrito? ¿Por qué la vinculación es en pareja y no pueden incluirse a más personas? ¿Culturalmente estamos influid@s? o ¿Es biológico?

Un abrazo para tod@s

Hasta el próximo post.

P.D.  “Nadie posee a nadie.  La verdadera experiencia de la libertad es tener lo más importante del mundo sin poseerlo” Paulo Coelho.