Soy una persona pasional y con caracter. Aunque esto es así con los años he conseguido domar a ese pequeño caballo salvaje que tenía en mi interior y hacer de él una mascota que de vez en cuando saco a pasear. Como al animalito lo tengo domesticado (llámese educación) no tengo miedo a que salga, por que siempre lo hace cuando más se le necesita. Esta es una historia que la he dejado reposar unos días, de hecho en un principio no tenía ni pensado escribir sobre ello. Fué una simple foto en Instagram la que me llevó a pensar que quizás no sólo se debe contar lo bueno, no me gustan los dedos inquisidores, pero todas las quejas de este local en concreto donde se situa ésta historia me llevó a destaparme. No está bien criticar por criticar pero nosotros como consumidores también tenemos que ser capaces de poner y quitar lo que nos gusta o lo que no.
Alubias del Olentzo (foto)
¿Seré la única persona en este mundo a la que un deskontu, oferplan o similares le han salido la mayoría medio mal? No estoy muy segura de que en éste caso sea éste el motivo de un despropósito llamado Olentzo. Sí, he dicho el nombre, me podéis criticar pero no estoy dispuesta a que sigamos siendo unos “políticamente correctos” y en consecuencia tengamos que tragar lo que nos quieran dar en según que sitios. No se que le pasa al personal de hostelería de esta zona, te puedes encontrar todo tipo de despropósitos pero en esta ocasión todos los astros se alinearon para dar con una mala comida servida de muy mala manera. Se ha extendido esa sensación de casi tener que pedir perdón cuando vas a un local, no sé dónde quedó aquello de sonreir, dar los buenos días y decir agur y gracias cuando se va el cliente. No hablo por hablar porque una servidora ha trabajado 15 años cara al público y con sus más y sus menos nunca perdí el norte. Decidí poner el nombre del local porque sorprendentemente muchos de vosotros estabais muy descontentos con este sitio y como somos así de correctos no decimos nada para que otros incautos caigan en lo que nosostros ya hemos sufrido. Somos así, no sé muy bien cómo definirlo, somos tontos o nos lo hacemos. Así unos cuantos campan a sus anchas y venden calidad para luego dar miseria. Lugar bonito el Olentzo, lástima que no pueda decir lo mismo de sus alubias (si hubiera fallado sólo ésto este post nunca hubiera existido) y mucho menos de su encargado. Allí fuimos tres parejas con sus respectivos pequeñajos, no tuve problema en llevarlos ya que es un local que ofrece menú infantil, eso quiere decir que los niños no molestan. Hablando con el camarero me dí cuenta de que muchas veces el canal de diálogo entre dos personas debe de sufrir algún tipo de interferencia en las dos milésimas de segundo que vuelan las palabras por el aire, debe de ser eso por que si tú y yo hablamos lo mismo porqué no me entiendes. Lejos de enderezar la situación y hacer que los clientes se sientan bien y poner solución a los pequeños problemas que puedan surgir hay quien decide amargar a los clientes y hacer de lo que debería ser un rato agradable en un algo que podríamos definir como: “Que salpique la mierda para todo el mundo”. Quiero pensar que el encargado tenía un mal día, el cocinero que preparó esas alubias también debía tenerlo, que en realidad quería atendernos bien pero sufrió una posesión maligna que le obligó a insultar a una servidora. Menos mal que tengo al animalito domesticado porque sino no sé que hubiera ocurrido. La educación siempre se llevará la razón porque con educación se puede decir casi todo.
ALUBIAS CON COSTILLA
Ingredientes.
1/2 kilo de alubias negras (en mi caso del caserío Aparola)
3 dientes de ajo sin pelar
1/2 cebolleta o un trozo de la parte blanca de un puerro
1 patata pequeña
Costilla de cerdo
Pimentón dulce
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Agua
Proceso.
Empezaremos teniendo las alubias hidratadas, las pondremos a remojo la noche anterior. Las pondremos en una cazuela con la cebolleta bien picada, la patata entera y pelada y los dientes de ajo con piel. A continuación añadiremos la costilla con su punto de sal, cubriremos con agua, echaremos una cucharilla pequeña de pimentón dulce, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, un poco de sal y cubriremos con agua fría. Le daremos un golpe fuerte de fuego hasta que coja el primer hervor y luego bajaremos prácticamente al mínimo para tener a un hervor muy, muy suave durante unas dos horas.
Transcurrido este tiempo dejaremos un cuarto de hora la cazuela al fuego sin tapa para que la salsa engorde, quitaremos los ajo y la patata y cortaremos la costilla. Serviremos las alubias acompañadas de buen pan y unas piparras.
On egin!