Es cierto que Mercedes está muy por delante del resto y que sólo sus errores o fallos mecánicos pueden permitir que otros ganen, pero el final de la temporada 2016 de la F1 puede ser uno de los más interesantes de los últimos años.

El año pasado, que Hamilton ganara el mundial varias carreras antes del final hizo que se relajara y Rosberg ganó todas las carreras restantes ganando una confianza con la que iniciaba esta temporada 2016, ese final de 2015 puede haber sido clave este año.

También es cierto que Hamilton ha tenido más problemas técnicos y sólo Alonso ha tenido más penalizaciones en posiciones en parrilla de salida que Hamilton por cambios mecánicos de la qualy a la carrera por problemas en el coche.

A pesar de todo, Rosberg está haciendo un campeonato extremadamente bueno, uniendo a una muy alta velocidad una consistencia y seguridad que Hamilton no está teniendo. Pero Hamilton tiene unos destellos de calidad que te hacen pensar que cualquier cosa es posible.

Este fin de semana, la vuelta de calificación de Hamilton, especialmente en su primer sector, fue impresionante, esa pole le daba la mitad de la victoria y no fallar en la salida le daba la otra mitad. El mundial se decidirá seguramente por un error o fallo mecánico de uno de los dos aspirantes, la presión en las 3 últimas carreras va a poner a prueba la capacidad de Rosberg ante semejante presión, pero aunque Hamilton tenga menos que perder porque ya es 3 veces Campeón del Mundo, puede estar ante una oportunidad que tarde en volver a tener ya que habrá que ver dónde está cada coche el año que viene con las modificaciones técnicas del nuevo reglamento.

Ayer en Austin, el safety car por la avería de Verstappen le costó el 2º puesto a Ricciardo y los españoles Alonso y Sainz hicieron una gran carrera. El adelantamiento de Alonso a Massa fue muy bueno, frenando tarde, pero sobre todo acortando metros preparando el adelantamiento  de una forma muy inteligente. Él estaba dentro y en mi opinión los comisarios decidieron bien no sancionando la acción.

Lo dicho, el final de temporada entre Rosberg y Hamilton promete emoción y ojalá sea hasta la última carrera.