Han pasado unas semanas desde las dos carreras de la NASCAR Europea que disputamos en Nurburgring. Fue un fin de semana que empezó muy bien y parecía que iba a terminar bien hasta que me sacaron de pista en la segunda carrera del fin de semana y acabó con un inevitable sentimiento de rabia. No hay peor sensación en una carrera que terminarla contra el muro por un toque por detrás (en este caso fue por el lado trasero izquierdo).
A pesar de todo con el tiempo pasado creo que el fin de semana fue bueno en cuanto a nuestra velocidad y rapidez de adaptación a un circuito desconocido para mí. Mientras los otros pilotos con los que rodé en cabeza, Gabillon, García y Kumpen, habían corrido como mínimo 4 veces allí, yo nunca lo había hecho y conseguí la pole position para las dos carreras y fui segundo en la primera carrera y marqué la vuelta rápida en la misma. En la segunda, el final fue el ya comentado arriba. Como en todo accidente siempre cada implicado tiene su punto de vista y en mi caso creo que deberían haber sancionado al piloto que me tocó y me sacó, pero las decisiones las toman personas y pueden ver las cosas de formas diferentes a como las ves desde dentro. Lo que me dejó muy tranquilo fue ver las imágenes desde dentro de mi coche y las declaraciones de Kumpen, el piloto que se ha puesto primero en el campeonato 7 puntos por delante de mí, diciendo que el accidente fue culpa del otro piloto que se había salido de pista y volvió a ella sin levantar el pie y sabiendo que me iba a tocar.
Nurburgring me pareció un lugar increíble para los amantes del motor. Al circuito GP que fue en el que corrimos se une un complejo imponente y numerosos equipos, talleres y locales de grandes marcas automovilísticas. Y además está el mítico circuito Nordsleichfe, un circuito usado para las 24 horas de Nurburgring, para pruebas de coches y motos y que previo pago de un ticket (como si de un peaje se tratara) cualquiera puede entrar con su coche o moto de calle y darse una vuelta. Increíble también me pareció la cifra de muertes a lo largo del año en el trazado en esa modalidad, unos 50… Pensándolo bien, junto a coches de calle muy normalitos entraban deportivos de mucha potencia incluso un poco retocados que podían superar los 260km/h tranquilamente en el circuito.
Volviendo a mi campeonato, llegaba líder a Nurburgring y ahora estoy 2º a 7 puntos de Kumpen. Por detrás está García a 1 punto de mí y Gabillon a 3. Quedan 4 carreras y puntúan doble, con lo que quedan 384 puntos en juego. Puede y va a pasar de todo. Para ganar el campeonato hay que quedar en el top 5 en las 4 carreras y si se ganan 2 de ellas sería casi definitivo. De las 4 carreras que quedan 2 serán en Maggione (Italia) en septiembre y 2 en Le Mans (Francia) en octubre.
Antes de esas carreras correré en la NASCAR K&N Pro Series en EEUU en el circuito de Watkins Glen, Nueva York.