El mundo del fútbol está de luto. Tras veintisiete años, la historia de amor entre Sir Alex Ferguson y el Manchester United ha llegado a su fin. Y, no sé ustedes, pero a mí todavía me cuesta asimilar la noticia. A mis 27 años, no he conocido otro técnico dirigiendo al club más poderoso de Inglaterra y sinceramente, no concibo al equipo de Manchester sin él. Es el retiro de un mito, de un grande entre los grandes y no cabe la menor duda de que se trata de un duro golpe para todos aquellos que amamos el fútbol británico y el deporte rey en general.
Todo lo que tiene un principio tiene un final, y ahora el fútbol inglés se queda ‘huérfano’, porque Ferguson es irremplazable. Nunca habrá otro como él, y mucho menos, en los tiempos que corren. Luchador incansable, decir adiós ha sido para el técnico de Glasgow la decisión más difícil e importante de su vida. Nadie quiere tanto a los colores del Manchester United como él. Nadie. Y por ello, constituye el mayor ejemplo de fidelidad hacia el equipo que tanto le ha dado, y al mismo tiempo se lo debe todo.
Muchos temíamos la llegada de este triste momento, puesto que tras su marcha, nada volverá a ser como antes. Se acabaron las imágenes del escocés a pie de campo señalando su reloj y aclamando el Fergie Time. No volveremos a verle en el terreno de juego saltando con la misma ilusión como si acabara de ganar su primer título. Ya no habrá más botas y botellas de agua sobrevolando los entrenamientos del United. Las ruedas de prensa extrañarán las tantas y tantas frases que ha pronunciado bajo ese incomprensible acento escocés. Se terminaron las batallas en los tabloides británicos donde siempre ha defendido a ultranza a sus pupilos, con declaraciones tan elocuentes como incisivas. Las teorías conspiratorias sobre el Fergusonato no tendrán razón de ser. Y, sobre todo, no volveremos a ver en la Premier League un personaje de tal carisma, poseedor de una enorme capacidad para hacer soñar.
No hay líneas suficientes en este post para expresar mi admiración y absoluto respeto hacia el hombre que cambió para siempre la historia del Manchester United. Sólo me queda decir GRACIAS, Sir Alex. Echaremos mucho de menos al mejor entrenador de la historia. Genio, figura y eterno maestro… Ferguson, no one but you.