Los deportes de equipo en sala tienen una peculiaridad. Bueno, muchas, pero de lo que quiero hablar hoy, es de algo que cuando se ve en los deportes al aire libre no llama especialmente la atención, pero sí lo es en los que se juegan bajo techo: ver defender es tan espectacular como ver el ataque. Todo juego de equipo tiene como objetivo anotar y no encajar, eso es de perogrullo, pero a la vez el objetivo de todo juego de conjunto es ocupar los espacios antes que el rival para poder dominarlo. Y eso, exactamente eso, es lo que hizo España ante Francia. Ocupó los espacios siempre antes que su rival, tanto en ataque como en defensa, pero donde de verdad se apreció esa circunstancia fue cuando el balón lo tenían las galas. Las chicas de Dueñas merecerían que su defensa fuera el vídeo de apertura de cualquier curso de entrenadores, y no solo de balonmano.
Ante Corea España fue un equipo blandito en defensa: nunca llegaron antes que el rival a la posición que atacante y defensor se disputan en toda jugada. Ante las subcampeonas del mundo, fue un grupo con una actividad de brazos, con unos movimientos de piernas de tal velocidad, que las ‘blues’ no veían más que manchas blancas cerrando todos los espacios. Y el mérito de ese cambio de mentalidad, además de en las jugadoras, está en Jorge Dueñas. El seleccionador nacional fue portero en sus años mozos: en el Cajamadrid, en el Michelín de Valladolid. Fue un guardameta digno, no espectacular, pero sobrio y técnico. Y él, mejor que nadie, sabe que cuando una defensa defiende, un portero para. Es una axioma del balonmano que siempre, indefectiblamente, se cumple. La pregunta es si el portero para porque la defensa defiende, o a la viceversa. Da igual. Ver a España defender ante Francia valió por todo el partido. El resultado, esta vez, es más anecdótico. No se ganó porque el banquillo español tiene lo que tiene y las francesas manejan muchos más recursos, pero con ese grado de intensidad sobre la línea de seis metros, y con Silvia Navarro enchufada en alineación con el axioma, será complicado encajar otra derrota.
España puede ser la tapada de los Juegos Olímpicos, por mucho que su técnico diga que el tercero del mundo no puede ir de tal. No es cierto, Francia no nos tomó en serio y sudó sangre para empatar. Veremos si las demás se lo creen