Era el principio de temporada 2002, se acababan de crear las World Series Nissan (nacieron en 2002 y no antes), todos los coches estaban recién montados y fuimos a probar al circuito de Valencia la gran mayoría de los equipos en uno de los tests colectivos que organizaba el campeonato. El suministrador de neumáticos para el campeonato era Michelín y debido a que el campeonato estaba recién creado, no habían podido traer las ruedas de mojado porque estaban terminando su producción y sólo había de seco. El primer día con suelo seco todo fue normal. El segundo día llovió y Michelín tuvo que dejarnos a todos los equipos, previa presión del organizador del campeonato, un juego de neumáticos de mojado de F1 por coche, eso sí, con la condición de que se devolvieran al final del entreno. Tuvimos la suerte de que al ser pretemporada había allí un camión de Michelín F1 ya que en Cheste muchos equipos de F1 prueban en pretemporada. Nos trajeron los neumáticos como si de oro se tratara, y lo que todavía no sé es si eran del año en cuestión o del año anterior.

 

Pues bien, en mojado en prácticamente todas las categorías que no son F1 hay que cambiar bastante la trayectoria con respecto a la de seco. En cambio con esas ruedas no hacía falta variarlas tanto, agarraban una barbaridad. Y aunque tenía una sensación de flotamiento, porque el coche era muy sensible a lo que mandaba con el volante, se sujetaba muchísimo. En aquella época, en ese campeonato hubo ex pilotos de F1 y como ya conocían las ruedas fueron lógicamente más rápidos que los demás. En cuanto se acabó el test, los de Michelín pasaron box por box para llevarse las ruedas a todo correr. En ese momento, los que debutábamos en coches de ese tipo no sabíamos cual era el agarre del coche en mojado y dimos el test por bueno.

 

La sorpresa llegó cuando Michelín nos dio las ruedas oficiales de nuestro campeonato de mojado, y rodamos en las mismas condiciones en Valencia. ¡Nos quedamos a unos 9 segundos por vuelta de los tiempos que hicimos con los neumáticos de F1! Increíble, ¿no? Lógicamente los fabricantes acuerdan con cada campeonato el tipo de neumático para que sea acorde con las necesidades deportivas y económicas (costes). Pero habría estado bien correr con esas ruedas en mojado…

 

El agarre que sentí aquel día en aquellas condiciones no lo he sentido ni siquiera con los neumáticos que a posteriori he usado en el Campeonato de Europa de Montaña FIA, que eran mucho más blandos.